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La importancia del tercio apical del conducto

DENTAL TRIBUNE

Una cuestión clave en endodoncia es determinar el éxito o fracaso del tratamiento, aspecto que en ocasiones puede generar muchas dudas. Como todo suceso clínico, el criterio del profesional es importante, pero el conocimiento de la biología ápico-periapical sienta las bases para una correcta interpretación del resultado.

En el periápice es donde se produce la reparación, por lo tanto, nuestros procedimientos operatorios deben realizarse con el objeto de colaborar con las defensas orgánicas en el proceso de cicatrización.

La certeza del resultado la tendremos a distancia del tratamiento, pero debemos tener en cuenta ciertas consideraciones.

Ante un tratamiento realizado sin dificultades, el postoperatorio por más doloroso o asintomático que sea, no nos indica éxito o fracaso. Pueden existir dolores muy agudos con reparación periapical y ausencia de síntomas con fracaso a distancia.

El control clínico-radiográfico a distancia del tratamiento (después de los 6 meses) determina el resultado terapéutico. En algunas ocasiones conviene esperar uno o dos años para asegurar el diagnóstico.

Se considera que hay reparación periapical cuando el diente se presenta sin sintomatología clínica y la imagen radiográfica exhibe una lámina ósea de aspecto normal, con espesor uniforme del ligamento periodontal, tanto en las zonas laterales como en la zona apical (Figs. 1 y 2).

Estas imágenes del ligamento periodontal y del tejido óseo pueden ser preexistentes o no al momento del tratamiento, pero siempre deben estar presentes a distancia del mismo.

El cuadro histológico existente en el periápice de las reparaciones puede estar dado por la formación de tejido conjuntivo laxo o fibroso. También puede deberse al sellado del foramen con tejido cementoide u osteoide, pero siempre hay una activa regeneración del hueso alveolar.

Posterior a una biopulpectomía se produce un coágulo sanguíneo a la altura del corte o desgarro, por debajo del mismo se instala una zona de necrosis y más abajo se inicia el proceso inflamatorio con todas sus características. Consecuentemente, se reabsorbe cemento y tejido óseo para permitir una mejor irrigación y menor compresión de la zona con desinserción de las fibras periodontales.

En un estadio posterior comienzan a aparecer fibroblastos, cementoblastos y osteoblastos para recuperar el tejido dañado. Se reinsertan las fibras de sostén del elemento dentario y se restituye de esta forma la función.

Conviene recordar que al eliminar la pulpa dental no se produce un corte como los derivados de un bisturí, ni tampoco podemos controlar que el corte se produzca exactamente a nivel del límite C.D.C. Provocamos más bien un desgarro en zonas cercanas a dicho límite, que puede ser antes o después; en este caso lo realizaríamos en pleno ligamento periodontal. Esta situación obliga al organismo a realizar un “trabajo adicional” que siempre es bien tolerado.

En tratamientos de dientes con necrosis o gangrenas la situación es distinta. Si no hay proceso periapical el cuadro reparador es semejante al anterior, salvo que previo al tratamiento ya está instalado un proceso inflamatorio provocado por la muerte pulpar y obviamente no existe el corte o desgarro de la pulpa que producimos en las biopulpectomías. Posteriormente hay neoformación de los tejidos dañados y se produce la reparación ya señalada.

Si previamente existe un proceso periapical, el mecanismo reparativo es mucho más lento. Si estamos en presencia de un granuloma, el tejido de granulación gradualmente va siendo sustituido por tejido fibroso y éste por tejido calcificado que repara las estructuras previamente reabsorbidas recuperándose la función perdida. Si existe un absceso, el organismo va reabsorbiendo el material purulento y posteriormente se genera el mismo proceso reparador que en el granuloma.

En casos de que exista un quiste, el tratamiento endodóntico promueve la regresión de la lesión quística a través de mecanismos no del todo esclarecidos y que genera controversias entre los distintos investigadores que estudiaron el problema. Lo cierto es que reabsorbido el quiste, se genera el mecanismo reparador citado anteriormente.

