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La influencia de la obesidad en el tratamiento ortodóntico

(Foto: Milan Markovic)

Uno de cada tres niños sufre de sobrepeso u obesidad en los países occidentales y, según un nuevo estudio, el peso corporal puede afectar la respuesta al tratamiento ortodóntico con aparatos fijos para corregir las maloclusiones.

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Dental de King’s College de Londres y publicado en el Journal of Dental Research indica que la respuesta a este tipo particular de tratamiento puede variar significativamente dependiendo del peso corporal del niño.

En el estudio de cohorte, los investigadores siguieron a un número de adolescentes clasificados con peso normal u obesos según su índice de masa corporal, desde el inicio del tratamiento hasta el final del alineamiento dental. Durante los exámenes, se encontró que los pacientes obesos tenían una tasa significativamente mayor de movimiento inicial de los dientes y requerían menos tiempo para lograr su alineación de los dientes que los pacientes con peso normal.

Los investigadores observaron también niveles aumentados de biomarcadores inflamatorios en el tejido gingival de pacientes obesos antes del tratamiento ortodóntico.

Este primer estudio sobre la relación entre la obesidad y el movimiento dentario ortodóntico demuestra que la condición en pacientes adolescentes influye en el tejido de soporte del diente, según los investigadores, lo que podría tener implicaciones importantes en el resultado del tratamiento ortodóntico en pacientes obesos, tanto a corto como a largo plazo.

Los niveles de obesidad han aumentado significativamente en todos los grupos etarios en las sociedades occidentales en las últimas dos décadas, y se ha relacionado con múltiples enfermedades crónicas, incluyendo la inflamación periodontal. En una evaluación realizada en 2015-2016, Public Health England halló que el 14% de un millón de escolares en el Reino Unido fueron clasificados como con sobrepeso y casi el 20% como obesos.

El estudio de King’s College, titulado “Impact of obesity on orthodontic tooth movement in adolescents: A prospective clinical cohort study”, fue publicado online el 23 de enero en el Journal of Dental Research

 

FUENTE: https://la.dental-tribune.com/news/la-influencia-de-la-obesidad-en-el-tratamiento-ortodontico/

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¿Cuándo es mejor lavarse los dientes: después de cenar o justo antes de dormir?

Cepillarse los dientes es una forma de mantener a raya las caries, así como de lucir una sonrisa brillante y tener un aliento fresco. Pero todos nos hemos saltado alguna vez este gesto, especialmente a última hora del día, ya sea por olvido o por pereza. ¿Sabe las consecuencias que tiene semejante descuido?

 

La ausencia de saliva antibacteriana durante la noche significa que estamos especialmente vulnerables a los agentes causantes de las caries y enfermedades de las encías. Al dormir, salivamos muy poco, el movimiento de lengua, mejillas y labios es menor, y teniendo en cuenta que la saliva es la encargada de limpiar nuestra boca naturalmente, “el cepillado nocturno es el más importante para evitar que los alimentos estén en contacto con nuestros dientes durante muchas horas, lo que conduciría a un aumento de las enfermedades dentales”, comenta la doctora Alicia Matas, odontóloga y responsable de la Unidad de Odontología de Q-Maxdental en el Hospital Quironsalud Barcelona. “Al disminuir la capacidad reguladora del pH de la saliva para evitar la agresión ácida sobre el esmalte y la consecuente desmineralización, es importante el cepillado después de cenar”, dice también la doctora María Ciudad, odontóloga en el Instituto Odontológico Maxilofacial.

Más de 500 tipos de bacterias

“En nuestra boca se encuentran unos 600 tipos de bacterias, y aunque algunas son ‘buenas’ y ayudan a mantener el equilibrio de la flora, otras predisponen a enfermedades como la caries, la gingivitis y la periodontitis”, explica la doctora Matas. “Por ejemplo, el Streptoccocus Muttans, uno de los más involucrados en la formación de caries dental, obtiene su energía del alimento que ingerimos, su flexibilidad genética le permite romper toda una amplia gama de hidratos de carbono. Entre las sustancias que aprovecha, figuran la glucosa, fructosa, sacarosa, galactosa, maltosa, rafinosa, ribulosa, melibiosa e incluso el almidón”, añade la médica Marta del Pozo, licenciada en Odontología, de la Clínica Dental Córdoba del Pozo. “Las bacterias intentan fijarse continuamente a nuestros dientes, pero ese proceso es frenado por la acción de la saliva, la lengua y el cepillado” asegura Gonzalo Navarro de Clínica Dental Navarro.

