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Seis razones por las que sangran las encías

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A mucha gente le sangran las encías durante un periodo de la vida. Las causas son variadas, pero hay varios factores de riesgo.

La principal razón del sangrado es la acumulación de placa, que puede causar una enfermedad conocida como gingivitis, o inflamación de las encías, que agravada puede provocar la caída de los dientes y, en casos extremos, otras complicaciones más graves.

Acá les explicamos las causas más comunes del sangrado en las encías:

Tabaquismo: fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con las encías sangrantes y el desarrollo de la enfermedad periodontal. Además, este hábito puede disminuir el efecto de algunos tratamientos odontológicos.

Diabetes: las personas que sufren de esa enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones, entre ellas, la enfermedad de las encías, según la Asociación Americana de Diabetes.

Cambios hormonales: el embarazo y la menopausia son dos periodos en los que las mujeres padecen mayores sangrados de las encías debido a que el tejido bucal es más sensible a estos cambios.

Deficiencia vitamínica: la deficiencia de vitamina K puede causar sangrado de encías, por ser un nutriente vital para el funcionamiento de varias proteínas relacionadas con la coagulación.

Estrés: está demostrado que el padecer estrés de forma prolongada baja las defensas del sistema inmunitario, por lo que los tejidos de la boca se ven afectados. Se inflaman los vasos sanguíneos y disminuye la capacidad natural de curación.

Otros hábitos, como usar un cepillo de cerdas demasiado duras o utilizar incorrectamente el hilo dental, también pueden producir problemas.

Y en algunas ocasiones, el sangrado puede indicar la existencia de una enfermedad más grave, como la leucemia.

Las encías son una parte imperante de la boca, sostienen las piezas dentales y por lo mismo debes estar fuerte y sana. Los hábitos de higiene recomendados, una alimentación equilibrada y dos visitas anuales al odontólogo servirán de prevención.

FUENTE: https://vidayestilo.terra.com.mx/salud/salud-bucal/condiciones-medicas/seis-razones-por-las-que-sangran-las-encias,b009c5b41701d3ce5f65b82e82a9fbafzs2x21w0.html

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Recomiendan medidas para evitar enfermedades transmitidas por el beso

El coordinador delegacional de servicios de Estomatología y Cirugía Bucal y Maxilofacial del IMSS en Jalisco, Jorge Alejandro Ávalos Rodríguez, recomendó realizar varias medidas para evitar enfermedades transmitidas por el beso.

Indicó que el beso dado entre una pareja es uno de los actos más placenteros e íntimos que contribuyen al desarrollo de la confianza entre sus integrantes y generan beneficios a la salud.

“Sin embargo, cuidar la higiene bucal, seguir un tratamiento médico y mantener un periodo de abstinencia en caso de enfermedades como la gripe y el herpes labial, harán ese vínculo más disfrutable”.

Explicó que besar desencadena una serie de reacciones químicas impulsoras del bienestar, como la liberación de dopamina, serotonina y endorfinas, además quema de calorías, pero es necesario evitar el contacto en caso de que se presente una afección viral o bacteriana en fase aguda.

Señaló que en el rubro de las patologías ocasionadas por un virus, destaca el resfriado común y la mononucleosis, mejor conocida como ‘enfermedad del beso’, cuyos síntomas se parecen pero son más intensos en el segundo caso: fatiga, dolor de cabeza y fiebre.

“Aunque parezcan cuadros clínicos sencillos es mejor buscar asesoría médica para una curación eficaz”, dijo el  coordinador delegacional de servicios de Estomatología y Cirugía Bucal y Maxilofacial del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.

Detalló que la parotiditis o paperas es problema común entre los niños porque se contagia por la aspiración del flügge o las gotitas de saliva emitidas al hablar, toser o estornudar de un enfermo, pero si el virus está latente en un adulto puede transmitirlo con mucha facilidad a la persona que besa, lo mismo que la varicela y la hepatitis B.

Aconsejó acudir al médico ante cualquier malestar, para proteger la salud propia y de la pareja.

Precisó que dentro de la categoría viral está también el ‘fuego labial’ ocasionado por la herpes simple, fácilmente transmisible no sólo de boca a boca sino de mano a genitales.

“Por lo que es necesario no tocarse la lesión con las manos o bien lavarlas inmediatamente después de hacerlo, porque se puede contagiar a otra persona y causarle un importante problema de salud”.

