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Asocian un mala mordida con un peor control de la postura y el equilibrio

Un nuevo estudio realizado por investigadores españoles concluye que la oclusión dental se relaciona también con el control de la postura y el equilibrio.

SINC. A pesar del tecnicismo, el término oclusión dental está cada vez más en la cabeza de muchos pacientes tras una simple visita al dentista. En las consultas se diagnostican problemas relacionados con una mala mordida, tales como desviaciones de la línea media, diastemas, apiñamiento, mordida cruzada y dientes ausentes.

La oclusión dental no es ni más ni menos que el contacto que se establece entre los dientes superiores e inferiores al cerrar la boca. Pueden encontrarse perfectamente alineados o presentar alteraciones a distintos niveles.

Dos nuevas investigaciones, llevadas a cabo en colaboración entre el departamento de Fisiología de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Innsbruck (Austria), confirman una relación menos obvia entre una mordida imperfecta y el control de la postura.

Otro dato a destacar es que aunque esta relación pueda resultar estadísticamente baja, está aumentada cuando existen condiciones de fatiga en la persona, o cuando se dan condiciones de inestabilidad.

“Cuando existe una mala oclusión, esta se clasifica por criterios establecidos científicamente. Lo relevante en el estudio es que se ha relacionado además con diferentes alteraciones motoras y fisiológicas”, explica a Sinc Sonia Julià-Sánchez, autora principal de los trabajos e investigadora en la institución catalana.

Ambos estudios, cuyos resultados han sido publicados en Motor Control y Neuroscience Letters, aportan datos concluyentes de que con la corrección de diferentes maloclusiones, llevando la posición mandibular a un punto neutro, se mejora el control postural tanto en equilibrio estático como en dinámico.

En el día a día esta relación no se aprecia tan directamente en condiciones estáticas, aunque pueden existir condiciones asociadas a patologías, como la obesidad, que agraven la inestabilidad corporal empeorando el control de la postura e incrementando el riesgo de caídas.

En deportistas, esta relación puede ser determinante tanto en el rendimiento final como en la prevención de lesiones como torceduras, distensiones y fracturas, por desequilibrios inesperados a medida que la fatiga es mayor y la capacidad de respuesta motora disminuye.

“Por ello, sería útil que tanto la población general como los deportistas valoren la posibilidad de corregir la oclusión dental para mejorar el control de la postura, evitando así posibles caídas o desequilibrios debido a una falta de reacción del sistema motor”, añade Julià-Sánchez.

Influencia recíproca

“El control de la postura es el resultado de un complejo sistema que incluye diferentes componentes sensores y motores que provienen de la información visual, somatosensorial y vestibular”, explica la experta.

En los últimos años ha crecido el interés científico por la relación entre el sistema estomatognático (el conjunto de órganos y tejidos que permiten comer, hablar, masticar, deglutir y sonreír) y el control de la postura.

El vínculo puede tener una explicación neurofisiológica. Existe una influencia recíproca entre el nervio trigémino y el núcleo vestibular (responsables de la función masticatoria y el control del equilibrio respectivamente), y también entre los músculos masticatorios y cervicales.

Esta influencia explicaría que las maloclusiones dentales perjudiquen el control de la postura. Pero hasta ahora las investigaciones no habían conseguido ser concluyentes.

“El problema principal deriva de que la mayoría de estos estudios habían valorado el equilibrio de manera estática y en condiciones de total estabilidad, lo que en la práctica tiene poca aplicación real sobre el control de la postura en acción”, apunta Julià-Sánchez.

En un primer estudio se tuvo en cuenta el tipo de oclusión dental y si había existido un tratamiento de ortodoncia previo. Los resultados mostraron que las alteraciones en la alineación de los dientes se relacionaban con un peor control del equilibrio estático.

El segundo trabajo valoró el tipo de oclusión dental, el control de la postura y la fatiga física para analizar la posible relación entre estos factores. El análisis mostró que el equilibrio mejoraba cuando las maloclusiones se corregían, y que estas influían más en el control de la postura en condiciones de fatiga que en reposo.

“Cuando los sujetos estaban cansados equilibraban peor tanto en condiciones estables como inestables. En condiciones estáticas, el factor que influyó más en el desequilibrio fue la fatiga. Por el contrario, en condiciones de máxima inestabilidad, se apreció una relación significativa entre agotamiento y oclusión dental”, concluye Julià-Sánchez.

