El gusto es uno de los cinco sentidos de nuestro cuerpo, que se suma al tacto, la vista, el oído y el olfato. Para sentir distintos sabores, la lengua cuenta con alrededor de 10 mil papilas gustativas, que se conectan al cerebro y envían las sensaciones de las comidas. Las papilas están ubicadas en distintas zonas de la lengua y, de acuerdo con esas zonas, cada parte de ella es capaz de detectar uno de los sabores básicos: dulce, salado, ácido o amargo.
Conoce tres curiosidades sobre el sentido del gusto:
Comer más significa disfrutar menos: La obesidad está directamente relacionada con un cambio en el sentido del gusto, ya que se pierden papilas gustativas relacionadas con el área de los sabores dulces, y las que quedan responden pobremente.
Envejecer es malo para la lengua: A medida que envejecemos, nuestra respuesta a los diferentes sabores cambia: cuando somos jóvenes nos gustan más los sabores dulces frente a los amargos, mientras que cuando envejecemos pasa justamente lo contrario.
El exceso siempre es malo: Las papilas gustativas de los animales hacen que, a pesar de que les gusten todos los sabores, rechacen los alimentos demasiado salados, amargos o ácidos. Y por si fuera poco, los animales genéticamente modificados no pueden sentir cuando están comiendo algo demasiado salado.