Sobre las enfermedades de naturaleza bacteriana, dijo que a través del beso una persona puede desarrollar periodontitis o inflamación de encías y caries dental: por falta de higiene.

“La boca de otra persona puede guardar microorganismos capaces de migrar y dañar la dentadura de la pareja; infecciones respiratorias como la faringitis pueden de igual manera trasmitirse por un beso”.

Invitó en primer lugar acudir con el médico familiar ante la sospecha de cualquiera de estas enfermedades, para posteriormente seguir al pie de la letra sus indicaciones.

Mencionó que el periodo de abstinencia de contacto entre fluidos salivales oscilará entre los siete y los 15 días, lo cual depende de la evolución del paciente.

Subrayó la importancia de mantener una higiene corporal óptima durante todo el año y de incluir en el estilo de vida buena alimentación, actividad física y esparcimiento.

“Las lesiones orales, así como la inmunosupresión ocasionada tanto por enfermedades crónico-degenerativas como por estrés y agotamiento físico, facilitan el desarrollo de las patologías ya mencionadas”, finalizó.

FUENTE: https://noticias.terra.com.mx/mexico/estados/recomiendan-medidas-para-evitar-enfermedades-transmitidas-por-el-beso,6622428c0b37ec528897ee9c48b686a8nyne08d8.html

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El diagnóstico de cáncer oral afecta el comportamiento sexual

(Foto: Photographee.eu/Shutterstock).

El diagnóstico y tratamiento del carcinoma escamocelular oral (OSCC) tiene efectos significativos en el comportamiento sexual de los pacientes, un factor importante de la calidad de vida.

Según un estudio publicado recientemente, muchos pacientes y sus parejas reportaron disminuciones significativas en la frecuencia de sexo vaginal y oral después del diagnóstico.

Con el fin de evaluar el impacto del diagnóstico y tratamiento de la OSCC sobre el comportamiento sexual, en relación con el estado del virus del papiloma humano (VPH) en particular, investigadores de la Universidad del Estado de Ohio seleccionaron a 262 pacientes con OSCC, de los cuales 54,2% tenía enfermedad VPH-negativa, y 81 cónyugues. Todos los participantes completaron una encuesta de evaluación sobre la transmisión del VPH y sus preocupaciones sobre las consecuencias en la salud, la angustia de la relación y el comportamiento sexual en el diagnóstico y luego en una cita de seguimiento seis meses después.

Los resultados de la encuesta indican que el estrés de la relación no era común entre los participantes. Por ejemplo, el 69 por ciento incluso informó que su relación se había fortalecido desde su diagnóstico de cáncer. Sin embargo, el 25 por ciento de los pacientes con enfermedad VPH positiva y el 14 por ciento de sus compañeros reportaron sentimientos de culpa o responsabilidad por el diagnóstico del cáncer causado por el VPH. Alrededor del 50 por ciento de los pacientes estaban preocupados por la transmisión sexual del VPH a sus parejas.

En general, se reportó una disminución significativa en la frecuencia de la conducta sexual vaginal y oral seis meses después del diagnóstico, independientemente del estado del VPH tumoral. Durante el período de estudio, la abstinencia del sexo vaginal aumentó significativamente del 10 por ciento al inicio del estudio al 34 por ciento y la abstinencia del sexo oral aumentó del 25 al 80 por ciento.

El estudio, titulado “Significant changes in sexual behavior after a diagnosis of human papillomavirus-positive and human papillomavirus-negative oral cancer”, fue publicado en línea en la revista Cancer antes de la edición impresa. Fue realizado en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y la Universidad de Barcelona en España y la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/33388_el_diagnostico_de_cancer_oral_afecta_el_comportamiento_sexual.html

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Por qué dentistas estadounidenses están recomendando extraer los dientes de leche antes de que se caigan

Cristina Bisbal Delgado

Con la caída del primer diente de leche, es tradición para muchos niños recibir la visita del Ratoncito Pérez. Mientras ellos lucen el regalo y la sonrisa desdentada, los padres suelen guardar estos dientes como recuerdo de la infancia. Sin embargo, estas piezas pueden ser algo más: múltiples estudios afirman que en el interior de los dientes de leche se hallan células madre —con la capacidad de dividirse y convertirse en células especializadas para formar tejidos en diferentes partes del cuerpo— que podrían resultar útiles para una futura terapia celular y medicinal.