FUENTE: http://clustersalud.americaeconomia.com/asocian-mala-mordida-peor-control-la-postura-equilibrio/

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Tres curiosidades sobre el sentido del gusto

Foto: YouraPechkin / ThinkStock

El gusto es uno de los cinco sentidos de nuestro cuerpo, que se suma al tacto, la vista, el oído y el olfato. Para sentir distintos sabores, la lengua cuenta con alrededor de 10 mil papilas gustativas, que se conectan al cerebro y envían las sensaciones de las comidas. Las papilas están ubicadas en distintas zonas de la lengua y, de acuerdo con esas zonas, cada parte de ella es capaz de detectar uno de los sabores básicos: dulce, salado, ácido o amargo.

Conoce tres curiosidades sobre el sentido del gusto:

Comer más significa disfrutar menos: La obesidad está directamente relacionada con un cambio en el sentido del gusto, ya que se pierden papilas gustativas relacionadas con el área de los sabores dulces, y las que quedan responden pobremente.

Envejecer es malo para la lengua: A medida que envejecemos, nuestra respuesta a los diferentes sabores cambia: cuando somos jóvenes nos gustan más los sabores dulces frente a los amargos, mientras que cuando envejecemos pasa justamente lo contrario.

El exceso siempre es malo: Las papilas gustativas de los animales hacen que, a pesar de que les gusten todos los sabores, rechacen los alimentos demasiado salados, amargos o ácidos. Y por si fuera poco, los animales genéticamente modificados no pueden sentir cuando están comiendo algo demasiado salado.

FUENTE: https://vidayestilo.terra.com.ar/salud/salud-bucal/tres-curiosidades-sobre-el-sentido-del-gusto,f12beefdab22d9f1b984263cea6c6362ofccdy0x.html

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11 curiosidades sobre tu boca que probablemente no sabías

1. El esmalte que cubre los dientes es la sustancia más dura del cuerpo. Esto no significa, sin embargo, que podamos abrir botellas o romper nueces con ellas, ya que las podemos perder.

2. Los dientes nos salen cuando somos bebés pero, luego, nos caen todas y nos vuelven a salir de nuevo. ¿Por qué? Pues porque en la boca de un niño no hay suficiente espacio para el conjunto de dientes con el tamaño de cuando somos adultos.

3. Las personas diestras tienen los dientes de la parte derecha de la boca más desgastadas, mientras que las zurdas usan más los dientes de la banda izquierda.

4. Cuando masticamos, sólo movemos la mandíbula inferior. ¡Es más fácil que mover la cabeza de arriba abajo!

5. La primera pasta de dientes de la historia la crearon los egipcios del año 5000 antes de Cristo. Entre sus ingredientes, se incluían la piedra pomez, polvo de pezuña de animal y cáscara de huevo. Por extraño que parezca, no se produjo ningún avance en la composición de este producto hasta el siglo XIX.

6. El récord mundial para los dientes más fuertes del mundo lo tiene un ciudadano belga, John Massis, que estiró de varios vagones de tren en Long Island con una cuerda entre sus dientes.

7. El miedo al dentista se conoce como ‘odontofobia‘. Se calcula que entre el 9 y el 15% de la población tiene tanto pánico al dentista que soportarían un dolor de muelas horrible antes de que solucionar el problema.

8. La caries fue, en sus inicios, una enfermedad de ricos. Surgió cuando en el siglo XVIII el azúcar se convirtió en un ingrediente popular entre las clases altas, lo que llevó a muchos médicos a especializarse en odontología.

9. En el Siglo de Oro, las dentaduras se recomponen utilizando dientes extraídos de criminales ejecutados. Los campos de batalla suministraban una gran fuente de dientes de sustitución y en Gran Bretaña ‘los dientes Waterloo’ llegaron a hacerse muy populares.

10. En contra de los rumores, la dentadura postiza de George Washington no estaba hecha de madera sino de marfil tallado de hipopótamo al que se unieron dientes humanos y, incluso, algunas partes de dientes de mono y de caballo.

11. A lo largo de la historia, los personajes más ilustres se han preocupado por disimular sus defectos dentales. La reina Isabel I de Inglaterra, por ejemplo, llenaba los huecos de los dientes que le faltaban con pequeños trozos de tela.