Las bacterias producen ácido durante todo el día, más cuando está comiendo, por lo que la única forma de deshacerse de esa película de placa es cepillándose al menos dos veces diarias, mejor tres, para eliminar subproductos ácidos que pueden dañar su esmalte y causar caries. “La cantidad de bacterias que tenemos en la boca es altísima incluso después del cepillado y en estado de buena salud. Lo verdaderamente importante es mantener a raya ese crecimiento bacteriano para que no pueda convertirse en patológico”, dice Javier Navarro, odontólogo de Clínica Menorca.

Pues bien: el modo más rápido para multiplicar la proliferación de microorganismos entre su boca es olvidar el cepillado nocturno. Pero hay más consecuencias. Si se acuesta sin lavarse los dientes, su aliento amanecerá con un olor insoportable. “La persistencia de alimentos en descomposición en la boca y la menor secreción salival nocturna son una mezcla explosiva para el desarrollo de halitosis”, advierte la doctora Matas. “Aunque hay que saber que el cepillado elimina gran parte de los anillos aromáticos desagradables por metabolismo bacteriano, pero si el origen de la halitosis no es solamente la boca, este no será tan efectivo como desearíamos”, aclara el doctor Navarro.

20 o 30 minutos después del último bocado

Normalmente, hay un espacio de tiempo entre la cena y el sueño de unas 2-3 horas. Hay quien tiene la costumbre de cepillarse después de comer y quien lo hace inmediatamente antes de irse a la cama. La mayoría de los expertos se inclina por la primera opción, aunque con matices. “El cepillado después de la cena es técnicamente mejor para los dientes que el de antes acostarse, porque se aporta fluoruro, en la pasta de dientes, que actúa durante más tiempo para fortalecer la dentadura”, aclaró en sus investigaciones Denis Kinane, decano de la Universidad de la Escuela de Medicina Dental de Pennsylvania.

Aunque hay una excepción: una cena a base de alimentos ácidos (cítricos, lácteos fermentados, vinagre o tomate guisado). “En esos casos, es mejor cepillarse una media hora después, cuando el pH haya vuelto a la normalidad”, aconseja la doctora Alicia Matas. El odontólogo del centro médico de la Universidad de Rochester (EE UU) Yanfang Ren lo documentó con el siguiente argumento: el ácido suaviza la parte superior del esmalte, por lo que un cepillado inmediato podría ablandarlo y provocar desgaste. Otros médicos apuestan por esperar siempre esos 20 o 30 minutos, como es el caso de la doctora Del Pozo, que afirma que así damos tiempo a los nutrientes de enriquecer la microbiota oral. O el doctor Gonzalo Navarro, quien apostilla: “Lo mejor es cepillarse en los primeros 20 minutos después de cada comida, ya que es el momento de mayor actividad bacteriana”.

Pero como avanzamos, no hay unanimidad. Javier Ortega, odontólogo de Clínica Menorca, pone la nota de discordancia: “Tras la cena se produce la autoclisis, que es un proceso de limpieza natural por el movimiento de labios, lengua y demás tejidos blandos de la boca que ayuda a mantener la limpieza en cierta medida (este proceso se produce continuamente mientras está despierto). Si el cepillado se hace justo antes de acostarse la limpieza será más fácil, porque la autoclisis ya ha hecho parte del trabajo”.

Cómo reaccionar ante un olvido

“Si una noche no cepillamos los dientes, no hay gran peligro, mas no debe tomarse como costumbre”, recapitula el doctor Gonzalo Navarro. Y Ortega continúa: “Durante esa jornada, bajaría el pH de la boca y se acumularía más placa en las zonas de retención, pero no habría una consecuencia relevante más que la maduración de la placa, que será más difícil de eliminar posteriormente”. Así, si confiesa que ha pecado, asegúrese de cepillar bien por la mañana, y no olvide aplicar el hilo dental para eliminar las bacterias acumuladas.

 

FUENTE: https://elpais.com/elpais/2016/03/03/buenavida/1456995219_667749.html

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Denthiopía o cuando una infección bucal se puede llevar una vida

FOTOS. SEÑORSANCHES

Redactó una vez sobre la solidaridad Gabriel García Márquez que «un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse» y Alejandro Soto y sus seis amigos lo hacen expresamente con sus pacientes etíopes cuando sanean sus encías y curan sus caries. La ONG creada por este grupo de personas,Denthiopía, ejerce el altruismo realmente de un modo original, aunque la esencia de la expedición humanitaria que se adentra desde hoy en los confines de Etiopía es la misma: ayudar con lo que mejor saben hacer. En este caso, el oficio de la odontología, llevándolo a lugares desprotegidos donde un dolor de muelas puede llevarse una vida.

Por sexto año consecutivo, la campaña que arranca hoy de Denthiopía y que durará hasta el próximo día 10 de diciembre dirige los pasos de estos dentistas e higienistas dentales (como el padre y tío de Alejandro, que ha logrado persuadirles del proyecto) hasta un país que les recibe con los brazos abiertos.Antes, se bregaron en Senegal de la mano de otra ONG, pero «les entró el gusanillo», comentan a ABC Soto y el fotógrafo Álvaro Carva, y acabaron alumbrando su propia entidad.

