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¿La periodontitis también se asocia a un mayor riesgo de ceguera?

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La periodontitis o ‘enfermedad de las encías’, comúnmente conocida como piorrea, es una patología básicamente caracterizada por la inflamación y sangrado de las encías. Una enfermedad que, en caso de no ser tratada, no solo provoca la destrucción de la masa ósea que sustenta las piezas dentales –lo que conlleva a la pérdida irreversible de los dientes–, sino que se asocia a distintas patologías muy graves y potencialmente mortales. Es el caso, entre otras, de las enfermedades cardiovasculares, de la diabetes o de distintos tipos de cáncer. Pero aún hay más. La periodontitis crónica también puede provocar una pérdida de la visión e, incluso, la ceguera. Y es que como han demostrado numerosos estudios, también se asocia a la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Y ahora, investigadores de la Universidad de Augusta (EE.UU.), han descubierto el porqué de esta asociación.

Como explica Pachiappan Arjunan, director de esta investigación presentada en el marco de la XLVII Reunión Anual de la Asociación Americana para la Investigación Dental (AADR) que se está celebrando en Fort Lauderdale (EE.UU.), «nuestro trabajo es el primero en demostrar la asociación entre la infección por un patobionte oral y la patogénesis de la DMAE y que ‘Porphyromonas gingivalis’ puede invadir las células epiteliales del pigmento retinal humano y aumentar la expresión de genes relacionados con la DMAE».

 

Alteración de la regulación genética

La DMAE es una de las principales causas de pérdida de visión en la población mayor de 50 años. De hecho, y junto al glaucoma y las cataratas, constituye la primera causa de ceguera en todo el mundo. Y es que si bien los afectados cuentan desde hace una década con tratamientos para frenar su progresión, aún a día de hoy no existe ningún tratamiento capaz de curarla.

Concretamente, la DMAE se produce por una degeneración progresiva de la parte central de la retina –el área conocida como ‘mácula’– por la acumulación de depósitos de materiales extracelulares denominados ‘drusas’ –DMAE seca o atrófica– o por el crecimiento anómalo de vasos sanguíneos –DMAE húmeda o exudativa–. El resultado es que los afectados pierden gradualmente su visión central –que no así la periférica– y, por tanto, su capacidad para leer, conducir, ver la televisión o reconocer las caras de las personas.

‘Porphyromonas gingivalis’ puede invadir las células epiteliales del pigmento retinal humano y aumentar la expresión de genes relacionados con la DMAE

Llegados a este punto, ¿cómo se explica que la periodontitis pueda estar relacionada con la DMAE? Pues la verdad es que no se sabe. De hecho, el título del nuevo estudio es bastante explicativo: ‘Investigando la enigmática asociación entre la inflamación periodontal y la degeneración de la retina’. Pero parece que este trabajo ha encontrado el nexo de unión entre ambas enfermedades: la bacteria ‘P. gingivalis’, microorganismo simbionte, esto es, que vive en ‘simbiosis’ en la cavidad oral pero que en determinadas situaciones puede desencadenar una patología –de ahí el término ‘patobionte’.

En el estudio, los autores utilizaron cultivos de células epiteliales del pigmento retinal humano y los infectaron con distintas cepas de ‘P. gingivalis’. ¿Y qué pasó? Pues que de acuerdo con los resultados, la cepa 381 de la bacteria fue muy eficaz a la hora de infectar las células. Pero aún hay más. La técnica de reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa (qPCR) reveló que la infección incrementó la expresión de genes implicados en la supresión del sistema inmune y en la formación de nuevos vasos sanguíneos –la consabida ‘angiogénesis’.

Más allá de las encías

El siguiente paso fue recurrir a un modelo animal –ratones– al que se le inoculó la bacteria ‘P. gingivalis’ directamente en la retina. Y en este caso, los resultados mostraron que la inyección provocó la aparición de efectos asociados a la DMAE.

Entonces, ¿puede afirmarse que ‘P. gingivalis’ causa, además de la periodontitis, la DMAE? Pues no. Los resultados solo muestran una asociación, no una relación del tipo ‘causa y efecto’. Sin embargo, los autores han llevado sus estudios más allá y publicarán próximamente un artículo en el que, efectivamente, se describe el papel causal de esta bacteria en la patogénesis de la DMAE.

 

FUENTE: http://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-periodontitis-tambien-asocia-mayor-riesgo-ceguera-201803231559_noticia.html

 

 

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Un compuesto del vino tinto podría prevenir las caries y combatir la enfermedad de las encías

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Bebe con moderación es saludable

Beber moderadamente vino es bueno para la salud, posiblemente debido a los polifenoles abundantes de la bebida. Ahora, investigadores del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), han hallado que los polifenoles también podrían ser buenos para salud oral, especialmente para la caries dental y la enfermedad de las encías.