El doctor Songtao Shi, investigador del National Institute of Health (NIH, EE UU), publicó en 2003 un estudio confirmando la existencia de estas células en el interior (concretamente en un tejido llamado pulpa dental, recubierto por la dentina) de los dientes de leche. Con el tiempo, otras investigaciones han corroborado este descubrimiento, así como su capacidad para regenerar los tejidos de diversas partes del cuerpo como los propios dienteslos huesos, e incluso, recientemente, algunos trabajos apuntan que podrían transformarse en células cerebrales

Eso sí, para que la pieza sea una fuente óptima de células madre, tiene que ser extraída por un dentista, ya que, “los dientes que contienen la mayor cantidad y calidad son los que mantienen un suministro de sangre hasta que son extirpados y procesados”, según la compañía estadounidense de preservación de células madre National Dental Pulp Laboratory.

“La pulpa dental contiene células con un importante potencial de proliferación y de diferenciación, fundamentalmente en tejidos como hueso, cartílago y grasa”, explica Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular en la Clínica Universitaria de Navarra. Paola Beltri, presidenta de la Sociedad Española de Odontopediatría añade: “Con técnicas específicas pueden ser inducidas para formar nuevas células de cualquier tejido de los que tienen su mismo origen: corazón, hueso, músculo…”.

Tomás Abad Garrido, director general de Dencells Biomedical Institute, banco de pulpa dental y células madre dentales, asegura que, aunque ahora se están probando solo en estudios clínicos, las posibilidades de estos tejidos irá en aumento en los próximos años: “Existen muchos estudios y tratamientos en fase preclínica y clínica con éxitos en tratamientos de artrosis, ceguera, lupus, cardiología, diabetes, regeneración de piel, regeneración de hueso, dientes y tejidos periodontales”. Entre esos estudios, uno publicado por la Unidad de Cardiorregeneración, del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, en el que se detalla el uso de este tipo de tejidos en ratas para regenerar los daños provocados tras un infarto de miocardio. El futuro es esperanzador. 

No se guardan en una caja

Para Abaud Garrido, es necesario saber que la conservación del diente forma parte crucial del proceso. Extraer células madre dentales es una opción que los padres deben plantearse con unos días de antelación y no cuando se caigan. Su recomendación es ponerse en contacto con el banco de células madre previamente. Estos les harán llegar un Biokit con todo lo necesario para introducir el diente —eso sí, inmediatamente después de que se caiga o extraiga— conservarlo y transportarlo en las condiciones adecuadas al laboratorio, donde las células se cultivarán y conservarán hasta que la persona las necesite para una terapia.

Pero no son solo los dientes de leche los candidatos a ser fuente de este tipo de células. También las muelas del jucio contienen en su pulpa una cantidad considerable, que han demostrado, entre otros beneficios, capacidad para regenerar las córneas dañadas.

FUENTE: http://elpais.com/elpais/2017/01/16/buenavida/1484572227_113875.html

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Masticar bien los alimentos previene la aparición de infecciones en la cavidad oral

La digestión de los alimentos se inicia en la cavidad oral, razón por la que es importante masticar bien. No en vano, la correcta trituración de los alimentos no solo favorece la absorción de nutrientes en el tracto intestinal, sino que cuanto más masticamos, más lento comemos y, en consecuencia, más saciados nos sentimos. O dicho de otra manera, prolongar la masticación hace que tengamos menos apetito durante el resto del día, lo que evita posteriores ingestas de alimentos tan banales como innecesarias. Tal es así que un estudio publicado en 2012 concluyó que el secreto para no engordar reside en masticar la comida durante 30 segundos antes de tragarla. Pero parece que los beneficios de ejercitar nuestros músculos maseteros no acaban aquí. Y es que como sugiere un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Manchester (Reino Unido), una correcta masticación también nos puede proteger frente al desarrollo de infecciones en la cavidad oral.

Concretamente, el estudio, publicado en la revista «Inmunity», describe cómo el proceso de masticación estimula la producción de linfocitos T colaboradores Th17, células del sistema inmune que juegan un papel fundamental en la lucha frente a las infecciones fúngicas y bacterianas que se presentan en la cavidad bucodental.