Distintos factores influyen en el proceso de reparación. Entre ellos podemos mencionar factores generales (nutrición, disturbios hormonales, deficiencias vitamínicas, etc.), y factores locales.

Entre estos últimos, algunos no dependen del operador, como por ejemplo la presencia de microorganismos preexistentes al tratamiento, las complejidades anatómicas, lesiones periapicales que reabsorben el ápice radicular, etc.

Seltzer dijo en 1971: “Para mejor asegurar la reparación, se impone la reducción del número de microorganismos del interior de los canales radiculares sin que pueda ser alcanzada con una correcta preparación biomecánica y la aplicación de agentes antibacterianos en el interior de los mismos”.

Por ello, el principal enemigo a vencer son los microorganismos y nuestros procedimientos deben tender a eliminarlos o a disminuir su número para dejar al organismo en las mejores condiciones que favorezcan la reparación.

Los factores que sí dependen del operador y son de su responsabilidad están relacionados con la elaboración de un buen diagnóstico y la concreción de una correcta preparación biomecánica y obturación.

Cuando hablamos de una correcta preparación biomecánica y obturación del conducto, el tercio apical se transforma en un área sensible para el operador debido a su difícil acceso y a las dificultades que se presentan para limpiarlo, conformarlo y obturarlo, especialmente en los conductos curvos y más aún, los que poseen una marcada curvatura y estrechos.

Por lo tanto, merece especial consideración por su complejidad anatómica, por su diversidad de forma y amplitud (como se indica en las Figuras 3, 4 y 5), por tratarse de un área donde trabajamos pero no tenemos una visión directa del campo operatorio, y por ser la estructura anatómica que se pone en contacto con la región periapical, lugar donde el organismo decide si repara o no.

En consecuencia, ¡es imprescindible conocer el tercio apical!

Comencemos por su estructura anatómica e histológica que, por cierto, difieren del resto del conducto radicular.

El tejido pulpar apical es más fibroso y contiene menos células que el tejido pulpar coronario. Ello se debe a que en el tercio coronario necesita mayor poder defensivo. Dicho tejido fibroso es idéntico al del ligamento periodontal y parecería que actúa como una barrera contra la progresión apical de la inflamación pulpar.

Los odontoblastos forman una capa de células planas, mientras que en la porción coronaria adoptan una forma cilíndrica debido a una mayor necesidad funcional.

La dentina apical muestra un menor número de conductillos dentinarios que en la corona del diente (en la zona cervical hay alrededor de 42.000 por milímetro cuadrado, mientras que en la apical 8.000). Por lo tanto, la permeabilidad dentinaria es más reducida ya que los líquidos se difunden a través de los túbulos dentinarios.

Esta disposición es favorable en las gangrenas pulpares ya que los microorganismos encuentran una menor cantidad de espacios donde alojarse (recordemos que tienen la tendencia de introducirse unas micras dentro de los conductillos dentinarios), y ocurre precisamente en el segmento del conducto donde necesitamos menor grado de infección para disminuir el potencial de agresión que tienen los microorganismos para interferir en el proceso reparador.

El cemento apical también presenta diferencias en términos generales mientras en los tercios coronario y medio tiene una estructura acelular, en el segmento apical es celular, quizás debido a su permanente y continua aposición que incorpora en su interior elementos celulares. Es también más grueso y presenta una laminación irregular.

La aposición continua de cemento a nivel apical se produce para provocar la erupción pasiva de los dientes en dirección mesio-oclusal. Si bien es cierto que el depósito de cemento también se produce lateralmente en los segmentos medio y coronario, se ha demostrado que es mayor en el tercio apical.

El proceso de formación cementario es motivado, además por varias razones, entre las que podemos mencionar:
– Para compensar la cantidad de esmalte y dentina que se pierde debido a fuerzas oclusales e interproximales.
– Para restablecer la porción perdida en fracturas oblicuas u horizontales.
– Para restablecer el tejido perdido en reabsorciones producidas por lesiones periapicales.
– Para contribuir al proceso de reparación luego del tratamiento endodóntico con el objeto de sellar biológicamente el foramen apical.

