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Una mala alimentación e higiene deficiente conducen al complejo bucomaxilofacial

ÚN.-La salud bucal es uno de los principales componentes de la salud general y tiene mucha más importancia de la que podemos imaginar, ya que puede afectarnos en muchos aspectos de nuestra vida, y a su vez, nuestra vida diaria puede afectar directa y negativamente a nuestra salud bucodental.

De acuerdo al odontólogo Carlos Rauseo, la vida diaria del venezolano se ha visto influenciada por los malos hábitos de la vida moderna.

“Sin irnos a los extremos como el tabaquismo, alcoholismo y drogadicción, una mala alimentación e higiene deficiente es mas que suficiente para el complejo bucomaxilofacial”, dijo el especialista venezolano.

Rauseo comenta que esto queda comprobado cuando a diario las persona, por tener tiempo para sentarse a comer con tranquilidad o para cocinar en casa, opta por la comida preelaborada y rápida. “La comida fácil, procesada y chatarra es rica en grasas, azucares y harinas refinadas”, añade el artículista del portal “A tu salud”.

Recordó que los azúcares son el “alimento” de las bacterias que pueden colonizar la boca y provocar la erosión del esmalte dental. “Además cuando tomamos bebidas carbonatadas o gasificadas la acidez que aportan favorece al debilitamiento y destrucción del esmalte dental, y si este perfecto clima para las bacterias se prolonga y no se interrumpe con una adecuada higiene bucal,  puede provocar la caries dental y la enfermedad periodontal”.

Destacó la preocupación que existe en el seno del gremio odontológico, ya que cada vez son mas los pacientes que acuden a consulta con caries en edades muy tempranas producto de una mala alimentación y, a su vez, por aquellos malos hábitos que provocan la falta de higiene bucal.

“Es importante saber elegir correctamente lo que comemos cuando estamos fuera de casa, y si estamamos obligados a hacerlo,  tenemos que saber y tener presente de que manera podemos aminorar los resultados negativos”.

Aconsejó que, para evitar la proliferación de caries, mantener una higiene dental adecuada y utilizar el cepillo e hilo dental después de cada comida. También es necesario cuidar la alimentación añadiendo flúor a la dieta diaria, vitaminas K, B2, C y K, alimentos ricos en fibra, frutas, proteínas, entre otros.

“Las visitas al odontólogo tendrían que ser dos o tres veces al año y así mantener tu salud bucal en perfecto estado. Recuerda que salud no es ausencia de enfermedad, salud es un completo estado de equilibrio y bienestar entre lo físico, psicológico y social tomando en cuenta la estética”.

FUENTE: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/comunidad/una-mala-alimentacion-e-higiene-deficiente-conducen-al-complejo-bucomaxilofacial/

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La gingivitis y la periodontitis no están causadas por las mismas bacterias

La gingivitis es una enfermedad infecciosa de origen bacteriano caracterizada por la inflamación y sangrado de las encías. Una enfermedad que, de no ser tratada adecuadamente, puede derivar en la aparición de una periodontitis, esto es, la consabida ‘enfermedad de las encías’ –comúnmente conocida como ‘piorrea’– que, mucho más grave, puede conllevar la destrucción de la masa ósea que sustenta las piezas dentales y, por tanto, la pérdida irreversible de los dientes. Sin embargo, parece que la periodontitis no es una fase más avanzada de la gingivitis. Y es que como muestra un estudio dirigido por investigadores del Colegio Universitario de Londres (Reino Unido), la periodontitis puede ser causada por unas bacterias que no tienen nada que ver con la gingivitis.

Como explica Liam Shaw, director de esta investigación publicada en la revista «Applied and Environmental Microbiology», «nuestros resultados confirman que la periodontitis no puede ser simplemente considerada como un estado avanzado de la gingivitis, ni siquiera cuando solo se tiene en cuenta la placa supragingival».

Origen diferentes

El objetivo de este estudio internacional fue evaluar la composición del microbioma oral en todas las fases de progresión de la gingivitis y de la periodontitis. Y para ello, contaron con la participación de 996 mujeres con una o ambas enfermedades periodontales de Malawi –país en el que, como indican los propios autores, «las infecciones orales son ciertamente comunes».

Concretamente, los autores emplearon la técnica de secuenciación del ARN ribosómico 16s para caracterizar la composición bacteriana de las muestras de la placa supragingival de las participantes. Y de acuerdo con los resultados, la diversidad y número de especies bacterianas fue significativamente superior en los casos de gingivitis que en los de periodontitis. Y lo que es más importante: algunas de las especies bacterianas solo se encontraron en la periodontitis, pero no en la gingivitis.

Como apunta Liam Shaw, «observamos que un pequeño número de especies se asociaron a la periodontitis pero no a la gingivitis. Unas especies entre las que se encuentran algunas de los géneros ‘Prevotella’, ‘Treponema’ y ‘Selemonas’. Es decir, nuestros hallazgos refuerzan las evidencias que apuntan a un modelo de enfermedad más complejo que la simple progresión lineal a partir de la gingivitis».

Diagnóstico rápido y barato

A día de hoy, la periodontitis es comúnmente diagnosticada mediante la medición de la profundidad de las bolsas o espacios infecciosos que aparecen en las encías junto a las piezas dentales.

Sin embargo, y en opinión de Ulla Harjunmaa, co-autora de la investigación, «no es posible diagnosticar visualmente la periodontitis, que generalmente no se acompaña de ningún síntoma hasta que ya ha progresado hasta el punto de que los dientes ‘se mueven’, lo que implica que es muy tarde para cualquier tratamiento».