Como explica Joanne Konkel, directora de la investigación, «el sistema inmunitario lleva a cabo un notable ejercicio de equilibrio en las zonas de barrera como la piel, la boca y el intestino, en las que combate los patógenos dañinos a la vez que ‘tolera’ la presencia de las bacterias ‘amistosas’. Y en este sentido, nuestro trabajo muestra que, contrariamente a como sucede en otras zonas de barrera, la boca tiene una forma especial de estimular los linfocitos Th17: no a través de las bacterias, sino de la masticación. En consecuencia, la masticación puede inducir una respuesta inmune protectora en nuestras encías».

Masticación ‘inmunitaria’

Numerosos estudios han demostrado que la capacidad, mayor o menor, del sistema inmune para combatir las infecciones se encuentra condicionada por la dieta. Sin embargo, y según muestra el nuevo estudio, parece que no se trata solo del tipo de alimentos que comemos, sino también de la paciencia que tenemos para ‘procesarlos’ antes de deglutirlos.

Para lleva a cabo el estudio, los autores utilizaron un modelo animal al que suministraron alimentos cada vez más duros, forzándoles así a un incremento progresivo de su necesidad de masticación. Y lo que vieron es que cuanto más duros eran estos alimentos, mayor era la estimulación de linfocitos Th17, constatando que la masticación es el factor crítico para la producción de estas células inmunitarias.

Y este tipo de linfocitos, ¿es exclusivo de la cavidad oral? Pues no, se encuentran en la piel y el intestino, en los que su producción requiere la presencia de bacterias ‘amistosas’. No así en la boca, en la que la masticación induce factores que estimulan el desarrollo de estos linfocitos Th17 por el tejido de las encías –o ‘tejido gingival’.

Es más; dada la relación de las infecciones y procesos inflamatorios en la boca y la aparición de múltiples enfermedades, no debe descartarse que los beneficios de la activación de los linfocitos Th17 puedan extenderse a otras zonas del cuerpo.

Como refiere la directora de la investigación, «la inflamación en la boca se asocia al desarrollo de enfermedades por todo el organismo, por lo que un mejor conocimiento de los factores específicos que regulan la inmunidad a nivel de la barrera oral podría, cuando menos en teoría, conllevar al diseño de nuevas vías para tratar múltiples enfermedades inflamatorias».

Persistir con moderación

Entonces, y con objeto de proteger nuestras encías frente a hongos y bacterias, ¿es aconsejable que mastiquemos la comida no ya durante 30 segundos, sino incluso mucho más tiempo? Pues no. Los excesos son perjudiciales y la masticación no es la excepción que confirma esta regla. Y no tanto porque un masticado desmesuradamente exagerado pueda dañar nuestros músculos maseteros y, a la larga, acabar erosionando nuestros molares, sino porque la sobreestimulación de linfocitos Th17 tiene un efecto negativo: cuando se encuentran en un número excesivo, estos linfocitos pueden contribuir a la aparición y desarrollo de la periodontitis –esto es, la consabida ‘enfermedad de las encías’, comúnmente conocida como piorrea.

Como concluye Joanne Konkel, «en nuestro trabajo también hemos sido capaces de demostrar que el aumento del daño causado por la masticación también podría exacerbar la pérdida ósea en la periodontitis».

FUENTE: http://www.abc.es/salud/sepa/abci-masticar-bien-alimentos-previene-aparicion-infecciones-cavidad-oral-201702021123_noticia.html

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La falta de vitamina D durante el embarazo aumenta el riesgo de caries del niño

Una mayor ingesta de vitamina D materna durante el embarazo puede estar asociada con un menor riesgo de caries dental. Lo asegura una investigación publicada en «Annals of Epidemiology» que ha visto que los niños cuyas madres tomaban más vitamina D durante el embarazo tenían menos caries.

Muchos estudios han relacionado la deficiencia de vitamina D con defectos óseos en los niños. Ahora, esta nueva investigación realizada Japón proporciona nuevas evidencias de la asociación entre la vitamina D y la caries dental. En un estudio de 1.210 parejas madre-hijo japoneses, los científicos encontraron que la caries era menos prevalente en los niños cuyas madres tomaína más D durante el embarazo.

Formación de huesos

En el estudio, los investigadores de la Universidad de Ehime (Japón) recogieron información sobre la ingesta de vitamina D materna durante el embarazo mediante un cuestionario sobre su dieta. Además, los niños fueron sometidos a un examen oral entre los 36-46 meses de edad.