El grupo no viaja a África para sacudirse por Navidad los ánimos de «ser altruistas al menos una vez al año», valiéndose del espíritu de estas fechas. «De hecho, Etiopía es un país tan curioso que están viviendo allá por el año 2009, porque tienen otro calendario y otro horario. Tampoco es Navidad en esta época –cuenta el doctor Soto, nacido en Zaragoza hace 38 años–, pero para nosotros estos diez días que vamos son los más útiles del año. Es la bomba». En anteriores ediciones, en pocos días curaron a 500 pacientes.

Soto prosigue: «Supone un tirón de orejas, te quitas todas las chorradas de repente al ver tanta escasez, y cuando vuelves, dejas de enfadarte aquí por tonterías como lo sucia que está una habitación o que el vecino esté haciendo ruido». Liviandades de las que se despojan en pueblos depauperados, ante personas sin ropa, sin comida, y, por supuesto, sin salud dental. «Un año accedimos a un pueblo de la montaña, no había luz. Se nos acercó un hombre de unos cincuenta y pico años, y le quitamos una muela. Llevaba con una infección 25 años. Nos encontramos de todo, pacientes que tienen tuberculosis y un sinfín de enfermedades, también derivadas de la mala salud dental», comenta el dentista. «Ni siendo odontólogo se me ocurriría pensar que hay gente que convive con un dolor de muelas toda su vida. Imagino que la ciudadanía también lo desconoce. Tenemos que ayudar».

Denthiopía tiene una consigna básica, que es la médula espinal de su forma de trabajar: los dentistas que van se lo costean todo, y el 100% de las donaciones recabadas a través de su página web (https://denthiopia.wordpress.com) van a parar a esas bocas necesitadas de unas manos amigas. Instrumental, medicamentos… el cargamento de 69 kilos con el que embarcan hoy rumbo al país africano estos «compinches» contiene de todo. Hasta 40 balones de fútbol con los que los jóvenes se vuelven locos, comentan estos voluntarios.

 

No des la caña, enseña a pescar…

La ONG no solo actúa. También enseña a actuar. Y se hallan ahora en pleno proceso de tranformación del enfermero local Daniel Kifle, de más de 40 años y residente en Meta JAra, en un completo experto local y trabajador de la Odontología.

Además, tal y como cuenta Alejandro Soto a ABC, en la actualidad se hallan en pleno proceso para no solo ejercer en Etiopía su compañerismo y solidaridad, sino llevarla a zonas marginales de Madrid y otros territorios de España. Lo harán, aunque se hallan en plena tramitación de los permisos para hacer este sueño realidad, con un camión instrumental donado. «Será como si pasásemos consulta, pero en lugares de aquí que también lo necesitan», asevera.

Cada día podrán seguir cómo va el proyecto a través del blog de estos dentistas ubicado en ABC.es y ABC.es/conocer.

 

FUENTE: http://www.abc.es/sociedad/abci-denthiopia-o-cuando-infeccion-bucal-puede-llevar-vida-201711302043_noticia.html

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No hay excusas: las caries son consecuencia de la higiene y alimentación, no de los genes

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Las caries dentales constituyen uno de los principales –sino el mayor– problemas de salud bucodental en todo el mundo. Unas cavidades en los dientes y muelas que provocan que la pulpa dental quede expuesta a las infecciones, por lo que deben ser inmediatamente ‘reparadas’. Y para evitar que esto pase, es totalmente necesario de cuidemos de nuestra salud oral, principalmente con el cepillado de nuestros dientes. De hecho, y si bien se ha sugerido una posible predisposición genética, el papel que juegan nuestros genes en el desarrollo de las caries es, de haberla, nimio. No en vano, un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto J. Craig Venter en Rockville (EE.UU.) ha demostrado que la salud de nuestros dientes es consecuencia de nuestros hábitos de higiene y de nuestra dieta –sobre todo, del consumo de azúcar–. Es decir, nuestras madres tenían toda la razón del mundo al insistir una y otra vez en que nos cepilláramos los dientes.

Como explica Karen Nelson, directora de esta investigación publicada en la revista «Cell Host & Microbe», «durante algún tiempo, el dogma de la comunidad dental ha venido constituido por la limitación del consumo de azúcar y la liberación de ácido en la boca. Ahora, nuestro estudio identifica las especies bacterianas que pueden ser adquiridas a través del ambiente y que tienen la capacidad de provocar caries».

 

Predisposición no heredada

Desde principios del pasado siglo XX se sabe que la formación de caries dentales se encuentra asociada a la composición de nuestra flora bucodental, muy especialmente a la presencia de la bacteria ‘Streptococcus mutans’. Y es que una vez concluimos nuestras comidas, este microorganismo tiene por costumbre liberar ácidos que erosionan el esmalte dental. Pero, ¿qué factor tiene más peso en la composición de nuestra flora bucodental? ¿Los genes o el ambiente?