En cuanto al ligamento periodontal periapical podríamos decir que felizmente se encuentra en un área de mucha actividad metabólica. Esta propiedad, otorgada por el gran número de células, vasos, nervios, fibras y sustancia fundamental que posee, influye favorablemente en el proceso de reparación postendodóntica.

El tejido fibroso recibe un importante aporte vascular que lo diferencia del que contiene la pulpa dental, otorgándole mejores condiciones metabólicas.

Del mismo modo, a diferencia de la pulpa dental, en esta zona encontramos una verdadera circulación colateral que le confiere un mayor poder reparador.

El hueso alveolar periapical presenta una lámina dura donde se insertan las fibras periodontales con numerosas perforaciones para darle paso a los vasos sanguíneos y filetes nerviosos y una conformación esponjosa que, al poder liberar un mayor grado de presión ante un cuadro inflamatorio, crea la condiciones para una respuesta dolorosa de menor intensidad que la que presenta la pulpa dental alojada en un espacio de paredes inextensible como la dentina.

Límite o área C.D.C.
En el extremo del tercio apical del conducto radicular existe una estructura de vital importancia al momento de llevar a cabo la terapia endodóntica: el límite C.D.C.

El conducto está formado por dos estructuras cónicas, una mucho más larga y ancha cuyo diámetro mayor mira hacia la porción coronaria de paredes conformadas por dentina —conducto dentinario— y otra de muy corta longitud y estrecha cuyo diámetro mayor mira hacia el periápice, de paredes constituidas por cemento —conducto cementario—, unidas por su diámetro menor.

Esta zona es la parte más constricta del conducto radicular y se denomina límite cemento dentinario o unión cemento-dentina-conducto (C.D.C.). Aunque este concepto obedece más a un criterio técnico que real, Langeland afirma que la unión cemento dentinaria no siempre coincide con la constricción apical.

La unión C.D.C. es el límite de la preparación biomecánica y de la obturación, por ese motivo es una estructura anatómica de gran importancia biológica. Marca el límite hasta donde van a trabajar los instrumentos y es uno de los puntos de referencia para la obtención de la longitud de trabajo; el otro es algún punto coronario (borde incisal, cúspide, etc.). Aunque en realidad lo que hacemos en la inmensa mayoría de los casos, es aproximarnos al límite C.D.C. sin coincidir con su ubicación.

¿Por qué es el límite de la preparación biomecánica? Porque después del límite cementodentinario nos encontramos con el periodonto y el hueso alveolar donde existe un mayor flujo vascular y una circulación con ramificaciones colaterales. Estas condiciones, entre otras, crean la posibilidad de que las defensas orgánicas desarrollen todo su potencial, cosa que no ocurre en pleno tejido pulpar.

Conviene recordar que la unión C.D.C. no tiene la forma de un aro, generalmente es ovalada, a veces se asemeja a un ocho como en determinadas raíces distales de molares inferiores y desde una posición frontal observaremos que tiene un recorrido sinuoso (Fig. 6 ).
La conformación sinuosa determina que el límite C.D.C. se presente a una altura diferente en una pared del conducto con respecto a la pared opuesta, como se puede apreciar en la Figura 7.

Si la longitud de trabajo se toma teniendo en cuenta la pared “A”, estaríamos, en alguna medida, provocando una sobreinstrumentación. Por tal motivo en vez de hablar de unión C.D.C. conviene decir zona o área C.D.C.

Recordemos que tanto en los casos de dientes con forámenes incompletamente calcificados, como en las reabsorciones cemento dentinarias externas que suelen producirse en el ápice radicular por la acción clástica en procesos periapicales crónicos de larga data, la unión o área C.D.C. está ausente total o parcialmente por falta de formación o destrucción. Esta situación complica la preparación y la obturación del conducto.

Las variaciones morfológicas que sufre el ápice radicular durante toda la vida del diente, como también la imposibilidad de visualizar el foramen apical, complican la determinación de la longitud de trabajo. Esta situación se agrava ya que la radiografía nos muestra en dos dimensiones un cuerpo que en realidad tiene tres.