Los investigadores españoles han descubierto que los polifenoles ayudan a evitar la presencia de las bacterias en la boca. Ahora bien, destacan, eso no quiere decir que se encienda una ‘luz verde’ para beber más vino tinto.

Algunos beneficios para la salud de los polifenoles se han atribuido al hecho de que estos compuestos son antioxidantes, lo que significa que probablemente protejan al cuerpo del daño causado por los radicales libres. Sin embargo, estudios recientes indican que los polifenoles también podrían promover la salud al interactuar activamente con las bacterias en el intestino. Eso tiene sentido porque las plantas y las frutas producen polifenoles para evitar la infección por bacterias dañinas y otros patógenos.

Los investigadores españoles han descubierto que los polifenoles ayudan a evitar la presencia de las bacterias en la boca

El equipo de M. Victoria Moreno-Arribas quería saber si el vino y los polifenoles de la uva también protegerían los dientes y las encías, y cómo esto podría funcionar a nivel molecular.

En el estudio que se publica en «Journal of Agricultural and Food Chemistry», los científicos analizaron si los polifenoles del vino también podrían ser buenos para la salud oral. Así, los investigadores comprobaron el efecto de dos polifenoles del vino tinto, así como extractos de uva y vino tinto comercialmente disponibles, en bacterias que se adhieren a los dientes y las encías y causan placa dental, caries y enfermedad periodontal.

Y los resultados mostraron que los polifenoles del vino y los extractos redujeron la capacidad de las bacterias para adherirse a las células, pero los polifenoles, ácidos cafeico y p-cumárico, fueron más efectivos. Cuando se combina con Streptococcus dentisani, que se cree que es un probiótico oral, que estimula el crecimiento de buenas bacterias, los polifenoles fueron aún más eficaces a la hora de inhibir las bacterias patógenas.

Los hallazgos, señalan, podrían conducir a nuevos tratamientos dentales.

FUENTE: http://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-compuesto-vino-tinto-podria-prevenir-caries-y-combatir-enfermedad-encias-201802211848_noticia.html

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La salud bucal, una gran aliada contra la diabetes de tipo 2

Imagen de archivo - RADU SIGHETI

Un estudio clínico llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la UB demuestra que el control de la diabetes de tipo 2 mejora sensiblemente cuando el paciente tiene un cuidado especial de los problemas dentales y bucales.

La diabetes de tipo 2, la forma más común de esta enfermedad, va acompañada con frecuencia de patologías periodontales y en este nuevo trabajo se ha comprobado que «no sólo hay una relación que va de la diabetes a la enfermedad periodontal, sino que también existe la relación inversa, de la enfermedad periodontal en la diabetes», según Miquel Viñas, uno de los responsables de la investigación.

El estudio concluye que «el tratamiento no quirúrgico de la periodontitis mejora el estado «glucémico» y por tanto se demuestra inequívocamente la «extrema» importancia del cuidado de las afecciones bucales en estos tipos de enfermos. 

El estudio se ha llevado a cabo a partir de noventa pacientes con diabetes de tipo 2 que han recibido seis meses de tratamiento oral mientras se les hacía un control de la hemoglobina glicosilada.

El trabajo, publicado en la revista ‘The Journal of Clinical Periodontology’, ha sido dirigido por el catedrático de Microbiología Miquel Viñas, que también es investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y por el profesor de Medicina Oral y director médico del Hospital Odontológico de la UB, José López López.

 

FUENTE: http://www.abc.es/espana/catalunya/barcelona/abci-salud-bucal-gran-aliada-contra-diabetes-tipo-2-201801311708_noticia.html

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Erosión dental: ojo a lo que come y a la forma como lo hace

123RF

Por mucho tiempo, el coco de la salud bucodental fueron las caries. Sin embargo, no son pocos los odontólogos que han comenzado a alertar que mientras la primera disminuye su prevalencia, los problemas causados por la erosión dental se incrementan.

El odontólogo Jorge Enrique Martínez Duque, especialista en odontología preventiva y autor del libro ‘Higiene oral siglo XXl’, explica que si bien en ambos males se destruyen los tejidos del diente con el resultado de sensibilidad, debilidad y dolor, en el caso de las caries se debe a la acción de microorganismos y en la erosión, a agentes químicos.

En su estado severo, la erosión dental se manifiesta en los pacientes con un color más amarillento de lo normal en los dientes, pues la pérdida de la primera capa (esmalte) deja expuesta la de la dentina, que exhibe ese tono.