En consecuencia, el diagnóstico de la periodontitis debe ser llevado a cabo por profesionales especializados y con el uso de equipos muy caros que, desafortunadamente, no se encuentran disponibles en muchos países. De ahí la importancia, como sugiere el estudio, de poder realizar un diagnóstico diferencial de la gingivitis y de la periodontitis a partir del análisis de las bacterias causantes de cada una de las enfermedades, lo que resultaría mucho más rápido y, sobre todo, barato.

Como concluye Ulla Harjunmaa, «nuestro trabajo posibilita establecer qué diferencias en las bacterias se asocian específicamente a la profundidad de las bolsas dentales –lo que causa la pérdida de los dientes– más que a los sangrados de las encías».

FUENTE: http://www.abc.es/salud/sepa/abci-gingivitis-y-periodontitis-no-estan-causadas-mismas-bacterias-201610070934_noticia.html

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Los dientes de leche nacen más tarde de lo que se pensaba

Estudio realizado en 1.250 niños y niñas de entre 3 y 42 meses

Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han descubierto que los dientes primarios aparecen más tarde de lo se consideraba hasta ahora, de forma que el primero en nacer es el incisivo central derecho inferior, a los 11 meses, y el último, el segundo molar izquierdo superior, que aparece a los 33 meses.

Los dientes primarios, conocidos popularmente como dientes de leche por poseer un color más claro que los permanentes, nacen más tarde de lo que se estimaba hasta ahora. Así lo revela una investigación dirigida por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). «En nuestro estudio, realizado sobre el tamaño muestral más amplio de los llevados a cabo en España, hemos observado que la cronología eruptiva de la dentición primaria se produce algo más demorada de lo que se venía considerando», explica el Dr. Manuel Joaquín de Nova, profesor del Departamento de Estomatología IV de la UCM.
El trabajo, publicado en la revista European Journal of Paediatric Dentistry, analizó el proceso de dentición primaria en 1.250 niños españoles (623 chicas y 627 chicos) de entre 3 y 42 meses, procedentes de diferentes guarderías de la Comunidad de Madrid.

El proceso de erupción

En total, el proceso de erupción de los dientes primarios se prolongó una media de 22 meses. El primero en nacer fue el incisivo central derecho inferior, en torno a los 11 meses, y el último, el segundo molar izquierdo superior, a los 33 meses.

Habitualmente, se considera que la aparición de los incisivos centrales y laterales primarios preceden al primer molar, algo que no se ha confirmado en esta investigación. «En nuestro estudio, el nacimiento del primer molar se produjo antes de la erupción de los incisivos laterales mandibulares», destaca el doctor de Nova.

En cuanto a diferencias entre niños y niñas, en los varones aparecieron antes los caninos, los incisivos centrales inferiores y los segundos molares. Sin embargo, no son diferencias cronológicas clínicamente importantes, según los autores. «Son de una magnitud temporal tan escasa que difícilmente pueden ser relevantes en el ámbito clínico si tenemos en cuenta que el desarrollo humano está sometido a una variabilidad individual que debemos considerar normal», subraya el profesor de la UCM.

Indicadores de salud

La cronología de este proceso dental es un indicador de normalidad en el desarrollo de los niños y sus variaciones pueden alertar a los profesionales sanitarios de que algo no va bien en la salud del menor. «La erupción de los dientes es un proceso más del desarrollo del niño y, como tal, obedece de forma muy significativa a los factores genéticos. Junto a ellos, también influyen otros como el sistema endocrino o la nutrición», señala el investigador.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2016/03/los-dientes-de-leche-nacen-mas-tarde-de-lo-que-se-pensaba-58504/

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¿Cómo prevenir la fobia dental?

Desde siempre, la Odontología ha estado asociada a dolor y miedo al dentista (1). El dolor de muelas ha sido uno de los dolores más insoportables para la población.

La situación dental no es neutra (2), muy al contrario, es una situación que el paciente va a experimentar como novedosa y ante la cual no sabemos cómo va a ser capaz de reaccionar. Todo ello, unido a lo que ha oído de otras personas o lo que ha podido experimentar, provoca que sea una situación ansiógena.

Nuestra labor es hacer que la experiencia del paciente (3), desde que llama para pedir cita hasta que finaliza su tratamiento dental, sea lo menos traumática posible y quede un recuerdo satisfactorio.

La fobia dental es un tipo de ansiedad incapacitante y bloqueante de un nivel tan alto que quien la padece no puede afrontar la situación odontológica (4), evitándola todo lo que puede. Estos pacientes prefieren perder todas sus piezas dentales y seguir con el dolor, antes que acudir al dentista. Lo más frecuente es encontrarnos con el paciente fóbico en una situación bucodental muy decadente.

A partir del control del dolor con anestésicos locales, el entorno odontológico continuó siendo molesto al paciente debido a otra serie de factores condicionantes de fobia: ruido, olores, postura, sensación de estar anestesiado… Hoy en día, la clínica dental sigue siendo un entorno poco agradable, al menos, para la población (5).

A pesar de las mejoras en los tratamientos dentales (anestesia, mayor profesionalidad del equipo odontológico, etc.), asisten a consulta pacientes con distintos grados de ansiedad. Y un dato a tener en consideración, el 9% de la población evita ir al dentista por miedo a distintas variables de la situación odontológica (6-8).