A continuación se presentan dos casos clínicos donde se muestra cómo han sido tratados y obturados, teniendo en cuenta la importancia del tercio apical para el éxito del tratamiento.

Caso #1: Pulpitis en un conducto curvo que se bifurca en los últimos dos milímetros
Este es un caso que presenta dificultades para obturar los conductos por ser muy pequeños en extensión, estrechos y curvos en los milímetros finales.

Si establecemos un orden de importancia en cuanto a la necesidad de lograr una correcta obturación y dividimos el conducto en tres segmentos —el coronario, el medio y el apical—, no hay duda de que el más importante es el apical. ¿Por qué?. Porque es el que está en contacto con el área periapical y esta zona es la que necesita estar en las mejores condiciones para que se produzca la reparación.

Por lo tanto, es esencial lograr una correcta obturación que llene tridimensionalmente el conducto radicular, y con mayor razón el tercio apical. Con este criterio, lo más adecuado es un material de naturaleza plástica. Los sólidos (conos de gutapercha) no podrán adaptarse correctamente a las paredes y el material principal de relleno pasaría a ser el cemento.

La técnica de obturación empleada en este caso consistió en llevar pasta antiséptica lentamente reabsorbible de Maisto, condensarla con sondas emboladas con algodón, y eliminar la pasta del tramo recto del conducto con el último instrumento que trabajó este segmento en la preparación biomecánica. Se llevó posteriormente un cono de gutapercha seccionado recubierto con cemento de Grossman, se lo atacó verticalmente y el resto del conducto fue obturado con el mismo cemento llevado con lentulo (Caso #1 Fig. 1).

En Caso #1 Figura 2 vemos un control radiográfico realizado 2 años después.

Caso #2: Retratamiento de un conducto con periodontitis periapical aguda
Paciente de 42 años que viene a la consulta con un cuadro periapical agudo, con fuertes dolores. El diente causante es el 25 que poseía un tratamiento de conducto deficiente realizado un año atrás. En la radiografía preoperatoria (Caso #2 Figura 1), se puede observar la deficiente endodoncia realizada donde no se tuvo en cuenta la importancia del tercio apical.

Al realizar el retratamiento se observa que el límite C.D.C. estaba destruido como consecuencia de una sobreinstrumentación, presumiblemente por no haber advertido que el conducto era de muy corta longitud. Este accidente provocó un “foramen de amplio diámetro” como puede observarse en Caso#2 Figura 2.

En estos casos, la preparación biomecánica debe realizarse teniendo en cuenta ciertas condiciones. El conducto es muy corto y muy amplio, por lo tanto hay que evitar la impulsión de material al periápice. Hay que limpiar muy bien el contenido de la luz del conducto y las paredes, pues el orificio de entrada de los conductillos dentinarios también tiene microorganismos.

Para la obturación se eligió un cono de gutapercha de gran calibre para poder adaptarlo a las paredes del conducto. Se lo seccionó para obtener un cono de 3 milímetros de largo con la finalidad de obturar el tramo apical del conducto con atacado vertical.
En estos casos se corre el riesgo de transportar la gutapercha al periápice por no existir una buena contención apical. Por lo tanto, previamente se llevó pasta alcalina de hidróxido de calcio, se la condensó con sondas de algodón y luego se la eliminó de manera que solamente quede obturado el último milímetro del conducto con dicho material.
La pasta de hidróxido de calcio no es un material de obturación definitivo, el organismo la va a reabsorber totalmente, simplemente se la colocó para que cumpla dos funciones: formar, de alguna manera, un tope apical e impedir una sobreobturación con gutapercha, e inducir al periápice a la formación de osteocemento.
En Caso#2 Figura 3 se puede observar el control de la obturación y en la Figura 4 una radiografía de control postoperatorio 3 años después. La misma muestra reparación apical verificada clínica y radiográficamente.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/13721_la_importancia_del_tercio_apical_del_conducto.html

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¿Es la cirugía ortognática la respuesta a la maloclusión?