De acuerdo con los investigadores, el estado de nutrición de la madre afecta el desarrollo pre y postnatal de los niños, incluyendo la formación y mineralización de los dientes.

FUENTE: http://www.abc.es/salud/sepa/abci-falta-vitamina-durante-embarazo-aumenta-riesgo-caries-nino-201511121843_noticia.html

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La ansiedad antes de una extracción influye en la recuperación del paciente

La ansiedad puede ser muy importante en los resultados tras una intervencion odontológica. Expertos de la Universidad de Sevilla y del Hospital Universitario Virgen del Rocío demuestran que la ansiedad generada antes de someterse a una cirugía de la muela del juicio o exodoncia del tercer molar influye en la recuperación postoperatoria del paciente. Los investigadores han detectado además que cuando el médico ofrece la información preoperatoria al paciente de manera oral y le explica la intervención de manera dialogada y no solo con la hoja informativa de consentimiento que deben firmar, éste se siente más relajado y disminuye su nivel de ansiedad.

El profesor de la Facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla, Daniel Torres, explica que «según nuestros datos, la ansiedad influye en el dolor que percibe el paciente durante el postoperatorio en cirugía bucal y en la toma de analgésicos. Sin embargo, no influye en la percepción de inflamación durante el mismo periodo».

Aquí los investigadores diferencian entre la ansiedad rasgo, persona que sufre de estrés, y la ansiedad estado que se produce a consecuencia de la inminente cirugía bucal. La anestesia local incrementa el nerviosismo del paciente que está consciente durante la intervención.

Inflamación y dolor

El estudio prospectivo se realizó sobre una serie de 88 pacientes que precisaban la extracción de un tercer molar inferior. Antes de recibir ninguna información acerca de la extracción los pacientes completaron el test Spielberger State-Trait Anxiety Inventory — Trait and State. Tras la extracción se evaluó la inflamación y el dolor. Los pacientes rellenaron una escala visual analógica (EVA) de diez puntos en casa cada día a la misma hora de la intervención hasta el octavo día tras la cirugía, cuando se retiró la sutura. Este trabajo ha sido publicado en la revista «Medicina Oral, Patología Oral y Cirugía Bucal».

El Hospital Virgen del Rocío realiza una media de 4.000 a 5.000 extracciones del tercer molar cada año y su estudio se considera de referencia estándar para otros procesos inflamatorios y de dolor moderado como son la menstruación o el dolor de cabeza.

FUENTE:  http://www.abc.es/salud/sepa/abci-ansiedad-antes-extraccion-influye-recuperacion-paciente-201510262244_noticia.html

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Dismorfia dental: la obsesión por tener una sonrisa perfecta

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Hace 5 años, a sus 32, Nicole Mowbray, decidió hacerse una ortodoncia.

“No estaba realmente obsesionada con mis dientes, pero quería que fueran perfectos“, le contó a la BBC.

“Me puse brackets fijos dentrás de los dientes -un tipo de brackets estéticos conocidos como “Incognito”- que se colocan en la parte interior de los dientes, y por eso son menos visibles”, explicó.

A pesar de que le iban a costar miles de dólares y de que iba a ser un proceso largo (al menos dos años) y, probablemente, doloroso, decidió seguir adelante con la ortodoncia, en el anhelo de lograr la sonrisa perfecta.

Y lo consiguió, aunque el costo fue más alto de lo esperado. Y no solamente en términos económicos.

Durante el tiempo que tuvo los brackets, Nicole sufrió varias heridas y úlceras en sus encías y lengua.

Además, tuvo que someterse a las extracciones de tres de sus dientes, lo cual, asegura, “fue bastante doloroso”, al igual que lo fueron las gomas elásticas que tuvo que llevar para acelerar la correcta colocación de sus dientes.

Pero los brackets hicieron efecto y en un año sus dientes se veían “prácticamente perfectos”.

“Al final del tratamiento, tenía una sonrisa de película y no podía estar más contenta”, dice la británica.

Pero los lamentos, asegura, llegaron después.

Aunque todavía no sabía que lo que realmente sufría era dismorfia dental.