FUENTE: http://es.blastingnews.com/salud-belleza/2016/01/11-curiosidades-sobre-tu-boca-que-probablemente-no-sabias-00739897.html

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Mantén saludable el raciocinio y la memoria

Ir al dentista regularmente y mantener una higiene bucal impecable son dos hábitos que contribuyen a mantener saludable el raciocinio y la memoria.

Los investigadores analizaron unas 2.300 personas entre hombres y mujeres, evaluaron la salud bucal de cada participante y luego les hicieron algunas pruebas para probar la velocidad del raciocinio y la memoria.

La investigación también develó que las personas que tenían una gran cantidad de la bacteria Porphyromonas gingivalis en la boca, que genera la enfermedad de las encías, no presentaban mucha habilidad en los ejercicios de cálculo con números con más de tres dígitos.

¡Sin sorpresas!

El resultado de esta investigación no sorprendió a la dentista y especialista en implantes dentales Heliana Daher, de Brasil. Según la experta, la bacteria que provoca la enfermedad de las encías está vinculada con la pérdida de memoria, ya que podría aumentar las placas de ateroma en las arterias y los vasos sanguíneos. Estas placas son depósitos de grasa, colesterol, calcio, productos de degradación de células, fibrina, monocitos y bacterias.

“La acumulación de estas placas obstruye el flujo sanguíneo y la oxigenación de los órganos. En ciertas áreas del cerebro, esto podría aumentar la pérdida de la memoria individual”, concluye la experta.

FUENTE: https://vidayestilo.terra.com.mx/salud/salud-bucal/etapas-de-la-vida/para-conservar-la-memoria-visita-al-dentista,5646d2f808ebd799901ae4c2743cb7d4q5mrb97w.html

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Hallan trabajo de endodoncia prehispánico; el primero que se registra en Mesoamérica

Investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron un entierro prehispánico de cuatro individuos en La Mina, comunidad ubicada al norte de Michoacán, Sigue leyendo Hallan trabajo de endodoncia prehispánico; el primero que se registra en Mesoamérica

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Los dientes de leche nacen más tarde de lo que se pensaba

Estudio realizado en 1.250 niños y niñas de entre 3 y 42 meses

Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han descubierto que los dientes primarios aparecen más tarde de lo se consideraba hasta ahora, de forma que el primero en nacer es el incisivo central derecho inferior, a los 11 meses, y el último, el segundo molar izquierdo superior, que aparece a los 33 meses.

Los dientes primarios, conocidos popularmente como dientes de leche por poseer un color más claro que los permanentes, nacen más tarde de lo que se estimaba hasta ahora. Así lo revela una investigación dirigida por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). «En nuestro estudio, realizado sobre el tamaño muestral más amplio de los llevados a cabo en España, hemos observado que la cronología eruptiva de la dentición primaria se produce algo más demorada de lo que se venía considerando», explica el Dr. Manuel Joaquín de Nova, profesor del Departamento de Estomatología IV de la UCM.
El trabajo, publicado en la revista European Journal of Paediatric Dentistry, analizó el proceso de dentición primaria en 1.250 niños españoles (623 chicas y 627 chicos) de entre 3 y 42 meses, procedentes de diferentes guarderías de la Comunidad de Madrid.

El proceso de erupción

En total, el proceso de erupción de los dientes primarios se prolongó una media de 22 meses. El primero en nacer fue el incisivo central derecho inferior, en torno a los 11 meses, y el último, el segundo molar izquierdo superior, a los 33 meses.

Habitualmente, se considera que la aparición de los incisivos centrales y laterales primarios preceden al primer molar, algo que no se ha confirmado en esta investigación. «En nuestro estudio, el nacimiento del primer molar se produjo antes de la erupción de los incisivos laterales mandibulares», destaca el doctor de Nova.

En cuanto a diferencias entre niños y niñas, en los varones aparecieron antes los caninos, los incisivos centrales inferiores y los segundos molares. Sin embargo, no son diferencias cronológicas clínicamente importantes, según los autores. «Son de una magnitud temporal tan escasa que difícilmente pueden ser relevantes en el ámbito clínico si tenemos en cuenta que el desarrollo humano está sometido a una variabilidad individual que debemos considerar normal», subraya el profesor de la UCM.