News Latin America

Los dentistas generales son quienes más pacientes refieren a lo especialistas para tratamientos de ortodoncia. Las opciones que se ofrecen a estos pacientes por lo general no implican una intervención temprana, tienden a ser tratamientos sintomáticos y, en casos graves, pueden implicar cirugía ortognática como “último recurso”.

A pesar de que es una opinión generalizada que la cirugía es la última respuesta para corregir una maloclusión esquelética, la investigación ha demostrado que es una modalidad de tratamiento definitivamente inestable.

El primer procedimiento ortognático fue realizado en 1849 por el odontólogo y cirujano Simon Hullihen de West Virginia (EE UU). Sus cuadernos revelan que realizó la cirugía “para hacer procedimientos de avance mandibular cerca de 10 veces”. Al igual que en 1849, el avance mandibular que Hullihem denominaba “underjaw”, sigue siendo el procedimiento ortognático más frecuente en la actualidad.

La ortodoncia moderna ha hecho un esfuerzo concertado por convertirse en una ciencia basada en la evidencia. Sin embargo, existen todavía grandes puntos ciegos. Uno de ellos es la cirugía ortognática.

El Profesor William Bell, conocido como el “padrino” de la cirugía ortognática, ganador del Premio de Investigación William J. Gies de la AAOMS y de importantes contribuciones a la cirugía oral y maxilofacial, que ha publicado 150 artículos y editado dos libros de texto en tres volúmenes sobre el tema, la describió como “demasiado complicada, demasiada invasiva, demasiada larga, demasiado cara y demasiado impredecible”.

A pesar de ello, parece existir una falta de atención entre los profesionales sobre los “sorprendentemente altos” tipos de inestabilidad y las “muchas complicaciones posibles” de estos procedimientos.

Estabilidad de la cirugía ortognática
Una revisión de Proffit realizada en 2007 estudió más de 100 trabajos de investigacion y contó con aproximadamente 50 contribuciones y capítulos de libros, lo que reveló los resultados de 2.264 pacientes sometidos a cirugía ortognática.

Sólo los casos de avance mandibular con un resalte inferior a 10 mm y reposicionamiento superior del maxilar durante el primer año se consideran “muy estable”. Sin embargo, después de este primer año, el 20% de los pacientes con avance mandibular experimentan una disminución de la longitud de la mandíbula, mientras que después del reposicionamiento superior del maxilar superior, el 33% de los pacientes experimentan un “cambio significativo”. En una revisión sistemática, Joss et al. determinaron en 2010 que el 60% puede sufrir una recidiva a largo plazo, cifra que otros estudios elevan hasta 100%.

El retroceso mandibular, el movimiento descendente del maxilar superior y el ensanchamiento del maxilar superior en el primer año postcirugía solo puede describirse como “problemático”, con retroceso mandibular y movimiento hacia abajo del maxilar sin fijación rígida en el que un 67% sufre una recaída moderada y un 20% tiene un “cambio altamente significativo”. Mientras tanto, la ampliación de los maxilares resulta en un cambio significativo o muy significativo en un 30%. El tratamiento de Mobarak de 61 casos consecutivos de avance mandibular produjo una “considerable” tasa de recaída del 46%.

Proffit afirma que un “número sorprendentemente alto de los pacientes experimentan cambios de uno a cinco años después de la cirugía”. En cuanto a las causas, atribuye la recaída de la cirugía de retroceso mandibular a que la musculatura devuelve la rama mandibular a su orientación original. Chang et al. (2006) también consideran que las fuerzas musculares son el factor principal en la recidiva del retroceso mandibular. En su revisión del tratamiento de la mordida abierta, Shapiro (2002) sugiere que la alta tasa de inestabilidad, con o sin cirugía, se debe más probablemente a la “no-adaptación de la lengua”.

Graber, en su seminal artículo de 1963 sobre la influencia de los músculos en la maloclusión, escribió que “cuando hay una pugna entre el músculo y el hueso, el hueso cede”. A pesar de ser algo que en ese momento parecía contradecir lo que se sabía, es el concepto ha sido aceptado en la literatura.