Señales de trastorno dismórfico:

  1. Angustia por un defecto físico menor
  2. Dificultades a causa de la obsesión con dicho defecto
  3. Comportamiento excesivo en relación al defecto
  4. Creencia de que los demás te tratan de manera diferente debido a ese defecto
  5. Petición de un tratamiento innecesario o excesivo para solucionarlo
  6. Insatisfacción irreal con los resultados de los tratamientos y procedimientos, o incapacidad para verbalizar expectativas

Fuente: Academy of General Dentistry (EE.UU.)

Tratamientos innecesarios

“Cuando me quitaron los brackets y me hicieron la última radiografía, descubrieron que tenía reabsorción radicular: las raíces de mis cuatro dientes de la mandíbula superior se habían acortado”, explica Nicole.

“Eso quiere decir que, más adelante, pueden llegar a caerse; es como si se hubieran aflojado, y necesitaré implantes para reemplazarlos”.

Nicole dice que logró la sonrisa perfecta, pero a costa de dejar sus dientes “en una situación peor que cuando comenzó el tratamiento”.

Y advierte sobre los tratamientos dentales innecesarios: “si no están rotos, no los arreglen”.

“Hoy en día todo tiene que ver con la autoconfianza y con cómo te sientes”, le contó a la BBC Uchenna Okoye, directora clínica de London Smiling Dental Group, en el Reino Unido.

“Lo que le pasó a Nicole no es muy habitual, pero en cosmética dental hay un aspecto psicológico. Nadie lo necesita realmente“, agregó.

Blancorexia y otras obsesiones

El mercado mueve millones y cada vez son más los tratamientos de cosmética dental en todo el mundo.

Sin embargo, algunos especialistas aseguran que la obsesión por tener la dentadura perfecta también ha fomentado la dismorfia dental (obsesión con la apariencia de los dientes).

Un ejemplo son los blanqueamientos.

De hecho, la obsesión con este tipo de tratamientos, conocida como blancorexia, puede ser perjudicial para la sensibilidad de los dientes, explican los expertos.

De acuerdo con Tim Bradstock-Smith, de la clínica dental cosmética London Smile Clinic, el número de pacientes que quieren corregir el aspecto de sus dientes está ligado a un aumento de casos de dismorfia dental.

“Hemos observado un incremento en los últimos cinco años de pacientes que nos envían selfies a nuestra página web, preocupados por el aspecto de sus dientes frontales“, le contó el especialista a Nicole, quien trabaja como periodista.

¡Sonrían para el selfie!

La clínica llegó a rechazar el tratamiento a varias personas.

Los expertos dicen que una de las causas del aumento de la dismorfia es el auge de fenómenos como las redes sociales y los selfies.

Efectivamente, Los selfies hacen que los dientes, en muchas ocasiones, se vean más prominentes de lo que realmente son.

“Como los dientes están en el centro de la imagen, la gente quiere que luzcan mejor”, dice Bradstock-Smith.

“Pero tomar las fotos demasiado cerca puede distorsionar y exagerar el tamaño de los dos dientes frontales”, explicó.

“Disuadimos, aproximadamente, a dos de cada tres pacientes cada semana para que no se hagan ningún tratamiento porque, simplemente, no lo necesitan”, le dijo el dentista a Nicole.

Y esta obsesión afecta, particularmente, al público femenino.

Según los estudios llevados a cabo por la Sociedad Británica de Odontología, el 80% de los nuevos casos de ortodoncias en adultos corresponden a mujeres.

“Ir al dentista puede sonar tan simple como entregar el dinero y tumbarte en el sillón. Pero una parte de mí desea que nunca me hubiera metido con mis dientes”, dice Nicole.

FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160323_salud_dismorfia_dental_lb

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Con cada refresco, sus dientes se hacen más pequeños

“Es el peor enemigo de nuestra sonrisa: silente, invisible, nos acecha día y noche. No vemos el ataque y, sin embargo, cada mañana al despertar nuestro diente desaparece un poco más”, asegura la odontóloga Debora Vilaboa. Es el terrorífico guion de lo que el desgaste dental está haciendo ahora mismo en su boca. El estrés tiene bastante que ver: además de fatiga, dolor de cabeza, molestias gástricas, tensión muscular… provoca bruxismo y cambios en el pH de la boca que, como mal menor, hacen que sus dientes cambien de color. Veamos qué es, cómo prevenirlo y qué tratamientos corrigen sus consecuencias.