Lo más grave, según el odontólogo, es que el esmalte o tejido deteriorado nunca se recupera y por lo tanto cualquier intervención es de tipo preventivo.

Martínez indica que esta enfermedad se presenta cuando ácidos de origen interno y externo desgastan el esmalte y la dentina, dos capas que recubren el diente. Los ácidos internos, es decir los producidos por el cuerpo, suelen tener contacto con los dientes en pacientes con reflujo gastroesofágico, gastritis, trastornos que producen vómito como bulimia, anorexia o alcoholismo, mientras que los externos vienen principalmente del consumo de alimentos y bebidas con pH (grado de acidez) muy altos, aunque también puede provenir del contacto con piscinas con cloro.

En ese sentido, quienes consumen frecuentemente productos de estas características, como vino, café y té, están más expuestos a la destrucción del esmalte, según el experto. “Los productos con pH altos atacan los minerales que componen esa capa de protección, que son calcio y fosfato y agua”, sustenta.

Hay otros alimentos que al consumirse de manera frecuente influyen en ese deterioro, como bebidas gaseosas carbonatadas, energizantes, isotónicas o frutas ácidas y su versión en jugo, dice Martínez.

Christian Salazar, odontólogo especialista en rehabilitación oral y estética, afirma por su parte que la severidad de la erosión depende de los hábitos de higiene de cada persona, por lo que es importante recordar la visita constante a los especialistas para revisar la salud dental.

También la forma

Pero no es solo el tipo de alimentos lo que influye en la aparición de la erosión dental. Una investigación reciente del King’s College London determinó que también afecta en la incidencia de esta enfermedad el momento en que se comen y se beben.

El estudio fue revisado por el ‘British Dental Journal’ y analizó los resultados de una investigación anterior del Guy’s Hospital de Londres, que comparó la dieta de 300 personas con erosión dental severa y 300 sin ella. Lo que encontraron fue que los diferentes comportamientos al comer aumentan el riesgo de desarrollar la afección que afecta a más del 30 por ciento de los adultos en Europa, según destaca la publicación.

El riesgo principal se dio cuando los alimentos y bebidas ácidos fueron ingeridos entre comidas. De acuerdo con la universidad, aquellos que consumieron bebidas ácidas dos veces al día entre comidas, como refrescos, agua con una rodaja de limón o tés con sabor a fruta caliente tuvieron 11 veces más probabilidades de tener una erosión dental moderada o grave. Esta cifra, no obstante, se redujo a la mitad cuando las bebidas se consumían con las comidas.

Una nota de prensa de la universidad anota también que los investigadores identificaron una variedad de alimentos, bebidas y medicamentos que tienen el potencial de ser erosivos. El principal de ellos eran las bebidas a las que les habían agregado aromas de fruta o fruta. “Al agregar aromatizantes de frutas o frutas se incrementó enormemente el potencial erosivo de la bebida, poniéndola a la par con las bebidas azucaradas”, advirtieron.

Por otra parte, el estudio también encontró que las bebidas azucaradas afectan por igual si tienen o no azúcar; que sorber, agitar, sostener o enjuagar estas gaseosas en la boca aumenta el riesgo por un contacto más fuerte y duradero con las superficies dentales, y que las bebidas calientes y los dulces son aún más predisponentes para este mal. Y claro que es más posible que esto ocurra cuando el consumo es constante.

“Es bien sabido que una dieta ácida se asocia con el desgaste dental erosivo; sin embargo, nuestro estudio ha demostrado el impacto de la forma como se consumen alimentos y bebidas ácidas”, concluyó el autor principal del estudio, Saoirse O’Toole.

Lo que la causa

  • – Una mala higiene oral.
  • – Ácidos de origen interno.
  • – Alimentos como vino, café, té, cerveza, bebidas gaseosas, energizantes, isotónicas, frutas cítricas y su versión en jugo.
  • – Bebidas calientes.
  • – Algunos medicamentos.

Lo que la evita

  • – Alimentos con alto contenido de fibra y bajos en azúcares.
  • – Visita constante al odontólogo.
  • – Una higiene oral adecuada.
  • – Cepillarse tras consumir alimentos o bebidas con pH alto y no antes.
  • – Usar cremas dentales o enjuagues con flúor o fluoruro de estaño, que ayudan a la resistencia del diente ante el ácido.
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Por qué su dentista puede preguntarle sobre su vida sexual

Es posible que le resulte extraño si su #dentista le hace una pregunta sobre su vida sexual. No piense que está tratando de entrar en su negocio. Por el contrario, está tratando de atrapar y prevenir una forma mortal de cáncer. Hasta hace poco, las preguntas que hacía su dentista se limitaban a la terrible sobre la frecuencia con la que usa el hilo dental. En el pasado, el dentista promedio no se atrevía a preguntar sobre el comportamiento de su dormitorio, pero un nuevo estudio en el ” Journal of the American Dental Association ” sugiere que los dentistas deberían comenzar a hacer preguntas más personales para detectar un tipo de cáncer de boca.