Con objeto de evaluar la influencia del ambiente, esto es, de la higiene y cuidado bucal, y descartar todo posible condicionante genético, los autores analizaron los microbiomas orales de 280 parejas de mellizos –hermanos que, si bien alumbrados en el mismo parto, no comparten el mismo genoma al haberse desarrollado en óvulos distintos– y de 205 parejas de gemelos idénticos –hermanos desarrollados a partir de un mismo cigoto, y, por tanto, con un genoma similar–, todos con edades comprendidas entre los 5 y los 11 años.

Nuestro estudio identifica las especies bacterianas que pueden ser adquiridas a través del ambiente y que tienen la capacidad de provocar caries

Como apunta Karen Nelson, «decidimos centrar nuestro estudio en niños teniendo en cuenta dos hipótesis: que el microbioma oral cambia rápidamente con la edad; y que probablemente los hermanos, mellizos o gemelos, comparten el ambiente. Esto nos permitió tener un mejor control sobre la influencia de ambientes únicos y compartidos».

Los resultados mostraron una mayor similitud de la flora bucodental en los gemelos idénticos que en los mellizos. Un resultado esperable y que indica que hay una contribución genética sobre la probabilidad de que una especie bacteriana concreta habite o no en nuestra boca. Entonces, ¿la carga genética es más importante que el ambiente en lo que respecta al riesgo de caries? Pues no. Y es que las especies bacterianas cuya presencia viene fuertemente condicionada por la genética no son las implicadas en el desarrollo de las caries.

Es más; el estudio también muestra que la abundancia de las cepas bacterianas ‘hereditarias’ disminuye según cumplimos años. Lo que no implica que nuestras bocas queden desprovistas de bacterias: las cepas ligadas al ambiente son cada vez más numerosas.

Cuidado con el azúcar

En definitiva, nuestra higiene y cuidado bucodental, que no los genes legados por nuestros padres, son los principales responsables de que padezcamos o no una caries. De hecho, los autores desatacan entre sus resultados el hallazgo de una asociación entre ciertas especies bacterianas específicas y el consumo de azúcar.

Como concluyen los investigadores, «las bacterias asociadas con una menor incidencia de caries se encontraron en menor abundancia en los gemelos cuyas comidas y bebidas tenían un alto contenido en azúcar añadido. Por el contrario, las bacterias más comunes en los niños que consumían mucho azúcar se asociaron con una mayor incidencia de caries».

 

FUENTE: http://www.abc.es/salud/sepa/abci-no-excusas-caries-consecuencia-lahigiene-y-alimentacion-no-genes-201709131858_noticia.html

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Las dietas ricas en carbohidratos y grasas trans promueven la pérdida de nuestros dientes

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La salud de nuestros dientes y encías está condicionada por nuestro tipo de alimentación

La dieta, o lo que es lo mismo, la alimentación, juega un papel clave en nuestra salud. Tal es así que resulta ciertamente común que los médicos nos recomienden evitar ciertos tipos de dietas, caso de aquellas ricas en grasas, para prevenir el desarrollo de enfermedades muy graves y potencialmente mortales, entre otras las cardiovasculares y la diabetes. Y llegados a este punto, ¿qué sucede en el caso específico de la salud oral? Es bien sabido que abusar del azúcar dispara el riesgo de caries y, por ende, de pérdida de nuestras piezas dentales. Pero, más allá de un alimento o nutriente específico como es el azúcar, ¿la dieta en general también tiene un efecto, positivo o negativo, sobre la salud de nuestro dientes y encías? Pues sí. De hecho, un estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Washington en Seattle (EE.UU.) muestra que las dietas ricas en alimentos pro-inflamatorios, caso de los carbohidratos y las grasas trans, aumentan, y mucho, el riesgo de que perdamos nuestras piezas dentales.

Como explica Georgios Kotsakis, director de esta investigación publicada en la revista «Clinical Nutrition», «los efectos deletéreos de los patrones dietéticos cariogénicos sobre la pérdida dental están bien caracterizados, pero la contribución de la inflamación sistémica transmitida por la dieta permanece inexplorada. Estudios recientes han revelado el papel protector de algunos nutrientes específicos sobre la salud periodontal. Sin embargo, todavía no se ha podido establecer que la dieta en general sea un factor de riesgo modificable para la salud bucodental».