Las alarmas han saltado. “Que los dientes se desgastaran era hasta ahora un achaque de la edad, pero hoy se ve demasiado frecuentemente en jóvenes. Y hay que frenarlo cuanto antes”, advierte la doctora. “La expectativa de vida crece y tenemos que conseguir una dentición sana, bonita y funcional durante más años”. Nadie está a salvo. Tres de cada cinco adultos padecen este desgaste. Aunque vivan relajadamente o se laven los dientes con fruición: además del estrés, afectan la dieta, el estilo de vida y ciertas intolerancias y trastornos alimenticios. ¿Qué ocurre exactamente? Jaime Jiménez García, experto en implantes de la Clínica Ciro y director de máster de Implantología oral avanzada la Universidad Europea de Madrid, explica que primero se come el esmalte hasta que llega a la dentina, produciendo sensibilidad. “Provoca pérdida de altura de los dientes, en longitud y volumen, haciendo que la sonrisa se retraiga marcando arrugas peribucales (la sintomatología de Popeye) y horizontales sobre el labio superior e inferior. Además de limitaciones funcionales por problemas en la oclusión, la relación entre dientes superiores e inferiores puede derivar en molestias musculares en la cara, cuello y espalda”, añade. Una advertencia más de Vilaboa: la dificultad de detectarlo e interceptarlo mediante prevención. “En determinados casos se produce de una manera lenta y puede pasar desapercibida tanto para el paciente como para el dentista. Y cada milímetro de longitud de diente que perdemos nos hace envejecer diez años”. Si Hitchcock levantara la cabeza…

“Después de tomar un zumo de naranja hay que esperar al menos 20 minutos antes de lavarse los dientes, para no frotar el ácido contra el diente haciendo que se desgaste aún más” (Silvia Jiménez García, ortodoncista)

De nuevo, el estrés

Cuánto puede afectarle el desgaste dental depende de la estructura genética de su diente, del tipo de agresión y de su capacidad de defensa. “Hasta ahora se creía que, sobre todo, era un ataque físico: el que causa el bruxismo [apretar los dientes de manera involuntaria]. Y en ese cajón se metía todo…”, comienza Vilaboa. Ese rechinar nocturno, pesadilla casi más para quien le acompaña en sus desvelos, afecta a un 17% de quienes padecen estrés. “En la clínica lo hemos notado muchísimo, porque de alguna manera gran parte de la población ha sufrido la crisis, lo que ha provocado que los pacientes con problemas de bruxismo hayan aumentado muchísimo. Al apretar los dientes, erosionan y desgastan la dentadura, hasta se llegan a romper piezas”, confirma Jiménez García. Su hermana, la periodoncista María José Jiménez García, detalla: provoca microfisuras y aumenta la porosidad, que favorecen que el esmalte se manche más con vino, té o café, o incluso se fracture.

Utilizar una férula de descarga (molde de material flexible y blando que se erosiona en lugar de su esmalte mientras aprieta los dientes) o formar parte de ese privilegiado grupo que duerme a pierna suelta (poco más de la mitad de la población) solo evita uno de los problemas. “En el desgaste dental es casi más importante cómo afecta el pH de la boca”, avanza Jiménez García. Lo confirma Vilaboa: “Hoy sabemos que, sobre todo, lo originan causas químicas. Internas, por los ácidos del reflujo gastroesofágico, que afecta al 60% en algún momento de su vida, y los que provocan ciertos trastornos de la alimentación o intolerancias alimentarias que cursan vómitos”. El estrés, no desayunar lo que debemos, abrir latas de bebida en la oficina sin parar o creernos deportistas de élite; así como seguir a pies juntillas todas las tonterías que dicen las celebridades en Internet (como beber agua con limón, en ayunas o no, o hacer del vinagre de manzana el nuevo elixir antigrasa), son algunas de las causas que llaman externas o medioambientales. “¿Quién no toma un zumo de naranja por la mañana? ¿Y cuántos están limitando los lácteos? Bebidas isotónicas, carbonatadas, colas… Todas ellas contienen ácido cítrico que provoca un descenso en el pH de la boca y acelera el desgaste”, apunta la odontóloga.