Indicadores de salud

La cronología de este proceso dental es un indicador de normalidad en el desarrollo de los niños y sus variaciones pueden alertar a los profesionales sanitarios de que algo no va bien en la salud del menor. «La erupción de los dientes es un proceso más del desarrollo del niño y, como tal, obedece de forma muy significativa a los factores genéticos. Junto a ellos, también influyen otros como el sistema endocrino o la nutrición», señala el investigador.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2016/03/los-dientes-de-leche-nacen-mas-tarde-de-lo-que-se-pensaba-58504/

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¿Cómo prevenir la fobia dental?

Desde siempre, la Odontología ha estado asociada a dolor y miedo al dentista (1). El dolor de muelas ha sido uno de los dolores más insoportables para la población.

La situación dental no es neutra (2), muy al contrario, es una situación que el paciente va a experimentar como novedosa y ante la cual no sabemos cómo va a ser capaz de reaccionar. Todo ello, unido a lo que ha oído de otras personas o lo que ha podido experimentar, provoca que sea una situación ansiógena.

Nuestra labor es hacer que la experiencia del paciente (3), desde que llama para pedir cita hasta que finaliza su tratamiento dental, sea lo menos traumática posible y quede un recuerdo satisfactorio.

La fobia dental es un tipo de ansiedad incapacitante y bloqueante de un nivel tan alto que quien la padece no puede afrontar la situación odontológica (4), evitándola todo lo que puede. Estos pacientes prefieren perder todas sus piezas dentales y seguir con el dolor, antes que acudir al dentista. Lo más frecuente es encontrarnos con el paciente fóbico en una situación bucodental muy decadente.

A partir del control del dolor con anestésicos locales, el entorno odontológico continuó siendo molesto al paciente debido a otra serie de factores condicionantes de fobia: ruido, olores, postura, sensación de estar anestesiado… Hoy en día, la clínica dental sigue siendo un entorno poco agradable, al menos, para la población (5).

A pesar de las mejoras en los tratamientos dentales (anestesia, mayor profesionalidad del equipo odontológico, etc.), asisten a consulta pacientes con distintos grados de ansiedad. Y un dato a tener en consideración, el 9% de la población evita ir al dentista por miedo a distintas variables de la situación odontológica (6-8).

Poco a poco, se van eliminando o suavizando estas variables, pero algunas de ellas no se pueden cambiar por lo que hay que enfrentarlas. La reacción del paciente ante la situación dental variará dependiendo de su estado emocional. Igualmente su comportamiento, su receptividad a nuestras instrucciones y su sensibilidad dolorosa frente a las distintas maniobras terapéuticas variarán de un paciente a otro.

La fobia dental es un problema tanto para el paciente, ya que es un gran obstáculo para poder mantener una correcta salud bucodental; como para el odontólogo, que se siente impotente ante una correcta atención a la fobia del paciente (9).

Desde 1995, PsicoDent aborda este problema con un equipo de psicólogos especializados en su tratamiento y en el conocimiento especializado del entorno odontológico, alcanzando tasas del 100% de eficacia en el tratamiento de reducción de la ansiedad. Todo el mundo se siente mejor después del tratamiento, tiene menos miedo al dentista. Y lo que es más importante, el 90% de los pacientes se realiza el tratamiento dental planificado. El tratamiento de fobias lo tiene que realizar un psicólogo clínico especializado y con conocimiento sobre esta fobia. Sólo así el tratamiento tiene eficacia. El equipo dental puede y debe colaborar en la prevención de la fobia dental.

En una ocasión tratamos a una paciente con fobia dental que no entendía por qué tenía esta fobia y no era capaz de ir al dentista, ya que anteriormente llevaba toda su vida acudiendo a la clínica dental a realizarse un tratamiento de ortodoncia. Tenía 47 años. Buscamos el estímulo que había podido desencadenarle esa fobia. Suponíamos que había sido algo muy sutil diferente al dolor, diferente al ruido, diferente a lo que típicamente se considera que produce una fobia.

Por ello le preguntamos acerca de cómo había sido el trato recibido por el equipo dental las últimas veces que había acudido al dentista. La paciente se quedó impactada con la pregunta porque se dio cuenta inmediatamente de que eso era lo que había provocado su malestar. Se había cambiado de ciudad y, como no conocía a ningún dentista, entró a un centro dental muy grande. Nada más entrar nadie le preguntó ni se dirigió a ella por su nombre, la llevaron de un gabinete dental a otro sin mirarle siquiera a los ojos y se sintió poco atendida, muy insegura y sola. Eso es lo que le originó fobia dental.