Su dentista necesita saber acerca de una práctica que podría afectar su boca, lengua, garganta y amígdalas.

Los dentistas están comenzando a prestar más atención a esas áreas en otras para detectar cualquier signo de cáncer de la orofaringe que se haya propagado a través de prácticas íntimas. Un dentista puede preocuparse si un paciente tiene un dolor de garganta prolongado o un nudo en el cuello.

Dentistas e higienistas dentales

Los dentistas y los higienistas dentales pueden ser los primeros en detectar los síntomas del cáncer de la orofaringe ; por lo tanto, no es inusual que las preguntas personales hayan sido autorizadas. Ha habido barreras para hacer tales preguntas personales debido a la falta de privacidad en la mayoría de los consultorios dentales y el temor a la vergüenza por parte del paciente y el dentista.

Los dentistas han confesado que no lo mencionan porque es un tema tan delicado para hombres y mujeres.

Según el estudio, los dentistas y los higienistas dentales son personas clave para identificar y dejar que sus pacientes sepan lo que sospechan para que el tratamiento de ese tipo particular de cáncer pueda comenzar. La Dra. Ellen Daly recomienda entrenar a aquellos en la profesión dental sobre cómo manejar con tacto el delicado tema con sus pacientes.

Crecimiento de cáncer de garganta

Existe una propagación del cáncer de garganta y se ha convertido en un problema creciente. Sólo el 21 por ciento de los casos se registraron antes de 1990. La Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad informó que después de 2000, ese porcentaje creció a un número alarmante. La razón se remonta a las personas que se han vuelto más activas y más íntimas oralmente [VIDEO].

Con el fin de reducir el riesgo de cáncer de garganta, los dentistas tienen la responsabilidad de interrogar a los pacientes y aconsejarlos sobre los peligros. Los pacientes deben informar cualquier síntoma a un dentista o médico. En caso de que las personas no lo sepan, existe una vacuna que puede prevenir las cepas causantes de cáncer. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades lo recomiendan para aquellos que cumplen con ciertos criterios

 

FUENTE: http://mx.blastingnews.com/salud-belleza/2018/01/por-que-su-dentista-puede-preguntarle-sobre-su-vida-sexual-002300267.html

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Cómo cuidar los dientes ante un cáncer en la boca

MADRID. – Fumar y beber alcohol, juntos, potencian un 500% la posibilidad de un cáncer de cabeza y cuello; pero no se queda ahí este dato mayúsculo: los tratamientos para detener el avance tumoral en la cavidad oral (cirugía, radioterapia y quimioterapia) deterioran gravemente las encías, los dientes, con caries o pérdidas dentarias, y el hueso mandibular, con necrosis (ORN).

Un cáncer de cavidad oral se puede localizar en la zona labial; en el paladar duro, sin llegar hasta la campanilla; en el suelo de la boca, por debajo de la lengua; en los dos tercios anteriores a la lengua; y en todas las encías, hasta llegar a la zona de las amígdalas… y en la mayoría de los casos, por desgracia, se detectan en estadios avanzados.

“Nos aparecerán llagas o nódulos en las zonas señaladas, o tendremos dificultades para hablar o para mover la lengua o tragar”, apunta la doctora Lara iglesias, médico oncóloga del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.

“Si observamos estos síntomas -señala-, la mayoría de las veces nos estaríamos enfrentando a procesos benignos sin importancia; pero si transcurren siete o diez días, y estas heridas no remiten, convendría que nos viera un otorrinolaringólogo o una cirujana maxilofacial”.

Cabe recordar que los pacientes de cáncer de cabeza y cuello en estadios 1 y 2, es decir, cuando las lesiones son muy pequeñas, tienen una tasa de curación del 80% o 90%, por lo que es imprescindible acudir al médico cuanto antes al percibir algún señal de alarma.

Si el diagnóstico final es un cáncer en la boca, y dependiendo del tamaño de la tumoración y su diseminación, se efectuará, primero, un tratamiento quirúrgico “para quitar las partes blandas o duras afectadas por las neoplasias, recubrir con piel sana donde sea posible, cerrar las heridas abiertas tras la cirugía, dejando cicatrices, o implantar porciones de hueso de otras estructuras corporales en la mandíbula”, apunta la especialista.