Poco a poco, se van eliminando o suavizando estas variables, pero algunas de ellas no se pueden cambiar por lo que hay que enfrentarlas. La reacción del paciente ante la situación dental variará dependiendo de su estado emocional. Igualmente su comportamiento, su receptividad a nuestras instrucciones y su sensibilidad dolorosa frente a las distintas maniobras terapéuticas variarán de un paciente a otro.

La fobia dental es un problema tanto para el paciente, ya que es un gran obstáculo para poder mantener una correcta salud bucodental; como para el odontólogo, que se siente impotente ante una correcta atención a la fobia del paciente (9).

Desde 1995, PsicoDent aborda este problema con un equipo de psicólogos especializados en su tratamiento y en el conocimiento especializado del entorno odontológico, alcanzando tasas del 100% de eficacia en el tratamiento de reducción de la ansiedad. Todo el mundo se siente mejor después del tratamiento, tiene menos miedo al dentista. Y lo que es más importante, el 90% de los pacientes se realiza el tratamiento dental planificado. El tratamiento de fobias lo tiene que realizar un psicólogo clínico especializado y con conocimiento sobre esta fobia. Sólo así el tratamiento tiene eficacia. El equipo dental puede y debe colaborar en la prevención de la fobia dental.

En una ocasión tratamos a una paciente con fobia dental que no entendía por qué tenía esta fobia y no era capaz de ir al dentista, ya que anteriormente llevaba toda su vida acudiendo a la clínica dental a realizarse un tratamiento de ortodoncia. Tenía 47 años. Buscamos el estímulo que había podido desencadenarle esa fobia. Suponíamos que había sido algo muy sutil diferente al dolor, diferente al ruido, diferente a lo que típicamente se considera que produce una fobia.

Por ello le preguntamos acerca de cómo había sido el trato recibido por el equipo dental las últimas veces que había acudido al dentista. La paciente se quedó impactada con la pregunta porque se dio cuenta inmediatamente de que eso era lo que había provocado su malestar. Se había cambiado de ciudad y, como no conocía a ningún dentista, entró a un centro dental muy grande. Nada más entrar nadie le preguntó ni se dirigió a ella por su nombre, la llevaron de un gabinete dental a otro sin mirarle siquiera a los ojos y se sintió poco atendida, muy insegura y sola. Eso es lo que le originó fobia dental.

Esta es la parte que podemos cuidar en nuestras clínicas dentales. Como comentaba antes, conocer el nombre del paciente, acompañarle, preguntarle, que la persona sienta que en ese momento sólo se está atendiendo a su situación de salud dental… eso produce un bienestar que hace que fidelicemos al paciente y que vuelva. Si una persona está a gusto en la clínica dental, volverá. Y esto lo produce el trato con el paciente, no el dolor, porque el paciente ya sabe que le puede molestar un tratamiento y está preparado para ello. Lo que no acepta es que no se le trate con respeto, con aceptación y con interés.

No quiero decir con esto, ni mucho menos, que el equipo dental no sepa tratar al paciente. Pero sí ocurre en muchas ocasiones, sin darnos cuenta, que cuando hay tanto trabajo se descuida la atención personalizada al paciente (10).

Medidas preventivas de fobia dental

1. Poner música. Que se oiga lo menos posible la turbina.
2. Ambientador o ventilar. Que huela lo menos posible a ‘dentista’.
3. Esperar al efecto de la anestesia. No comenzar el tratamiento sin comprobar que la zona está anestesiada.
4. Ver lo menos posible. Si el paciente no ve la aguja, mejor.
5. No dejar pasar acompañantes a mirar en determinados tratamientos complejos, porque duele más verlo desde fuera que lo que realmente siente el paciente.
6. Dar al paciente sensación de control. Podemos parar cuando él nos diga.
7. Crear un clima de confianza y respeto. Sabe que puede decirnos cómo se siente, que va a ser aceptado y respetado.
8. El paciente tiene que saber que para nosotros él es importante. Llamarle por su nombre, escucharle, atenderle.
9. Que no tenga que esperar tiempo en la sala de espera.
10. Que salga del gabinete dental más relajado de como ha entrado.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2013/10/como-prevenir-la-fobia-dental-45810/

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Decálogo para una buena comunicación con el paciente

La comunicación es un intercambio de sentimientos, opiniones, o cualquier otro tipo de información mediante el habla, la escritura u otro tipo de señales (1).

En el comportamiento comunicacional debemos ser asertivos, sin agredir ni someter la voluntad de otras personas, sino que manifestamos nuestras convicciones y defendemos nuestros derechos (2).

Los seres humanos se comunican mediante el empleo de códigos. El más frecuentemente empleado es el lenguaje oral, pero hay otros no menos importantes como es la comunicación no verbal.

En cualquiera de estos tipos de comunicación, siempre existe un emisor del mensaje, otro receptor, y un canal de comunicación.

En los mensajes que se intercambian los seres humanos se transmiten dos tipos de información (3):

– una información útil para realizar acciones, para conocer situaciones, noticias, etc. sin ninguna carga afectiva aparente.
– una información en la que, de alguna manera, el que emite deposita en el que recibe el mensaje alguna forma de confianza, delegación de trabajo, responsabilidad, etc.

La Odontología es una profesión relacional, esto quiere decir que en ella se entabla comunicación con todo tipo de personas: ansiosas, sumisas, depresivas, escépticas…

Es importante, por tanto, saber manejar la comunicación: todos sabemos hablar pero es esencial aprender a comunicar.