Esta es la parte que podemos cuidar en nuestras clínicas dentales. Como comentaba antes, conocer el nombre del paciente, acompañarle, preguntarle, que la persona sienta que en ese momento sólo se está atendiendo a su situación de salud dental… eso produce un bienestar que hace que fidelicemos al paciente y que vuelva. Si una persona está a gusto en la clínica dental, volverá. Y esto lo produce el trato con el paciente, no el dolor, porque el paciente ya sabe que le puede molestar un tratamiento y está preparado para ello. Lo que no acepta es que no se le trate con respeto, con aceptación y con interés.

No quiero decir con esto, ni mucho menos, que el equipo dental no sepa tratar al paciente. Pero sí ocurre en muchas ocasiones, sin darnos cuenta, que cuando hay tanto trabajo se descuida la atención personalizada al paciente (10).

Medidas preventivas de fobia dental

1. Poner música. Que se oiga lo menos posible la turbina.
2. Ambientador o ventilar. Que huela lo menos posible a ‘dentista’.
3. Esperar al efecto de la anestesia. No comenzar el tratamiento sin comprobar que la zona está anestesiada.
4. Ver lo menos posible. Si el paciente no ve la aguja, mejor.
5. No dejar pasar acompañantes a mirar en determinados tratamientos complejos, porque duele más verlo desde fuera que lo que realmente siente el paciente.
6. Dar al paciente sensación de control. Podemos parar cuando él nos diga.
7. Crear un clima de confianza y respeto. Sabe que puede decirnos cómo se siente, que va a ser aceptado y respetado.
8. El paciente tiene que saber que para nosotros él es importante. Llamarle por su nombre, escucharle, atenderle.
9. Que no tenga que esperar tiempo en la sala de espera.
10. Que salga del gabinete dental más relajado de como ha entrado.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2013/10/como-prevenir-la-fobia-dental-45810/

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Decálogo para una buena comunicación con el paciente

La comunicación es un intercambio de sentimientos, opiniones, o cualquier otro tipo de información mediante el habla, la escritura u otro tipo de señales (1).

En el comportamiento comunicacional debemos ser asertivos, sin agredir ni someter la voluntad de otras personas, sino que manifestamos nuestras convicciones y defendemos nuestros derechos (2).

Los seres humanos se comunican mediante el empleo de códigos. El más frecuentemente empleado es el lenguaje oral, pero hay otros no menos importantes como es la comunicación no verbal.

En cualquiera de estos tipos de comunicación, siempre existe un emisor del mensaje, otro receptor, y un canal de comunicación.

En los mensajes que se intercambian los seres humanos se transmiten dos tipos de información (3):

– una información útil para realizar acciones, para conocer situaciones, noticias, etc. sin ninguna carga afectiva aparente.
– una información en la que, de alguna manera, el que emite deposita en el que recibe el mensaje alguna forma de confianza, delegación de trabajo, responsabilidad, etc.

La Odontología es una profesión relacional, esto quiere decir que en ella se entabla comunicación con todo tipo de personas: ansiosas, sumisas, depresivas, escépticas…

Es importante, por tanto, saber manejar la comunicación: todos sabemos hablar pero es esencial aprender a comunicar.

Cuando se habla de comunicación se incluye siempre la comunicación verbal (el contenido) y la comunicación no verbal (la forma, el complemento del contenido en la comunicación).

En ocasiones, la información verbal y no verbal es contradictoria. Siempre la información no verbal es la más sincera (4).

¿Cómo mejoraremos nuestra comunicación?: prestando atención a la expresión verbal y no verbal del profesional y prestando atención a la expresión verbal y no verbal del paciente.

Hay que dar verbalmente todas las explicaciones necesarias al paciente respecto a la patología que presenta y el plan de tratamiento que hemos propuesto, empleando un lenguaje claro y comprensible para él, apoyándonos en cuantos medios diagnósticos estén a nuestra disposición, tanto orales, como escritos o visuales.

La comunicación no verbal es sumamente importante porque, en la mayoría de las ocasiones, delata a aquel que no quiere expresar de palabra lo que está sintiendo o pensando. El lenguaje no verbal transmite el estado de ánimo de la persona: desinterés, rechazo, miedo, ilusión, motivación, etc.