Correr a por su cepillo de dientes mientras apura las últimas gotas del zumo o su refresco favorito es aún peor: “No sabemos por qué nadie dice que después de tomar una bebida ácida, como el jugo de cítricos del desayuno, hay que esperar al menos 20 minutos antes de lavarse los dientes para no frotar el ácido contra el diente haciendo que se desgaste aún más”, añade Silvia Jiménez García, también miembro de la Clínica Ciro y experta en ortodoncia. La recomendación de Vilaboa para contrarrestar los ácidos es: “Si no podemos evitar las bebidas gaseosas, mejor tomar a la vez alimentos. Y si queremos aromatizar la ensalada con limón, poner unas rodajas impregnadas en aceite”.

Las bacterias que viven en nuestra boca también atacan. “El desgaste por erosión ácida puede provenir de la gran cantidad de bacterias que viven en su interior”, continúa Vilaboa. “Bien por falta de mantenimiento o hábitos hay veces que las bacterias se descontrolan haciendo que los dientes pierdan hueso sin parar”, explica Jiménez García. La medicación es otra de las amenazas: “No solo hablamos de las tetraciclinas, que sabemos que tiñen los dientes, sino que tomar más de tres medicamentos al día hace que nuestras glándulas salivales pierdan la capacidad de proteger nuestro esmalte”, precisa Vilaboa.

La importancia de la saliva

“Cada día se produce una sucesión de agresiones que, si superan los mecanismos de defensa del diente, pueden desencadenar un deterioro precoz que conduzca a la destrucción de la dentición. Empezando por el esmalte, responsable de la dureza, la resistencia y el color”, previene Vilaboa. La saliva es la primera línea de defensa de la boca. “Un sistema natural que nos provee de protección, lubricación, humectación, capacidad antimicrobiana, remineralización… Arrastra las bacterias y lubrica las superficies en los constantes movimientos de los dientes”, añade. Traducido, la saliva nos protege de sufrir daños ante gestos tan comunes como machacar las tapas de los bolígrafos o abrir botes con las muelas; de que no rayemos los dientes al mordisquear muslos de pollo o costillas; hace de aduana de la fauna (bacteriana) que entra con los besos ajenos y trata de compensar una higiene digamos… justita.

Qué se puede hacer

Desde la Clínica Vilaboa recomiendan, como medidas de prevención, combatir el bruxismo diurno con la risa y el nocturno con férulas (“miorrelajantes, de descarga o Michigan”); comer mientras beba refrescos, zumo de naranja o limón, café o vino; mejorar la higiene y utilizar aceite de oliva para combatir bacterias (“el aceite impide que el estreptococo mutans desencadene erosión o desmineralización”) y vigilar que la producción de saliva no decaiga (“durmiendo con la boca abierta o abusando del alcohol”). Si se detecta pronto, la solución pasa por remineralizar el diente (y combatir las causas que lo provocan). En la Clínica Ciro se pone una cubeta de flúor de alta concentración, al 1,23%. Si no es suficiente, existen unos barnices de flúor que sellan bien. En casa toca cepillarse con pastas remineralizantes y enjuagarse con colutorios que lleven flúor. “También se pueden aplicar geles como Xerostom, que cubren los dientes con un aceite ayudando a que los ácidos no viajen bien por la superficie”, propone Vilaboa. Y si llegan tarde, siempre quedarán las carillas.

FUENTE: http://elpais.com/elpais/2016/11/29/buenavida/1480430638_776028.html

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Los implantes dentales ya no suponen un riesgo para las personas con diabetes

Uno de cada once adultos sufre diabetes en el mundo. Entre las personas de 60 años o más, la prevalencia se incrementa hasta el doble. Es una de las enfermedades más estudiadas por los especialistas de todo el mundo.La implantología dental en el caso de los pacientes con diabetes presenta un mayor riesgo de padecer infecciones tanto alrededor del diente (periodontitis) como en el implante (peri-implantitis), al no favorecer su cicatrización. Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla está realizando un estudio con el fin de minimizar estos factores de riesgo. Este estudio en colaboración con Straumann, compañía de implantología dental, revela que los implantes dentales de aleación titanio-circonio son los que mayores beneficios presentan para los pacientes diabéticos que se someten a este tipo de tratamiento. El equipo de la Universidad de Sevilla ha querido avanzar los resultados de su investigación coincidiendo con el Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el lunes 14 de noviembre. Los implantes de titanio-circonio suponen, por tanto, un avance científico en materia de implantología dental que ofrece notables beneficios y ventajas para la salud de los pacientes diabéticos.

FUENTE: http://www.abc.es/sociedad/abci-implantes-dentales-suponen-riesgo-5206166528001-20161111012311_video.html