La radioterapia no se queda atrás y ocasionará, antes o después, “más fibrosis -atrofia epitelial, acompañada de dureza- pérdidas en la cantidad y la calidad de la saliva (sequedad bucal o xerostomía); una situación determinante para debilitar las encías que aumentará, de paso, el número de caries en las piezas dentales”.

La “quimio”, siempre sistémica, llegará a la boca “aportando mucositis -inflamación de los tejidos- y, a largo plazo, una menor vitalidad de las encías”.

Para colmo, no se podrán obviar las náuseas, los vómitos, la anemia -disminución de glóbulos rojos-, la trombopenia -disminución alarmante de plaquetas-, las alteraciones en la piel o las diarreas.

Un paciente informado y tratado previamente afronta en mejores condiciones los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos a corto, medio y largo plazo; pero también es fundamental que prolonguen todas las medidas higiénicas.

Estos son algunos consejos prácticos para mantener la salud bucal:
1.- Descartar los azúcares, los alimentos pegajosos y los que contengan ácidos.
2.- Beber y enjuagarse la boca con frecuencia.
3.- Eliminar y evitar la formación de placa bacteriana.
4.- Limpiar los restos de alimentos de los dientes.
5.- Estimular el tejido gingival.
6.- Aportar fluoruros mediante pasta dentífrica.
7.- Cepillarse los dientes después de cada comida, sobre todo antes de dormir.
8.- Ser meticuloso en el cepillado durante tres o cuatro minutos: seguir un orden dentario y no olvidar encías y lengua.
9.- Usar cepillos de dientes con mango recto, cabeza pequeña y cerdas suaves. Cambiarlos con frecuencia. No emplear el mismo cepillo para dientes y prótesis, que son especiales.
10.- No se pueden utilizar objetos punzantes, como los palillos para extraer restos de comida.
11.- Los enjuagues bucales -indicados por los especialistas, y sin alcohol- son primordiales.
12.- Las prótesis dentarias se deben limpiar con sumo cuidado.

La mayoría de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello son varones con una media de edad de 48 años, con hábitos de tabaco y alcohol y con una higiene buco-dental muy descuidada. Si la zona hospitalaria engloba barrios o distritos económicamente deprimidos, la situación empeora.

Para la doctora Morales Vela “algo estaremos haciendo mal cuando un cáncer de cabeza y cuello se diagnostica en estadios 3 o 4, lo que se traduce en una supervivencia no superior a cinco años. Muchos de estos carcinomas, que aparecen en las mucosas orales, están a la vista”.

“Los especialistas en odontología tenemos que fijarnos en todos los detalles de la cavidad oral, más aún en personas en riesgo neoplásico -fumadores, bebedores-”, alerta.

“Los signos de alarma que refieren los pacientes,  como dolor bucal, zonas adormecidas o piezas dentales que se mueven, nos deben hacer sospechar, también, de un cáncer en la cavidad oral… y el diagnóstico precoz será la clave de su calidad y esperanza de vida”, concluye.

Fuente: EFE Salud

FUENTE: http://diariosalud.do/do/categoria-odontologia-estomatologia/17729-como-cuidar-los-dientes-ante-un-cancer-en-la-boca.html

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La necrosis pulpar o muerte del nervio del diente

Cuando una caries avanza de tal manera que alcanza el nervio del diente, comienza un proceso infeccioso que inicialmente genera la inflamación del nervio dental y con el paso del tiempo el nervio comienza a necrosarse hasta producirse la muerte del tejido nervioso.

Muerte del nervio del diente

Inflamación reversible del nervio

En un estadio muy inicial la inflamación puede ser reversible y tras la valoración del endodoncista, se puede controlar el proceso mediante la eliminación de la caries dental y la posterior restauración del diente con el material indicado. Por lo general esta restauración se lleva a cabo con materiales de composite.

Síntomas que indican que hay una inflamación reversible del nervio dental

Cuando existe una sensación de dolor al frio se vá tras retirar el estímulo que la produce, entonces por lo general el proceso será reversible tras la eliminación de la caries que lo produce.

Siempre que el individuo sienta una sensación de sensibilidad localizada con el frio, debe acudir de inmediato al dentista para valorar el diente afectado. Si acude a tiempo es posible que se pueda evitar el tratamiento del nervio dental.

Si el individuo pasa por alto esta sensación y no acude al dentista de inmediato, es cuestión de poco tiempo para que la caries avance y contacte directamente al nervio, afectándolo de forma irreversible.

Inflamación irreversible del nervio

Cuando el nervio queda expuesto de forma directa a la caries o al medio externo por algún tipo de fractura dental, este nervio quedará afectado de forma irreversible y no habrá otra solución para detener el proceso más que el tratamiento de conductos del diente.