Cuando se habla de comunicación se incluye siempre la comunicación verbal (el contenido) y la comunicación no verbal (la forma, el complemento del contenido en la comunicación).

En ocasiones, la información verbal y no verbal es contradictoria. Siempre la información no verbal es la más sincera (4).

¿Cómo mejoraremos nuestra comunicación?: prestando atención a la expresión verbal y no verbal del profesional y prestando atención a la expresión verbal y no verbal del paciente.

Hay que dar verbalmente todas las explicaciones necesarias al paciente respecto a la patología que presenta y el plan de tratamiento que hemos propuesto, empleando un lenguaje claro y comprensible para él, apoyándonos en cuantos medios diagnósticos estén a nuestra disposición, tanto orales, como escritos o visuales.

La comunicación no verbal es sumamente importante porque, en la mayoría de las ocasiones, delata a aquel que no quiere expresar de palabra lo que está sintiendo o pensando. El lenguaje no verbal transmite el estado de ánimo de la persona: desinterés, rechazo, miedo, ilusión, motivación, etc.

En todas las culturas y razas, los antropólogos han concluido que los gestos que expresan estos sentimientos son perfectamente identificables (5). El conocimiento de esta comunicación no verbal aporta una cantidad de información importante si se sabe interpretar.

Transmite más y más sinceramente (verbalmente responde «sí» cuando le preguntas si le das hora para la próxima semana, pero de forma no verbal expresa sus dudas a asistir a la próxima cita, por ejemplo, cuando su tiempo de respuesta es lento: responde «sí» después de unos segundos o dirigiendo su cuerpo hacia la salida escuchando de forma distraída).

Es muy importante observar la comunicación no verbal del paciente ya que recoge la información que quiere y que no quiere proporcionar.

Además, es muy importante que el odontólogo controle su expresión no verbal. El odontólogo puede creer que porque lleva una mascarilla está «escondido» detrás de ella; pero debe permanecer alerta ya que la mirada del propio dentista expresa su estado de ánimo.

Durante los próximos meses vamos a ir desarrollando habilidades prácticas sobre cómo debemos comunicarnos correctamente con los pacientes tanto en nuestra forma de comunicación verbal como no verbal.

Bien utilizado, saber comunicar es el mejor recurso que se tiene para motivar, relajar, dar confianza, convencer, recibir colaboración, respeto, puntualidad… (6).

Decálogo para una buena comunicación

1. No hablar distraídamente con otros compañeros o entre el doctor y el higienista o la auxiliar cuando el paciente está en el sillón: sentirá que no es el centro de atención.

2. El profesional y el personal de la clínica no deben contar sus problemas al paciente porque no le interesan.

3. Distraer a los pacientes cuando estén nerviosos hablando de otros temas de conversación diferentes al acto clínico que estemos realizando: hijos, deporte, vacaciones…

4. La auxiliar debe ser la aliada con el paciente frente a la situación desconocida y guiarle en lo que tiene que hacer: «Yo voy a estar contigo, voy a facilitarte las cosas y a acompañarte».

5. La auxiliar debe presentarse cuando vea a la persona por primera vez y presentar al doctor para ir creando un clima conocido y más cómodo. El personal de la clínica debe tratarse siempre de usted delante de los pacientes y a los pacientes, a no ser que ellos den permiso para no hacerlo.

6. Presentarle los estímulos de manera secuencial, poco a poco, sabiendo que «a mayor número de estímulos, menor es la atención y el aprendizaje». No agobiarle.

7. Adaptarse al ritmo de cada paciente. Darles tiempo para modificar su conducta, valorando las capacidades y posibilidades de cada paciente. Hay pacientes que progresan rápidamente y otros pacientes a quienes les cuesta más.

8. Informar al paciente sobre cuánto tiempo tendrá que esperar: 5, 10, 15 minutos…

9. Ser respetuosos y tolerantes con los pacientes, no haciéndoles sentirse mal abusando de los castigos como reñirles por no cepillarse, manteniendo siempre una actitud cordial y considerada para poder ganarse su confianza.

10. Estar en contacto lo más permanente posible con los miembros del equipo, conociendo todos perfectamente las características y particularidades de cada paciente, su nombre, el tratamiento que se va a realizar, sus inquietudes y expectativas.

Terminología de Odontología Emocional

Agresividad: Comportamiento comunicacional en el cual la persona provoca, con su conducta, incomodidad, irascibilidad y malestar en el que recibe su comunicación. El paciente agresivo está preparado para el ataque y a todo lo que se le plantee le va a poner pegas.
Atributos intangibles: características o cualidades de un servicio odontológico que lo definen en la mente del paciente, transfiriendo en él una satisfacción añadida como seguridad, confianza, prestigio, etc.
Banco de imágenes: archivo de imágenes fijas o animadas, en soporte fotográfico, fílmico o digitalizado, que podemos emplear para mejorar la comunicación con los pacientes.
Identidad corporativa: percepción y representación afectiva o racional que los pacientes tienen de una Clínica Dental.
Sumisión: Comportamiento comunicacional en el cual la persona se somete a la voluntad de otras. Al paciente sumiso le cuesta dar su opinión y la cambiará al escuchar la nuestra.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2014/03/decalogo-para-una-buena-comunicacion-con-el-paciente-47916/

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Protocolo de actuación ante el paciente ansioso

La reacción del paciente ante la situación dental variará dependiendo de su estado emocional (1). Igualmente su comportamiento, su receptividad a nuestras instrucciones y su sensibilidad dolorosa frente a las distintas maniobras terapéuticas varían de un paciente a otro.