Complicaciones de la cirugía ortognática
Sousa y Turrini (2012) han acumulado el cuerpo más autorizado de datos en una revisión integral, con una población total de estudio que abarca 8.390 pacientes.

Los autores indicaron que la cirugía ortognática tiene “muchas complicaciones posibles”: un asombroso 27% sufre complicaciones que van desde daño en los nervios a ceguera. Tal vez lo más preocupante es el hecho de que esta revisión no implica complicaciones relacionadas con la planificación de la cirugía, lo que aumentaría la cifra aún más.

El daño a los nervios es la complicación más común post-cirugía; un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte indica que el 98% de los pacientes sufrió “sensibilidad alterada de la barbilla” 1 mes después de la cirugía bilateral de osteotomía sagital en la rama mandibular, sin que se viera mejoría en el 81% de los pacientes a los 6 meses.

Las infecciones posteriores a la cirugía ortognática pueden afectar al 10% de los pacientes, a pesar del uso de antibióticos profilácticos. Estas infecciones pueden conducir a la obstrucción de las vías respiratorias, la pérdida de hueso o dientes, osteomielitis, trombosis del seno cavernoso y/o meningitis.

Las complicaciones quirúrgicas pueden incluir fracturas innecesarias, como la desviación del tabique nasal después de Lefort I, perforación del conducto endotraqueal causando hipoxia después de la osteotomía segmentaria maxilar y fracturas del cóndilo y la apófisis coronoides durante la osteotomía sagital de la rama mandibular bilateral.

Sólo en Corea del Sur, un estudio encontró 20 muertes reportadas después de la cirugía ortognática causadas por obstrucción de la vía aérea por edema, sangrado e hipotensión. El personal de un hospital de dicho país fue investigado por homicidio accidental, cuando una mujer murió en julio de 2013 después de que cayera en coma durante la cirugía.

Inquietante también es la literatura sobre la información que recibe el paciente sobre las posibles complicaciones. Puesto que los profesionales proponen las operaciones, es un imperativo moral y legal revelar todos los riesgos asociados. Un estudio encontró que a del 20-45% de los pacientes no se les informó adecuadamente incluso de consideraciones básicas, tales como la necesidad de anestesia general, la dieta post-operatoria y la complicación más frecuente, la pérdida de sensibilidad.

Otro estudio sustancial encontró que un 42% no fueron debidamente informados de las complicaciones postoperatorias y un 60% reportó un adormecimiento peor de lo que habían previsto.

Varios estudios realizados en pacientes de cirugía ortognática (en su mayoría insatisfechos con su apariencia facial) indican que los síntomas de trastornos psicológicos son comunes. Las condiciones psicológicas preexistentes deben ser evaluadas cuidadosamente, especialmente a la luz de un reciente intento de suicidio debido al “dolor mandibular constante y grave” después de una cirugía ortognática.

Hacia una mejor respuesta
El potencial de recaídas y complicaciones en cirugía ortognática conspira para que sea la modalidad de tratamiento menos deseable. A pesar de ello, sigue siendo la única opción de tratamiento disponible una vez que las maloclusiones alcanzan cierta gravedad en pacientes de edad avanzada.

Si la cirugía es absolutamente necesaria, la evidencia sugiere que el papel de los músculos en la recaída no es algo que deba ser relativizado.

La Sociedad Australiana de Ortodoncistas (ASO) lo explica así: “El tratamiento temprano puede prevenir el desarrollo de problemas más serios o que el tratamiento en una etapa posterior sea más corto y menos complicado. El tratamiento temprano puede lograr resultados que no son posibles una vez que el rostro y la mandíbula han dejado de crecer”.

El tratamiento de ortodoncia precoz tiene baja prioridad en la mayoría de las prácticas de ortodoncia porque, supuestamente, es menos eficiente que los métodos tradicionales de tratamiento. Sin embargo, como la cirugía ortognática y la ortodoncia fija tradicional están limitadas a recaídas prácticamente seguras, los padres están cambiando las cosas y repaldando los tratamientos de pre-ortodoncia.