 

Más calorías, menos dientes

Para llevar a cabo la investigación, los autores analizaron los historiales dentales y los hábitos dietéticos de 6.887 adultos participantes en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos 2009-2010 (NHANES 2011-2012) y 2011-2012 (NHANES 2011-2012). Y asimismo, dividieron a los participantes en cuatro grupos –o ‘cuartiles’– en función del grado, mayor o menor, de inflamación potencial asociado a su alimentación, para lo cual utilizaron el denominado ‘Índice de Inflamación de la Dieta’ (IID).

Pero, exactamente, ¿qué es este IID? Pues, básicamente, un parámetro que indica los niveles sistémicos –esto es, en el conjunto del organismo– de citoquinas proinflamatorias asociados al consumo de unos nutrientes específicos. Así, y cuanto mayor sea la inflamación promovida por los nutrientes contenidos en la dieta, mayor será el índice inflamatorio de ese tipo de alimentación.

Es importante seguir una dieta rica en alimentos antiinflamatorios para prevenir la aparición de enfermedades inflamatorias

Como indica Georgios Kotsakis, «consideramos que los pacientes seguían una dieta pro-inflamatoria si su alimentación era particularmente rica en carbohidratos, grasas trans o conllevaba una elevada ingesta calórica».

Los resultados mostraron que, comparados frente a aquellos en el cuartil más bajo de IID –o lo que es lo mismo, el 25% de los participantes cuya alimentación se asociaba al menor IID–, los adultos en el cuartil más alto habían sufrido de media la pérdida adicional de 0,84 piezas dentales. Una diferencia notable –supone prácticamente la pérdida de un diente– relacionada directamente con la dieta y que se mantuvo invariable en todos los subgrupos de edad, incluido el de mayores de 50 años.

Como refiere el director de la investigación, «es importante seguir una dieta rica en alimentos antiinflamatorios, caso de los ácidos grasos omega-3, la fibra y la vitamina D, para prevenir la aparición de enfermedades inflamatorias».

Higiene y alimentación

En definitiva, y con objeto de evitar la pérdida de nuestras piezas dentales, debemos prestar una especial atención no solo a nuestra higiene oral, sino también a nuestra alimentación. Y durante toda la vida, dado que la inclusión en la dieta de nutrientes pro-inflamatorios aumenta el riesgo de perder nuestras piezas dentales a cualquier edad.

Como concluyen los autores, «la adherencia a una dieta antiinflamatoria se asocia con una menor pérdida de piezas dentales. Así, nuestros resultados sugieren que los patrones dietéticos son un factor modificable para la pérdida dental en la población adulta y apoyan la prevención de la pérdida de piezas dentales en la agenda de intervenciones dietéticas de salud pública para prevenir las enfermedades inflamatorias crónicas».

 

FUENTE: http://www.abc.es/salud/sepa/abci-dietas-ricas-carbohidratos-y-grasas-trans-promueven-perdida-nuestros-dientes-201707251339_noticia.html

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¿La periodontitis también se asocia a un mayor riesgo de ceguera?

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La periodontitis o ‘enfermedad de las encías’, comúnmente conocida como piorrea, es una patología básicamente caracterizada por la inflamación y sangrado de las encías. Una enfermedad que, en caso de no ser tratada, no solo provoca la destrucción de la masa ósea que sustenta las piezas dentales –lo que conlleva a la pérdida irreversible de los dientes–, sino que se asocia a distintas patologías muy graves y potencialmente mortales. Es el caso, entre otras, de las enfermedades cardiovasculares, de la diabetes o de distintos tipos de cáncer. Pero aún hay más. La periodontitis crónica también puede provocar una pérdida de la visión e, incluso, la ceguera. Y es que como han demostrado numerosos estudios, también se asocia a la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Y ahora, investigadores de la Universidad de Augusta (EE.UU.), han descubierto el porqué de esta asociación.

Como explica Pachiappan Arjunan, director de esta investigación presentada en el marco de la XLVII Reunión Anual de la Asociación Americana para la Investigación Dental (AADR) que se está celebrando en Fort Lauderdale (EE.UU.), «nuestro trabajo es el primero en demostrar la asociación entre la infección por un patobionte oral y la patogénesis de la DMAE y que ‘Porphyromonas gingivalis’ puede invadir las células epiteliales del pigmento retinal humano y aumentar la expresión de genes relacionados con la DMAE».

 

Alteración de la regulación genética

La DMAE es una de las principales causas de pérdida de visión en la población mayor de 50 años. De hecho, y junto al glaucoma y las cataratas, constituye la primera causa de ceguera en todo el mundo. Y es que si bien los afectados cuentan desde hace una década con tratamientos para frenar su progresión, aún a día de hoy no existe ningún tratamiento capaz de curarla.

Concretamente, la DMAE se produce por una degeneración progresiva de la parte central de la retina –el área conocida como ‘mácula’– por la acumulación de depósitos de materiales extracelulares denominados ‘drusas’ –DMAE seca o atrófica– o por el crecimiento anómalo de vasos sanguíneos –DMAE húmeda o exudativa–. El resultado es que los afectados pierden gradualmente su visión central –que no así la periférica– y, por tanto, su capacidad para leer, conducir, ver la televisión o reconocer las caras de las personas.