La psicología diferencia entre dos conceptos:

Ansiedad: reacción emocional (tensión, malestar, sudoración…) producida por la percepción y anticipación de un peligro o amenaza.

Temor: tensión ante una causa real.

Hago esta aclaración para dejar claro que puede existir malestar (tensión, miedo…) en el paciente, a pesar de que la situación no sea «realmente» amenazante. Por tanto, tenemos que tener presente que el paciente verdaderamente lo está pasando mal, aunque la situación no lo justifique, como, por ejemplo, ante una simple revisión bucal (2).

En el miedo interviene más la interpretación que cada uno hacemos de la situación que de la situación en sí misma.
Existen distintos grados de ansiedad (3):

–Ansiedad adaptativa: se refiere a un cierto grado de activación «normal» que se produce para poder afrontar de forma efectiva una situación nueva o desconocida (4). Nos prepara para poder poner nuestros recursos a nuestra disposición y solucionar o afrontar la situación de la forma más efectiva posible.

–Ansiedad media-alta: la ansiedad es menos adaptativa porque es tan alta que no nos permite utilizar nuestros recursos al cien por cien (5). Aunque no es tan alta como para huir de la situación que crea el sentimiento y se consigue afrontar, pero experimentando más ansiedad de lo que la situación en sí requiere.

–Ansiedad incapacitante-bloqueante (fobia dental): es tan alta la ansiedad y el miedo que uno se siente incapaz de afrontar la situación y se evita tener que afrontarla todo lo que se puede (6). Estos pacientes prefieren perder todas sus piezas dentales y seguir con el dolor antes que asistir al dentista. Lo más frecuente es encontrarnos con el paciente fóbico en una situación bucodental muy decadente o, lo normal es que ni siquiera se presente.

A pesar de que, paradójicamente, el paciente obtiene lo que teme con su conducta de miedo (más dolor, más tiempo de consulta, más molestias), muchas veces, sobre todo cuando la ansiedad es muy alta, el paciente no puede tranquilizarse con solamente unas palabras cariñosas del equipo odontológico. Cuando alcanza índices muy elevados de ansiedad, el paciente necesitaría seguir un tratamiento psicoterapéutico en el que aprenderá a eliminar la ansiedad.

Sin embargo, cuando la ansiedad es menor, unas buenas habilidades del equipo sí pueden hacer que la experiencia odontológica sea más positiva y reducir con ello el temor a la situación odontológica (7,8).

Cuando los pacientes presentan síntomas evidentes de nerviosismo, debemos tratar de tener un tacto especial y permanecer muy atentos a sus reacciones y temores.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ANTE EL PACIENTE ANSIOSO:

1. Prevenir la evitación, huída, escape (evitar que el paciente no acuda a la cita):

Continuidad de citas, lo más próximas.
Atenderles lo antes posible sin hacerles esperar.
Que no se vayan sin exponerse algo a la situación dental. Lo más probable es que el paciente, dependiendo de su grado de fobia, no quiera hacerse nada.
Duración de consulta corta, pero que permanezca en la situación dental el tiempo suficiente como para que el organismo pueda reducir su malestar y desensibilizarse a la situación odontológica.
Que experimenten la situación lo menos molesta posible.
Que se vayan con el mejor recuerdo posible.

2. Detectar qué estímulos le provocan la fobia y manejarlo, buscando, junto con el paciente, una solución más cómoda.

3. Cuidar mucho la comunicación verbal y no verbal:

No dar señales de aburrimiento, fastidio, dolor próximo, cuchicheos o miradas entre el equipo.
¡No dejar solo al paciente! (no sólo físicamente).
Estar en comunicación constante con el paciente y al corriente de su bienestar.
Ser asertivo: «sería bueno», «conviene», «yo haría», «le vendría bien», «suele ser mejor»…

4. Ir dando información al paciente durante el tratamiento: lo que va a pasar, lo que va a molestar o no, cuándo, cuánto tiempo… (si aún así el paciente no acepta el tratamiento, no se hace). Si la ansiedad se produce ante un estímulo novedoso, que conozca el entorno dental: los instrumentos que vas usando, para qué sirven, qué va a sentir. «Saber» permite controlar la situación y relaja.
Ejemplo: cuando cogemos la cánula de aspiración le diremos que no produce ninguna molestia y que sirve para aspirar el agua que se expulsa por la turbina.

5. La distracción es una técnica útil y rápida. Tranquilizar con palabras y gestos, como una sonrisa o un chiste oportuno, bromeando con la situación. Reír produce una inmediata sensación de bienestar, por lo que es un potente remedio contra el estrés y el nerviosismo.
Ejemplo: cuando el paciente está tenso y se lleva un rato trabajando en la boca, simplemente preguntándole: «¿qué tal?, ¿está vivo?»; el paciente sonríe y se tranquiliza un poco.
Tratar de hablarles de temas que les interesen, de sus hijos, su trabajo, su actividad de ocio, deportes, etc.; que mire a un punto fijo…

6. Tranquilizar con técnicas de respiración y relajación; respirando profundamente tres o cuatro veces se logra una relajación inmediata. Enseñarles a abrir la boca sin tensar porque esto producirá un dolor mandibular innecesario que no permitirá que la experiencia de la intervención sea positiva. Parar un poco para relajar hombros, cuello, frente…
Ejemplo: «respira profundamente y por la nariz, imagina tus pulmones llenándose como globos de aire y deshinchándose al expulsar el aire y con él la tensión»

7. Es importante proporcionarle una manera de comunicación sin mover la cabeza, ya que no pueden hablar. Saber que se puede comunicar de alguna forma y que cuando quiera puede parar, proporciona cierto control y, en consecuencia, relajación.
Ejemplo: «si quieres parar o decir algo sólo tienes que levantar la mano izquierda».