El tratamiento miofuncional centrado en los músculos previo a la ortodoncia ofrece a pacientes que de otra manera requerirían cirugía, perspectivas excepcionales para un desarrollo facial sano y correcto que puede evitar la necesidad tratamiento más extremos. Además, incluso si la ortodoncia tradicional es inevitable, el tratamiento suele ser menos complejo y más estable si se incorpora la ortodoncia miofuncional.

La ciencia es clara: el centro de gravedad en nuestra práctica clínica debe desplazarse a intervenciones preventivas más tempranas para tratar de evitar la posibilidad de cirugía.

Parece que algunos profesionales no quieren ver esta verdad, porque si lo reconocen, el imperativo legal y moral de una reforma clínica radical es ineludible.

Ese momento ya ha llegado.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/18609_es_la_ciruga_ortognatica_la_respuesta_a_la_maloclusion.html

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El café podría detener la caries dental

(Foto: Claudia Duschek, DTI).

Una nueva investigación realizada en Brasil indica que el consumo de Coffea canephora, conocido comúnmente como café robusta, podría beneficiar a la salud oral.

En experimentos de laboratorio, los científicos observaron que el café inició la mineralización del esmalte dental. Por lo tanto, sugirieron que podría ayudar a detener la destrucción del tejido del esmalte causada por la caries dental.

Con el fin de determinar los cambios en la concentración de calcio, el equipo expuso fragmentos de diente a un extracto de Coffea canephora. Según el estudio, la concentración de calcio aumentó después de sólo cuatro días de tratamiento. Los investigadores sugieren que el incremento se debió probablemente al efecto antibacteriano del extracto de café, lo que provocó la lisis en los cultivos del biofilm de los fragmentos de diente.

“La placa dental es un complejo biofilm clásico y el principal culpable de la caries dental y la enfermedades de las encías Siempre estamos buscando compuestos naturales —incluyendo alimentos y bebidas— que puedan tener un impacto positivo en la salud dental”, dijo el investigador principal, Dr. Andréa Antonio, profesor asociado en la Universidad Federal de Río de Janeiro.

El estudio reveló que el café robusta tiene un efecto inhibidor sobre el biofilm dental. “Por lo tanto, un extracto acuoso de Coffea canephora ligeramente tostado puede considerarse como una potencial sustancia anticaries”, concluyeron los investigadores.

El estudio, titulado “Efecto antibacteriano del café: La concentración de calcio en un cultivo que contiene dientes/biofilm expuestos a extracto acuoso de Coffea canephora”, fue publicado en línea en junio en “Letters in Applied Microbiology” (Cartas de Microbiología Aplicada).

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/18744_el_cafe_podra_detener_la_caries_dental.html

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El aclaramiento dental biológico

DENTAL TRIBUNE

El autor explica las técnicas clínicas para el aclaramiento dental con ozono, elemento con el que afirma que se evita el problema de la sensibilidad dentinaria post-tratamiento.

La cosmética ha transitado por muchos caminos, desde las prótesis de madera y hueso de los etruscos a la implantología oral y la rehabilitación de piezas dentarias maquinadas por computadora mediante sistemas de CAD-CAM. Es innegable que la tecnología ha facilitado este cambio de paradigma, donde hasta hace poco tiempo la colocación de un puente, una férula o una corona era la única forma de solucionar los cambios de coloración de las piezas dentarias. Dentro de este contexto, existen varias técnicas que permiten cambiar el aspecto de los dientes con mínima intervención en los sustratos dentarios.

Es importante aclarar algunos aspectos del aclaramiento y el color dentario. El color de la pieza dentaria está formado por la suma de colores y texturas de los diferentes sustratos dentarios, sobre todo de la dentina y el esmalte. Por lo tanto, la suma de las propiedades ópticas de estos sustratos determina el color intrínseco de la pieza dentaria y sus propiedades1,2.