‘Porphyromonas gingivalis’ puede invadir las células epiteliales del pigmento retinal humano y aumentar la expresión de genes relacionados con la DMAE

Llegados a este punto, ¿cómo se explica que la periodontitis pueda estar relacionada con la DMAE? Pues la verdad es que no se sabe. De hecho, el título del nuevo estudio es bastante explicativo: ‘Investigando la enigmática asociación entre la inflamación periodontal y la degeneración de la retina’. Pero parece que este trabajo ha encontrado el nexo de unión entre ambas enfermedades: la bacteria ‘P. gingivalis’, microorganismo simbionte, esto es, que vive en ‘simbiosis’ en la cavidad oral pero que en determinadas situaciones puede desencadenar una patología –de ahí el término ‘patobionte’.

En el estudio, los autores utilizaron cultivos de células epiteliales del pigmento retinal humano y los infectaron con distintas cepas de ‘P. gingivalis’. ¿Y qué pasó? Pues que de acuerdo con los resultados, la cepa 381 de la bacteria fue muy eficaz a la hora de infectar las células. Pero aún hay más. La técnica de reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa (qPCR) reveló que la infección incrementó la expresión de genes implicados en la supresión del sistema inmune y en la formación de nuevos vasos sanguíneos –la consabida ‘angiogénesis’.

Más allá de las encías

El siguiente paso fue recurrir a un modelo animal –ratones– al que se le inoculó la bacteria ‘P. gingivalis’ directamente en la retina. Y en este caso, los resultados mostraron que la inyección provocó la aparición de efectos asociados a la DMAE.

Entonces, ¿puede afirmarse que ‘P. gingivalis’ causa, además de la periodontitis, la DMAE? Pues no. Los resultados solo muestran una asociación, no una relación del tipo ‘causa y efecto’. Sin embargo, los autores han llevado sus estudios más allá y publicarán próximamente un artículo en el que, efectivamente, se describe el papel causal de esta bacteria en la patogénesis de la DMAE.

 

FUENTE: http://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-periodontitis-tambien-asocia-mayor-riesgo-ceguera-201803231559_noticia.html

 

 

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Un compuesto del vino tinto podría prevenir las caries y combatir la enfermedad de las encías

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Bebe con moderación es saludable

Beber moderadamente vino es bueno para la salud, posiblemente debido a los polifenoles abundantes de la bebida. Ahora, investigadores del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), han hallado que los polifenoles también podrían ser buenos para salud oral, especialmente para la caries dental y la enfermedad de las encías.

Los investigadores españoles han descubierto que los polifenoles ayudan a evitar la presencia de las bacterias en la boca. Ahora bien, destacan, eso no quiere decir que se encienda una ‘luz verde’ para beber más vino tinto.

Algunos beneficios para la salud de los polifenoles se han atribuido al hecho de que estos compuestos son antioxidantes, lo que significa que probablemente protejan al cuerpo del daño causado por los radicales libres. Sin embargo, estudios recientes indican que los polifenoles también podrían promover la salud al interactuar activamente con las bacterias en el intestino. Eso tiene sentido porque las plantas y las frutas producen polifenoles para evitar la infección por bacterias dañinas y otros patógenos.

Los investigadores españoles han descubierto que los polifenoles ayudan a evitar la presencia de las bacterias en la boca

El equipo de M. Victoria Moreno-Arribas quería saber si el vino y los polifenoles de la uva también protegerían los dientes y las encías, y cómo esto podría funcionar a nivel molecular.

En el estudio que se publica en «Journal of Agricultural and Food Chemistry», los científicos analizaron si los polifenoles del vino también podrían ser buenos para la salud oral. Así, los investigadores comprobaron el efecto de dos polifenoles del vino tinto, así como extractos de uva y vino tinto comercialmente disponibles, en bacterias que se adhieren a los dientes y las encías y causan placa dental, caries y enfermedad periodontal.

Y los resultados mostraron que los polifenoles del vino y los extractos redujeron la capacidad de las bacterias para adherirse a las células, pero los polifenoles, ácidos cafeico y p-cumárico, fueron más efectivos. Cuando se combina con Streptococcus dentisani, que se cree que es un probiótico oral, que estimula el crecimiento de buenas bacterias, los polifenoles fueron aún más eficaces a la hora de inhibir las bacterias patógenas.

Los hallazgos, señalan, podrían conducir a nuevos tratamientos dentales.