Síntomas que indican que hay una inflamación irreversible del nervio dental

Cuando hay sensación de dolor al frío pero esta permanece un rato después de haber retirado el estímulo que la ha producido, el daño al nervio es irreversible.

Otro signo claro de una inflamación irreversible del nervio, es cuando se produce un dolor espontaneo sin que exista algún estímulo que lo produzca. En estos casos el paciente suele estar expuesto a un dolor dental muy fuerte que le impide realizar sus actividades cotidianas.

Una vez más la solución para el problema, es acudir de inmediato a un dentista especialista en endodoncia, para que valore el caso y lleve a cabo el tratamiento del nervio, evitando que se produzca la muerte del mismo y sucesivos procesos infecciosos que pongan en riesgo la estabilidad del diente en boca y la salud del paciente.

Necrosis pulpar o muerte del nervio

Cuando el paciente pasa por alto cualquiera de los síntomas descritos anteriormente y se automedica con analgésicos y antibióticos para controlar el dolor dental, comienza el proceso de necrosis del nervio afectado.

Una vez iniciada la necrosis o muerte del nervio no es posible detener el proceso, por ello el nervio debe ser tratado de inmediato para evitar infecciones que puedan generar abscesos o flemones que pongan en riesgo al diente y al paciente.

Síntomas que indican que hay una necrosis o muerte del nervio dental

Cuando el paciente sufre un dolor dental y este cesa de repente, existe la tendencia a creer que el problema ha desaparecido, pero no suele ser así. Por lo general lo que ocurre es que el nervio ha comenzado a necrosarse y solo es cuestión de tiempo para que la situación empeore, haciendo que el dolor sea mucho mayor al sufrido inicialmente.

En otros casos no hay dolor, pero si el diente es valorado radiográficamente, se observará como el proceso infeccioso e inflamatorio desencadenado por la necrosis del nervio a nivel del hueso produce la resorción o destrucción de este, poniendo en riesgo la estabilidad de diente en boca.

En los casos más severos las necrosis pueden generar infecciones tan importantes que ameriten el ingreso hospitalario del paciente.

Todo diente que presente dolor leve, moderado o severo; debe ser valorado por un endodoncista. Cuanto antes este sea tratado, mejor será su pronóstico y más sencillo su tratamiento.

Visitando periódicamente al dentista en la clínica dental, se evitarán procesos que puedan generar dolor, además las caries serán tratadas de forma conservadora, antes de afectar al nervio y evitando estos procesos de necrosis pulpar.

FUENTE: https://estudidentalbarcelona.com/la-necrosis-pulpar-o-muerte-del-nervio-del-diente/

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Hiperdoncia, causas y tratamientos

Dientes Supernumerarios llamados así a los dientes que salen de más. Se definen a los dientes supernumerarios o hiperdoncia como la existencia de un número excesivo de dientes en relación con la normalidad.

La hiperdoncia puede ser simple (aparecer solo un diente de más), múltiple (con la presencia de más de un diente supernumerario) o asociada a síndromes. Su origen se debe a alteraciones durante las fases de inicio y proliferación del desarrollo dental.

La presencia de dientes supernumerarios suele ser más común en la dentición permanente, y su prevalencia oscila entre el 0,1% y el 3,8%. Se ha observado que hay más casos reportados en el maxilar superior, sobretodo en la línea media. Los dientes supernumerarios aparecen de manera más común en hombres que en mujeres.

Los dientes supernumerarios en orden de frecuencia son:

  1. Mesiodens (diente supernumerario en línea media del maxilar).
    2.    Cuarto molar superior, distomolar superior o retromolar
  2.  Paramolares superiores.
    4.    Premolares inferiores
  3.  Incisivos laterales superiores.
    6.    Cuarto molar inferior.
    7.    Premolares superiores

Las causas que determinan la erupción de dientes supernumerarios son bastante desconocidas, pero existen varias teorías los relacionan con una hiperactividad de las células epiteliales embrionarias; esto puede ser debido a causas locales como por ejemplo traumatismos, infecciones o factores irritativos; o a causas de tipo más generales como por ejemplo disfunciones genéticas o enzimáticas o incluso debido a factores hereditarios.

Su etiología, también se relaciona con la teoría de la dicotomía, es decir, por una escisión del folículo dental, este proceso es debido a diferentes factores como traumatismos o mutaciones durante su proceso de evolución, el cual haya causado una división accidental del folículo dental en dos o más fragmentos.