8. Es muy importante que se sienta en buenas manos, que transmitas la sensación de que sabes lo que estás haciendo.

9. Procurar que los pacientes entren solos a la consulta, sobre todo cuando van a realizarse un tratamiento complejo.

10. Técnica de auto-instrucciones: animarle a que se repita mentalmente frases que le tranquilicen.

TERMINOLOGÍA DE ODONTOLOGÍA EMOCIONAL:

Coaching: método que consiste en acompañar, instruir y entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir alguna meta o de desarrollar habilidades específicas.
Insight: percepción o entendimiento. Se usa para designar la comprensión de algo.
Liderazgo: conjunto de habilidades directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser de las personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos.
Objetivos: fines o propósitos de algún ser, alguna institución o alguna organización.
Satisfacción: estado del cerebro producido por una mayor o menor optimización de la retroalimentación cerebral, en donde las diferentes regiones compensan su potencial energético, dando la sensación de plenitud.

Consultoría y sugerencias

Consulta: He conseguido que un paciente con ansiedad se realice el tratamiento dental, pero cuando acude a la consulta al final no me deja realizarle el tratamiento. ¿Qué puedo hacer?

Respuesta: Procura que el paciente no se vaya sin exponerse algo a la situación dental, comenzando por experimentar con situaciones lo menos molestas posibles.
Planifica citas de corta duración, pero que permanezca en la situación dental el tiempo suficiente como para que el organismo pueda reducir su malestar.
Que el paciente siempre se marche de la consulta con el mejor recuerdo posible.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2014/04/protocolo-de-actuacion-ante-el-paciente-ansioso-48539/

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La relación entre la periodontitis y el cáncer de mama, a estudio

Investigación desarrollada en la Universidad de Búfalo (EE.UU.)

Un equipo de investigación de la Universidad de Búfalo (EE.UU.) ha demostrado una asociación entre la enfermedad periodontal y un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres fumadoras que han superado la menopausia.

Desde hace unos años la comunidad científica estudia la relación de la periodontitis con varias enfermedades. Ya se ha evidenciado la vinculación de la enfermedad de las encías con la diabetes, accidentes cerebrovasculares, infartos y demencias. Ahora le llega el turno al cáncer.

En la actualidad, son varios los estudios que se están desarrollando sobre la relación de la enfermedad de las encías y el cáncer de oral, de esófago, de cabeza y cuello o pancreático. Entre ellos, destacan ahora los resultados de una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Búfalo (EE.UU.) que han hallado una relación entre la periodontitis y el cáncer de mama. Esta investigación, publicada en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, demuestra que la afección periodontal se asocia a un mayor riesgo de cáncer de pecho en mujeres que han superado la menopausia, sobre todo en quienes son o han sido fumadoras.

Estudio observacional

Los investigadores realizaron un seguimiento de más de 73.000 mujeres posmenopáusicas que habían participado en un estudio observacional y en las que no se había detectado un tumor mamario anteriormente. De ellas, el 26,1% tenía una enfermedad periodontal, cuya incidencia variaba dependiendo de si la mujer era fumadora o no. Tras un tiempo medio de seguimiento de 6,7 años, 2.124 fueron diagnosticadas de un cáncer de mama. Y al cruzar los datos vieron que el riesgo era un 14% mayor entre aquellas que tenían periodontitis.

El estudio muestra, además, que entre las mujeres que habían dejado de fumar en los últimos 20 años y padecían una enfermedad periodontal, el riesgo de estos tumores era un 36% mayor, mientras que en aquellas que fumaban en el momento del estudio el riesgo era un 32% mayor si tenían periodontitis, aunque la asociación no fue estadísticamente significativa.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2016/02/la-relacion-entre-la-periodontitis-y-el-cancer-de-mama-a-estudio-57807/

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El hombre que devolvió la sonrisa a la humanidad

(Foto: Cortesía de Nobel Biocare).

El descubrimiento de la osteointegración, realizado por el Dr. Per-Ingvar Brånemark a comienzos de la década de 1950, fue un hito en la medicina y la odontología que ha transformado la vida de millones de personas en todo el mundo.

El profesor Brånemark, fallecido a los 85 años de un ataque al corazón el 20 de diciembre pasado en Gotemburgo (Suecia), estudió estudió cirugía ortopédica en la Universidad de Lund y fue profesor de Anatomía en la Universidad de Gotemburgo. Comenzó su carrera de investigador estudiando el papel que juega el flujo sanguíneo en la reparación de las fracturas óseas, específicamente el proceso de regeneración entre la sangre y la médula ósea después de un accidente.

El estudio que convertiría a Brånemark en el “padre de la implantología” comenzó en 1952, cuando colocó cámaras ópticas protegidas con titanio puro en la tibia de conejos. Las cámaras consistían en un tubo de titanio con lentes y luz en ambos extremos, que estaban conectadas a un microscopio. Como eran caras, una vez finalizado el estudio Brånemark quiso recuperar las cámaras. La gran sorpresa del estudio fue que el hueso se había soldado a la superficie del titanio con tanta fuerza que no podían separarse.