FUENTE: http://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-compuesto-vino-tinto-podria-prevenir-caries-y-combatir-enfermedad-encias-201802211848_noticia.html

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La salud bucal, una gran aliada contra la diabetes de tipo 2

Imagen de archivo - RADU SIGHETI

Un estudio clínico llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la UB demuestra que el control de la diabetes de tipo 2 mejora sensiblemente cuando el paciente tiene un cuidado especial de los problemas dentales y bucales.

La diabetes de tipo 2, la forma más común de esta enfermedad, va acompañada con frecuencia de patologías periodontales y en este nuevo trabajo se ha comprobado que «no sólo hay una relación que va de la diabetes a la enfermedad periodontal, sino que también existe la relación inversa, de la enfermedad periodontal en la diabetes», según Miquel Viñas, uno de los responsables de la investigación.

El estudio concluye que «el tratamiento no quirúrgico de la periodontitis mejora el estado «glucémico» y por tanto se demuestra inequívocamente la «extrema» importancia del cuidado de las afecciones bucales en estos tipos de enfermos. 

El estudio se ha llevado a cabo a partir de noventa pacientes con diabetes de tipo 2 que han recibido seis meses de tratamiento oral mientras se les hacía un control de la hemoglobina glicosilada.

El trabajo, publicado en la revista ‘The Journal of Clinical Periodontology’, ha sido dirigido por el catedrático de Microbiología Miquel Viñas, que también es investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y por el profesor de Medicina Oral y director médico del Hospital Odontológico de la UB, José López López.

 

FUENTE: http://www.abc.es/espana/catalunya/barcelona/abci-salud-bucal-gran-aliada-contra-diabetes-tipo-2-201801311708_noticia.html

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Erosión dental: ojo a lo que come y a la forma como lo hace

123RF

Por mucho tiempo, el coco de la salud bucodental fueron las caries. Sin embargo, no son pocos los odontólogos que han comenzado a alertar que mientras la primera disminuye su prevalencia, los problemas causados por la erosión dental se incrementan.

El odontólogo Jorge Enrique Martínez Duque, especialista en odontología preventiva y autor del libro ‘Higiene oral siglo XXl’, explica que si bien en ambos males se destruyen los tejidos del diente con el resultado de sensibilidad, debilidad y dolor, en el caso de las caries se debe a la acción de microorganismos y en la erosión, a agentes químicos.

En su estado severo, la erosión dental se manifiesta en los pacientes con un color más amarillento de lo normal en los dientes, pues la pérdida de la primera capa (esmalte) deja expuesta la de la dentina, que exhibe ese tono.

Lo más grave, según el odontólogo, es que el esmalte o tejido deteriorado nunca se recupera y por lo tanto cualquier intervención es de tipo preventivo.

Martínez indica que esta enfermedad se presenta cuando ácidos de origen interno y externo desgastan el esmalte y la dentina, dos capas que recubren el diente. Los ácidos internos, es decir los producidos por el cuerpo, suelen tener contacto con los dientes en pacientes con reflujo gastroesofágico, gastritis, trastornos que producen vómito como bulimia, anorexia o alcoholismo, mientras que los externos vienen principalmente del consumo de alimentos y bebidas con pH (grado de acidez) muy altos, aunque también puede provenir del contacto con piscinas con cloro.

En ese sentido, quienes consumen frecuentemente productos de estas características, como vino, café y té, están más expuestos a la destrucción del esmalte, según el experto. “Los productos con pH altos atacan los minerales que componen esa capa de protección, que son calcio y fosfato y agua”, sustenta.

Hay otros alimentos que al consumirse de manera frecuente influyen en ese deterioro, como bebidas gaseosas carbonatadas, energizantes, isotónicas o frutas ácidas y su versión en jugo, dice Martínez.

Christian Salazar, odontólogo especialista en rehabilitación oral y estética, afirma por su parte que la severidad de la erosión depende de los hábitos de higiene de cada persona, por lo que es importante recordar la visita constante a los especialistas para revisar la salud dental.

También la forma

Pero no es solo el tipo de alimentos lo que influye en la aparición de la erosión dental. Una investigación reciente del King’s College London determinó que también afecta en la incidencia de esta enfermedad el momento en que se comen y se beben.

El estudio fue revisado por el ‘British Dental Journal’ y analizó los resultados de una investigación anterior del Guy’s Hospital de Londres, que comparó la dieta de 300 personas con erosión dental severa y 300 sin ella. Lo que encontraron fue que los diferentes comportamientos al comer aumentan el riesgo de desarrollar la afección que afecta a más del 30 por ciento de los adultos en Europa, según destaca la publicación.

El riesgo principal se dio cuando los alimentos y bebidas ácidos fueron ingeridos entre comidas. De acuerdo con la universidad, aquellos que consumieron bebidas ácidas dos veces al día entre comidas, como refrescos, agua con una rodaja de limón o tés con sabor a fruta caliente tuvieron 11 veces más probabilidades de tener una erosión dental moderada o grave. Esta cifra, no obstante, se redujo a la mitad cuando las bebidas se consumían con las comidas.