Los dientes supernumerarios se pueden clasificar según:

Su localización:

  • Mesiodens: se encuentran entre los incisivos centrales superiores, son pequeños y por lo general tienen forma conoide, pueden ser únicos o múltiples, unilaterales o bilaterales.
  • El peridens o paramolar: se encuentra erupcionado en el área de los dientes posteriores es un diente pequeño,rudimentario que se localiza por bucal o lingual de los molares superiores.
  • Disto molar:es pequeño y rudimentario, se presenta detrás de los terceros molares y rara vez afecta la erupción de los dientes adyacentes.
  • Parapremolar:diente de premolar duplicado.

Por el número:

  • Único
  • Múltiples

Por el tipo de dentición:

  • Temporal
  • Permanente

Por morfología:

  • Normal: imitando la forma de los dientes normales (eumorficos)
  • Anormal: puede ser en forma conoide, tuberculado, suplementario o molariforme (dientes hetemorficos)

Los dientes supernumerarios, normalmente son asintomáticos y se descubren mediante un examen radiográfico o una inspección clínica rutinaria. Los dientes supernumerarios pueden erupcionar totalmente o de manera parcial, e incluso pueden quedarse incluidos en el hueso.

¿Cuál es el tratamiento de los dientes supernumerarios?

El tratamiento de los dientes supernumerarios dependerá de su morfología, posición, el efecto real o efecto potencial en los dientes vecinos, y deberá formar parte de un plan de tratamiento integral, donde el tratamiento a elegir para cada caso deberá ser analizado individualmente según cada caso.

El tratamiento de un supernumerario normalmente es la extracción, por motivos estéticos, funcionales, y para evitar las posibles complicaciones. En ciertos casos, la extracción debe ser quirúrgica, y en otros casos es necesario un tratamiento ortodóntico.

No existe un momento ideal para la exodoncia de los dientes supernumerarios, pero muchos autores han determinado que el momento ideal para la exodoncia de supernumerarios en la región anterior es aproximadamente a los 6-7 años de edad, cuando las raíces de los incisivos centrales están en desarrollo, pero no completamente formadas.

FUENTE: https://estudidentalbarcelona.com/hiperdoncia-causas-y-tratamientos/

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¿Qué es un quiste radicular y como se trata?

Un quiste es una cavidad anormal con contenido, que puede ser líquido, células, aire o una combinación, suele estar rodeada casi siempre por una pared de tejido conectivo y/o epitelio, el cual puede derivar éste del aparato odontogénico o haber sido incluido durante el periodo embrionario.

 Los quistes que se forman en los huesos maxilares pueden ser odontogénicos y no odontogénicos. Los quistes odontogénicos, están causados por residuos de dientes que no se han formado o correctamente. Los quistes no odontogénicos, son el resultado de procesos inflamatorios que se producen dentro de los dientes o alrededor de ellos.

Los quistes radiculares son los quistes más frecuentes dentro de los quistes odontogenicos inflamatorios. Se trata de lesiones periapicales que se producen por la degeneración pulpar. Puede ser una consecuencia de procesos cariosos o a traumatismos dentales. Este tipo de quistes son benignos y aun que pueden generar dolor, la mayoría de casos son procesos asintomáticos. Cuando se produce una lesión pulpar, se inicia un proceso inflamatorio dentro de la raíz del diente. Esta inflamación puede dar origen a una lesión apical con contenido líquido o semilíquido, pero recubierto por una membrana, es decir, un quiste radicular, además, puede cursar o no con sintomatología deformidad facial, aparición de trayectos fistulosos, desplazamiento de dientes adyacentes y afectación de regiones anatómicas colindantes.

El quiste radicular se diagnostica mediante radiografías periapicales, en la radiografía los quistes se observan como una lesión radiolúcida (negras) con los bordes bien delimitados por una delgada línea blanquecina, de forma redondeada u ovalada. Su tamaño puede variar, desde un tamaño muy pequeño hasta lesiones muy grandes, pudiendo llegar a producir la movilidad de los dientes vecinos a la lesión.

El quiste radicular odontogénico se recoge con mayor incidencia en el sector anterior del maxilar y en el sector posterior de la mandíbula. Y dentro de la arcada, se localizan con más frecuencia en el ápice de los dientes, lateralmente a la raíz de los dientes, o pueden quedarse en el tejido óseo después de extracción dentaria si no se ha visto previamente.

El quiste radicular aparece en igual medida en ambos maxilares, se puede presentar en cualquier edad y no muestra preferencia por sexo. Cuando hay un caso de un quiste radicular, el paciente puede llegar a experimentar además de un proceso inflamatorio, un absceso dental, celulitis o incluso una fístula.