En todas las culturas y razas, los antropólogos han concluido que los gestos que expresan estos sentimientos son perfectamente identificables (5). El conocimiento de esta comunicación no verbal aporta una cantidad de información importante si se sabe interpretar.

Transmite más y más sinceramente (verbalmente responde «sí» cuando le preguntas si le das hora para la próxima semana, pero de forma no verbal expresa sus dudas a asistir a la próxima cita, por ejemplo, cuando su tiempo de respuesta es lento: responde «sí» después de unos segundos o dirigiendo su cuerpo hacia la salida escuchando de forma distraída).

Es muy importante observar la comunicación no verbal del paciente ya que recoge la información que quiere y que no quiere proporcionar.

Además, es muy importante que el odontólogo controle su expresión no verbal. El odontólogo puede creer que porque lleva una mascarilla está «escondido» detrás de ella; pero debe permanecer alerta ya que la mirada del propio dentista expresa su estado de ánimo.

Durante los próximos meses vamos a ir desarrollando habilidades prácticas sobre cómo debemos comunicarnos correctamente con los pacientes tanto en nuestra forma de comunicación verbal como no verbal.

Bien utilizado, saber comunicar es el mejor recurso que se tiene para motivar, relajar, dar confianza, convencer, recibir colaboración, respeto, puntualidad… (6).

Decálogo para una buena comunicación

1. No hablar distraídamente con otros compañeros o entre el doctor y el higienista o la auxiliar cuando el paciente está en el sillón: sentirá que no es el centro de atención.

2. El profesional y el personal de la clínica no deben contar sus problemas al paciente porque no le interesan.

3. Distraer a los pacientes cuando estén nerviosos hablando de otros temas de conversación diferentes al acto clínico que estemos realizando: hijos, deporte, vacaciones…

4. La auxiliar debe ser la aliada con el paciente frente a la situación desconocida y guiarle en lo que tiene que hacer: «Yo voy a estar contigo, voy a facilitarte las cosas y a acompañarte».

5. La auxiliar debe presentarse cuando vea a la persona por primera vez y presentar al doctor para ir creando un clima conocido y más cómodo. El personal de la clínica debe tratarse siempre de usted delante de los pacientes y a los pacientes, a no ser que ellos den permiso para no hacerlo.

6. Presentarle los estímulos de manera secuencial, poco a poco, sabiendo que «a mayor número de estímulos, menor es la atención y el aprendizaje». No agobiarle.

7. Adaptarse al ritmo de cada paciente. Darles tiempo para modificar su conducta, valorando las capacidades y posibilidades de cada paciente. Hay pacientes que progresan rápidamente y otros pacientes a quienes les cuesta más.

8. Informar al paciente sobre cuánto tiempo tendrá que esperar: 5, 10, 15 minutos…

9. Ser respetuosos y tolerantes con los pacientes, no haciéndoles sentirse mal abusando de los castigos como reñirles por no cepillarse, manteniendo siempre una actitud cordial y considerada para poder ganarse su confianza.

10. Estar en contacto lo más permanente posible con los miembros del equipo, conociendo todos perfectamente las características y particularidades de cada paciente, su nombre, el tratamiento que se va a realizar, sus inquietudes y expectativas.

Terminología de Odontología Emocional

Agresividad: Comportamiento comunicacional en el cual la persona provoca, con su conducta, incomodidad, irascibilidad y malestar en el que recibe su comunicación. El paciente agresivo está preparado para el ataque y a todo lo que se le plantee le va a poner pegas.
Atributos intangibles: características o cualidades de un servicio odontológico que lo definen en la mente del paciente, transfiriendo en él una satisfacción añadida como seguridad, confianza, prestigio, etc.
Banco de imágenes: archivo de imágenes fijas o animadas, en soporte fotográfico, fílmico o digitalizado, que podemos emplear para mejorar la comunicación con los pacientes.
Identidad corporativa: percepción y representación afectiva o racional que los pacientes tienen de una Clínica Dental.
Sumisión: Comportamiento comunicacional en el cual la persona se somete a la voluntad de otras. Al paciente sumiso le cuesta dar su opinión y la cambiará al escuchar la nuestra.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2014/03/decalogo-para-una-buena-comunicacion-con-el-paciente-47916/