Una nota de prensa de la universidad anota también que los investigadores identificaron una variedad de alimentos, bebidas y medicamentos que tienen el potencial de ser erosivos. El principal de ellos eran las bebidas a las que les habían agregado aromas de fruta o fruta. “Al agregar aromatizantes de frutas o frutas se incrementó enormemente el potencial erosivo de la bebida, poniéndola a la par con las bebidas azucaradas”, advirtieron.

Por otra parte, el estudio también encontró que las bebidas azucaradas afectan por igual si tienen o no azúcar; que sorber, agitar, sostener o enjuagar estas gaseosas en la boca aumenta el riesgo por un contacto más fuerte y duradero con las superficies dentales, y que las bebidas calientes y los dulces son aún más predisponentes para este mal. Y claro que es más posible que esto ocurra cuando el consumo es constante.

“Es bien sabido que una dieta ácida se asocia con el desgaste dental erosivo; sin embargo, nuestro estudio ha demostrado el impacto de la forma como se consumen alimentos y bebidas ácidas”, concluyó el autor principal del estudio, Saoirse O’Toole.

Lo que la causa

  • – Una mala higiene oral.
  • – Ácidos de origen interno.
  • – Alimentos como vino, café, té, cerveza, bebidas gaseosas, energizantes, isotónicas, frutas cítricas y su versión en jugo.
  • – Bebidas calientes.
  • – Algunos medicamentos.

Lo que la evita

  • – Alimentos con alto contenido de fibra y bajos en azúcares.
  • – Visita constante al odontólogo.
  • – Una higiene oral adecuada.
  • – Cepillarse tras consumir alimentos o bebidas con pH alto y no antes.
  • – Usar cremas dentales o enjuagues con flúor o fluoruro de estaño, que ayudan a la resistencia del diente ante el ácido.
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Por qué su dentista puede preguntarle sobre su vida sexual

Es posible que le resulte extraño si su #dentista le hace una pregunta sobre su vida sexual. No piense que está tratando de entrar en su negocio. Por el contrario, está tratando de atrapar y prevenir una forma mortal de cáncer. Hasta hace poco, las preguntas que hacía su dentista se limitaban a la terrible sobre la frecuencia con la que usa el hilo dental. En el pasado, el dentista promedio no se atrevía a preguntar sobre el comportamiento de su dormitorio, pero un nuevo estudio en el ” Journal of the American Dental Association ” sugiere que los dentistas deberían comenzar a hacer preguntas más personales para detectar un tipo de cáncer de boca.

Su dentista necesita saber acerca de una práctica que podría afectar su boca, lengua, garganta y amígdalas.

Los dentistas están comenzando a prestar más atención a esas áreas en otras para detectar cualquier signo de cáncer de la orofaringe que se haya propagado a través de prácticas íntimas. Un dentista puede preocuparse si un paciente tiene un dolor de garganta prolongado o un nudo en el cuello.

Dentistas e higienistas dentales

Los dentistas y los higienistas dentales pueden ser los primeros en detectar los síntomas del cáncer de la orofaringe ; por lo tanto, no es inusual que las preguntas personales hayan sido autorizadas. Ha habido barreras para hacer tales preguntas personales debido a la falta de privacidad en la mayoría de los consultorios dentales y el temor a la vergüenza por parte del paciente y el dentista.

Los dentistas han confesado que no lo mencionan porque es un tema tan delicado para hombres y mujeres.

Según el estudio, los dentistas y los higienistas dentales son personas clave para identificar y dejar que sus pacientes sepan lo que sospechan para que el tratamiento de ese tipo particular de cáncer pueda comenzar. La Dra. Ellen Daly recomienda entrenar a aquellos en la profesión dental sobre cómo manejar con tacto el delicado tema con sus pacientes.

Crecimiento de cáncer de garganta

Existe una propagación del cáncer de garganta y se ha convertido en un problema creciente. Sólo el 21 por ciento de los casos se registraron antes de 1990. La Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad informó que después de 2000, ese porcentaje creció a un número alarmante. La razón se remonta a las personas que se han vuelto más activas y más íntimas oralmente [VIDEO].

Con el fin de reducir el riesgo de cáncer de garganta, los dentistas tienen la responsabilidad de interrogar a los pacientes y aconsejarlos sobre los peligros. Los pacientes deben informar cualquier síntoma a un dentista o médico. En caso de que las personas no lo sepan, existe una vacuna que puede prevenir las cepas causantes de cáncer. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades lo recomiendan para aquellos que cumplen con ciertos criterios

 

FUENTE: http://mx.blastingnews.com/salud-belleza/2018/01/por-que-su-dentista-puede-preguntarle-sobre-su-vida-sexual-002300267.html