Este tipo de quistes se observan acudiendo al dentista, una vez se ha diagnosticado el quiste radicular y se ha determinado si es debido de un proceso infeccioso o no, se procederá a realizar el tratamiento. El tratamiento del quiste radicular, consiste en la exeresis del quiste y si es necesario, se realiza la endodoncia del diente afectado

Si el origen del quiste es un proceso infeccioso, deberá realizarse la endodoncia del diente en cuestión, es decir se llevará a cabo el tratamiento de los conductos radiculares. Una vez hecha la endodoncia se tendrá que controlar. En el caso que el quiste no remitia, se requerirá la extirpación quirúrgica de la lesión radicular.

Si un paciente acude a la consulta con un tratamiento de endodoncia ya realizado, pero presenta una lesion radicular, el tratamiento que se llevará a cabo será la reendodoncia del diente afectado.Se repetirá el tratamiento de conductos siguiendo el correcto protocolo para que el tratamiento tenga éxito. Pero si, aun así, si tras el tratamiento de la reendodoncia, la lesión aun no desaparece, entonces se procederá a la extirpación quirúrgica del quiste.

El pronóstico de estos tratamientos, es altamente favorable, aunque pueden recidivar si no se realiza la adecuada exéresis del quiste, el tratamiento del diente afectado o ambas cosas.

FUENTE: https://estudidentalbarcelona.com/que-es-un-quiste-radicular-y-como-se-trata/

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Caries en el anciano

Existen algunos factores de riesgo en la aparición de la caries dental, tales como:

  • radiación de cabeza y cuello
  • boca seca
  • higiene oral inadecuada
  • una exposición deficiente de fluoruro tópico
  • ingesta elevada de bebidas o alimentos azucarados
  • asistencia a consulta por sintomatología
  • condición socioeconómica en el acceso a servicios de la salud

Algunos factores de riesgo a nivel intraoral:

  • hiposalivación/indicadores de boca seca
  • pulpa expuesta, ulceras, fistulas, absceso u infección dental
  • experiencia de caries y lesiones activas
  • placa dental; la existencia de una biopelicula en áreas de retención
  • aparatos, restauraciones y otras causas de aumento de retención de la placa bacteriana
  • superficies radiculares expuestas

Fisiopatología de las caries en el paciente mayor:

La caries dental es una enfermedad infecciosa y multifactorial que se caracteriza por ser un proceso dinámico de desmineralización y remineralización que ocurre en la superficie del diente como producto del metabolismo bacteriano e influenciada por otros muchos factores, biológicos, conductuales y sociales, cuya expresión clínica es la destrucción localizada y progresiva de los tejidos duros dentarios.

No todas las bacterias de la biopelícula dental tienen un papel activo en la aparición de la caries dental. Las características que hacen que una bacteria tenga potencial cariogénico:

  • Capacidad de transportar rápidamente los azucares cuando entra en competencia con otras bacterias y de convertir rápidamente los azucares en ácidos (poder acido-génico).
  • Capacidad de mantener metabolismo de los hidratos de carbono en condiciones extremas bajo pH.
  • Capacidad de sintetizar polisacáridos intra y extracelulares que contribuyen a tomar matriz de la biopelicula y que pueden ser movilizados cuando no hay disponibilidad de azucares.

Los ácidos producidos por bacterias al metabolizar los hidratos de carbono de la dieta producen la desmineralización del esmalte, dentina y cemento y por tanto desestructuración de los tejidos.

La caries dental puede ser debida a una acumulación de placa bacteriana en las áreas retentivas de la anatomía del diente, existen diferentes factores que influyen:

  • La atracción, abrasión, erosión y abfracción remodelan las superficies dentarias suavizando cúspides, rebordes marginales, surcos y fisuras, produciendo una disminución de la retención de placa que protege al diente de las caries de superficies oclusales.
  • La exposición de la raíz dentaria provocada por la recesión gingival y perdida de soporte periodontal deja al descubierto el cemento radicular, de superficie rugosa, facilitando la retención de placa dental y favoreciendo la aparición de lesiones cariosas.
  • El desgaste de las restauraciones, fracturas en el margen de las restauraciones y la existencia de filtraciones, producen la aparición de zonas retentivas de biopelicula que aumentan la incidencia de caries secundarias o recidivantes en los pacientes
  • Xerostomía.
  • Déficit de higiene oral.

Los factores que determinan el potencial cariogénico de la dieta son:

  • La cantidad de azúcar consumida
  • El patrón de ingesta
  • El momento de la ingesta
  • Las propiedades físicas y químicas de los alimentos
  • El tipo de hidratos de carbono
  • La presencia o no de factores protectores

FUENTE: https://estudidentalbarcelona.com/caries-en-el-anciano/