El Dr. Brånemark denominó “osteointegración” al proceso mediante el cual el hueso se une a nivel celular y molecular con el titanio, y sus investigaciones se concentraron a partir de entonces en la utilización de titanio para tratamientos de rehabilitación oral. La teoría convencional era que la introducción de cualquier material extraño causaba primero inflamación y después el rechazo del cuerpo. El titanio probó ser la excepción a esta regla.

El primer paso fue realizar amplios estudios para comprobar la seguridad de los implantes. Brånemark reclutó a un grupo de estudiantes de su laboratorio, a los que se les colocaron pequeños tornillos de titanio en el tejido blando de los brazos bajo condiciones cuidadosamente controladas. Los resultados fueron positivos.

Sin embargo, convencer a los odontólogos de que el titanio se fusionaba naturalmente con el hueso en el organismo fue una labor larga y ardua, especialmente con las organizaciones odontológicas suecas, ya que Brånemark no era dentista. Tanto así, que la Junta Nacional de Salud sueca no aprobó el uso limitado de los implantes hasta 1975.

El primer paciente

Desde un principio, la meta de Brånemark fue siempre ayudar a los pacientes más desvalidos, aquellos que sufrían de graves trastornos médicos y dentales.

El investigador colocó por primera vez implantes para soportar prótesis completas a pacientes totalmente edéntulos o inválidos orales. Los pacientes así rehabilitados usaban prótesis completas cómodas y recuperaron la sensación de masticar. Además, podían comer una variedad más amplia de alimentos, masticar bien, digerir mejor que antes y sentirse seguros de que las dentaduras no se les iban a salir de la boca en un momento inoportuno.

El primer paciente a quien el Dr. Brånemark colocó un implante dental de titanio en 1965 fue Gösta Larsson, un hombre con paladar hendido y edéntulo en la mandíbula inferior. La rehabilitación oral con cuatro implantes permitió al paciente utilizar una prótesis fija hasta su fallecimiento en 2006.

Treinta años después de que iniciara sus investigaciones, el Dr. Brånemark obtuvo un amplio reconocimiento al presentar y explicar los fundamentos científicos y el protocolo de la osteointegración durante la Conferencia de Toronto sobre Osteointegración en Odontología Clínica en 1982.

La conferencia, organizada por el profesor George Zarb, de la Facultad de Odontología de Toronto, legitimó las investigaciones presentadas, destacando la “importante contribución de Brånemark a la implantología dental y su exhaustiva documentación del éxito a largo plazo de los implantes de titanio en estudios en animales y humanos”.

Poco después, se formó la Academia de Osteointegración, que en 1986 publicaría el primer número de la revista “International Journal of Oral and Maxillofacial Implantology”.

La investigación presentada por Brånemark marcó el comienzo de una nueva era en la odontología, confiriendo por primera vez a los dentistas la capacidad de reemplazar dientes naturales de forma predecible y permanente.

Tras el éxito del Dr. Brånemark, otros comenzaron investigaciones y estudios para ampliar el uso de los implantes dentales a puentes fijos, dentaduras parciales removibles, prótesis híbridas y dientes individuales. Muchas compañías se concentraron en demostrar la estabilidad y predecibilidad de los implantes. La investigación actual indica que un implante dental utilizado para reemplazar un solo diente puede durar toda su vida y la tasa de éxito es superior al 90%.

Brånemark fue uno de los primeros científicos en reparar en la importancia que tiene la boca para todo el organismo humano, siendo uno de los pioneros en el campo de la salud y el bienestar total. Igualmente, fue uno de los grandes impulsores de la odontología basada en la evidencia científica que requiere que todos los nuevos productos y técnicas se basen en investigaciones sólidas y en resultados predecibles.

La compañía sueca Nobel Biocare fabrica y distribuye el sistema de implantes dentales del Dr. Brånemark. El investigador trabajó también durante mucho tiempo en Brasil, donde varias instituciones llevan su nombre.

Las aplicaciones de los implantes de titanio se han extendido mucho más allá de la odontología, y actualmente la osteointegración se utiliza desde hace años en medicina, especialmente en ortopedia, y veterinaria. El propio Brånemark desarrolló implantes para personas con amplias lesiones faciales y para quienes necesitaban audífonos externos.

El investigador fue galardonado con el Premio Soderberg de la Sociedad Sueca de Medicina (llamado el mini Nobel), la medalla de la Academia Sueca de Ingeniería (por sus innovaciónes técnicas), la Escuela de Medicina Dental de Harvard o la Sociedad Real de Medicina del Reino Unido. Fue nombrado Doctor Honoris Causa por más de treinta universidades, entre ellas la Andrés Bello de Chile y la Universidad Europea de Madrid.

En 1989, el profesor Brånemark fundó el Centro Brånemark Osteointegración (BOC) en Gotemburgo, la primera de una red de clínicas internacionales especializadas en la colocación de implantes dentales.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/21571_el_hombre_que_devolvio_la_sonrisa_a_la_humanidad.html

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Pocos dentistas usan un dique dental en el tratamiento del conducto radicular

(Foto: Filip Obr/Shutterstock).

El uso de un protector dental durante el tratamiento del conducto radicular es algo recomendado para mejorar la seguridad del paciente y optimizar las posibilidades de éxito del tratamiento. Sin embargo, un nuevo estudio halló que sólo el 47% de los dentistas estadounidenses utiliza siempre un protector dental.

