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No tomar agua podría causar mal aliento y otras enfermedades

Tomar agua aporta numerosos beneficios. Entre ellos, mantiene los niveles correctos de minerales, estimula la salivación y ayuda a limpiar toda la boca y los dientes. En el agua también encontramos una gran cantidad de

fluoruro, esencial para la prevención de la caries. La saliva, que es la más beneficiada por la ingesta de agua, ayuda la digestión, la eliminación de bacterias y la prevención del mal aliento, así como evita la caries dental.

Cuando no tomamos suficiente agua, el flujo de saliva disminuye, lo que aumenta la cantidad de restos de alimentos entre los dientes

Tomar agua aporta numerosos beneficios. Entre ellos, mantiene los niveles correctos de minerales, estimula la salivación y ayuda a limpiar toda la boca y los dientes. En el agua también encontramos una gran cantidad de fluoruro, esencial para la prevención de la caries. La saliva, que es la más beneficiada por la ingesta de agua, ayuda la digestión, la eliminación de bacterias y la prevención del mal aliento, así como evita la caries dental.

Lo que recomiendan los expertos es que uno consuma de entre 2,5 a 5 litros de agua al día. ¿Pero qué pasa cuando uno se olvida de tomar agua? Cuando no tomamos suficiente agua, el flujo de saliva disminuye, lo que aumenta la cantidad de restos de alimentos entre los dientes y, con ello, la posibilidad de desarrollar caries y problemas periodontales, además de halitosis.

“La falta de agua también provoca una dificultad para tragar la comida, lo que daña la digestión. Si el proceso de digestión empieza mal por la boca, todo el resto se verá afectado”, advierte Alexandre Bussab, cirujano-dental de la clínica Dental Saúde, en Brasil.

La saliva en exceso y en falta

Según el experto, algunas situaciones o sustancias conocidas causan sequedad en la boca, pero que se pueden evitar, tales como los cigarrillos, alimentos con mucha sal, estrés, miedo, ansiedad, diabetes y algunos medicamentos. Cuando comemos un chicle o sentimos el olor de un alimento sabroso, en nuestras bocas se incrementa la producción de saliva. “Esto se debe a que el sistema nervioso central asocia el olor de la buena comida con la alimentación y envía estímulos a las glándulas salivales para aumentar su producción, a espera de la comida”, dice Bussab. En los bebés, la saliva excesiva es una señal de que un diente va a nacer.

La saliva artificial

Para aquellos que tienen problemas con la salivación natural, ya existe una opción: la saliva artificial, disponible en el mercado farmacéutico. Estos estimulantes se venden comúnmente en forma de spray y pueden ser usados en la boca varias veces al día, terminando con los síntomas de la sequedad bucal.

FUENTE: TERRA COLOMBIA