En la encuesta, realizada por la National Dental Practice-Based Research Network, se preguntó a 1490 dentistas generales sobre el uso del protector bucal mediante un cuestionario anónimo. Sólo el 47% de los dentistas usan siempre un protector dental durante el tratamiento del conducto radicular, y un 17% adicional lo usa el 90-99% del tiempo.

Aunque el uso de un protector dental durante todo el tratamiento de conducto radicular es considerado el estándar de atención en los libros de texto de odontología y la Asociación Americana de Endodoncia lo recomienda, la encuesta indica una variación sustancial en las actitudes sobre su uso.

Algunos dentistas se preguntan si la evidencia científica es lo suficientemente fuerte como para demostrar que el uso dique dental es la única forma de mejorar las probabilidades de éxito del tratamiento, mientras que otros dijeron que utilizan otras formas que consideran seguros y efectivas para aislar el diente que van a tratar.

“La creencia de que el uso dique dental es un inconveniente, consume mucho tiempo, no es eficaz, no es fácil de colocar o afecta a factores de los pacientes se asociaron de forma independiente y significativa con el menor uso de un protector dental”, declaró el Dr. Gregg Gilbert, profesor y presidente de la Departamento de Ciencias Clínicas y Comunitarias en la Escuela de Odontología de la Universidad de Alabama (UAB). “Estas actitudes explican por qué existe una discordancia importante entre presuntas normas de atención y la práctica real”.

En general, los resultados del estudio ponen en duda la existencia de una norma común en este aspecto de la atención dental, dado que la mayoría de los dentistas generales no siguen esa norma.

Sin embargo, los dentistas que respaldan el uso de un protector dental en todos los casos defendieron fuertemente su uso. Estos animan a los pacientes a convertirse en defensores de su propio cuidado y pedir que se utilice siempre un dique dental durante el tratamiento del conducto radicular.

La Red Nacional de Investigación Dental Basada en la Práctica, con sede en la Universidad de Alabama en Birmingham, es un consorcio de proveedores de servicios y organizaciones dentales que realizan estudios para informar sobre la toma de decisiones clínicas. Fundada en 2002, la red incluye a cerca de 4.000 odontólogos y 750 clínicas.

Los resultados del estudio, titulado ” Discordance between presumed standard of care and actual clinical practice: The example of rubber dam use during root canal treatment in the National Dental Practice-Based Research Network”, fueron publicados en línea el 9 de diciembre en la revista BMJ.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/27068_pocos_dentistas_usan_un_dique_dental_en_el_tratamiento_del_conducto_radicular.html

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La mayoría de los odontólogos tienen problemas de espalda

(Foto: Anna Jurkovska / Shutterstock).

El dolor lumbar es la queja más frecuente de los dentistas.

Un estudio llevado a cabo en Arabia Saudita ha confirmado que los dentistas tienen alto riesgo de sufrir dolor de hombros, cuello y espalda debido a que adoptan posiciones estáticas y extrañas cuando trabajan.

En el estudio, 60 dentistas, tanto hombres como mujeres, con una edad media de 25,7 completaron un cuestionario anónimo sobre el dolor en la parte baja de la espalda.

Alrededor del 70 por ciento de los participantes se quejaron de dolor de espalda y dolor en la parte baja de la espalda que predomina en casi el 48 por ciento de los casos. Más de la mitad de los dentistas en el estudio (57 por ciento) trataban a de uno a tres pacientes al día.

Según los investigadores, la literatura sugiere que algunos factores asociados con el dolor de espalda son la edad del dentista, el número de pacientes tratados por día y el tipo de casos atendidos. Sin embargo, el estudio halló que la incidencia de dolor de espalda no se correlacionaba con los años de experiencia, con el número de pacientes tratados o el número de horas trabajadas por día.

El estudio indicó además que sólo el 17 por ciento hace ejercicio durante los períodos de descanso, aunque el 57 por ciento tomó periódos de descansos durante horas de trabajo. Según los investigadores, esta es una de las principales preocupaciones con respecto a la alta incidencia de trastornos musculoesqueléticos de origen laboral entre los dentistas.

Los investigadores afirman que el dolor de espalda relacionado con el trabajo en los dentistas, podría atribuirse al desequilibrio entre la baja espalda y los músculos abdominales que se produce cuando se está en sentado. Además, la repetida inclinación hacia el paciente puede producir una tensión y esfuerzo excesivo de los músculos de la espalda baja, mientras que los músculos abdominales profundos de estabilización se vuelven más débiles.

Si bien un 63 por ciento de los participantes del estudio era consciente de que el uso de herramientas podría mejorar la postura, sólo el 40 por ciento utiliza estos dispositivos.

Muchos de los dentistas en el estudio informaron que sufrían de dolor de espalda baja, pero sólo el 9,5 por ciento se quejó de un dolor intenso y más del 90 por ciento describió el dolor como de leve a moderadamente intenso. “Creemos que esta puede ser la razón por la que la mayoría de los dentistas no consulta con un cirujano ortopédico o fisioterapeuta sobre sus problemas de espalda”, declararon los investigadores.

Se recomienda practicar la relajación y hacer ejercicios de estiramiento durante los descansos para reducir al mínimo el riesgo de trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo, así como para mejorar la postura mientras se trabaja.

El estudio, titulado “Prevalence of and risk factors for low back pain among dentists”, fue publicado en 2015 en el Journal of Physical Therapy Science y se llevó a cabo en la Universidad Rey Abdulaziz de Arabia Saudita.

FUENTE:http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/27502_la_mayora_de_los_odontologos_tiene_problemas_de_espalda.html