Brevemente, las propiedades del color que nos interesan son:

Matiz, tinte o tono del color (en inglés hue): es el estado puro del color, sin el blanco o negro agregados, y es un atributo asociado con la longitud de onda en la mezcla de las ondas luminosas. Representa un atributo de color que nos permite distinguir el rojo del azul o el amarillo. Coloquialmente, es lo que llamamos color puro (Figura 1).

Intensidad o saturación (croma): es la pureza o intensidad del color, a mayor saturación más intenso el color, por lo tanto más puro.

Valor o Brillo (Value): se refiere a la cantidad de luz percibida. El brillo se puede definir como la cantidad de “oscuridad” que tiene un color, es decir, representa lo claro u oscuro que es un color respecto de su color patrón.

El aclaramiento dental soluciona gran parte de estos defectos de coloración de las piezas dentarias, en forma unitaria o en conjunto, aunque en algunas coloraciones moderadas o severas el método de elección para solucionar el problema provenga de la mano de la prostodoncia.

El ozono ejerce una notable acción de aclaramiento en las melanoidinas, móleculas responsables de la coloración extrínseca del diente. El mecanismo probablemente involucre la ozonización de (>C=C<) en las uniones entre átomos, que contribuyen a las propiedades cromáticas de los productos que producen el cambio de valor e intensidad de la pieza dentaria. La coloración de las piezas dentarias está principalmente producida por las melanoidinas, que son sustancias orgánicas en la superficie dentaria. Estas sustancias tienen una coloración amarronada y son producto de la unión de moléculas más pequeñas cuando son expuestas al calor (ej.: pan tostado).

Las melanoidinas poseen uniones dobles entre carbonos, y se ha comprobado el potencial oxidante del ozono sobre estas uniones3, formando moléculas más pequeñas que poseen diferentes propiedades ópticas.

Estudios en animales de experimentación han descrito la interacción del ozono en piezas dentarias coloreadas por oxitetraciclinas, que poseen anillos de carbono-carbono con dobles ligaduras, que permitieron el aclaramiento; además de probar que a mayor tiempo, hay mayor posibilidad de “blanquear” las piezas4-6 (Figura 2).

A diferencia de los agentes blanqueadores, el aclaramiento con ozono gaseoso no genera subproductos y su pH, per se, es neutro. Inclusive genera en la pieza dentaria un efecto de balance redox, además de actuar sobre los tejidos circundantes en forma beneficiosa, eliminando microorganismos, disminuyendo componentes inflamatorios y mejorando el estado de los tejidos blandos, sin perjuicio de dañar a estos últimos.

Materiales y métodos del aclaramiento con ozono
Cubetas: es el componente fundamental. Para ello, se deben hacer modelos tomando impresiones con cubetas de flancos altos para poder personalizar la cubeta de aclaramiento. Es importante que la cubeta tenga sus límites levemente por encima de la encía libre o ajustado a ésta, para generar un buen sellado. Se debe realizar con placas de silicona de 3 a 4 mm y debe perforarse en el sector anterior y posterior para insertar los tubos (Figura 3).

Tubos: deben ser de teflón, siliconados o de plástico reforzado (Ej: el ozono destruye el látex por oxidación) para poder llevar el gas desde el generador hasta la cubeta. Se debe contar con un retorno del gas para destruir el ozono residual.

Generador: es importante que el generador de ozono tenga todas las medidas de seguridad eléctricas y de administración del ozono (calidad y concentración del ozono de rango médico). Además, es recomendable que posea una bomba de vacío con destructor de ozono para minimizar la pérdida de ozono en la cavidad bucal y en el ambiente.

Se recomienda también que el equipo utilice directamente oxígeno de grado médico para generar el ozono, ya que cuando se utiliza aire se generan subproductos derivados del nitrógeno (78% en el aire atmosférico), que son extremadamente tóxicos.

Ventajas
Las principales ventajas del aclaramiento con ozono son la ausencia de hipersensibilidad (debido a su efecto analgésico y antiinflamatorio), que no genera subproductos, tiene un pH neutro que por lo tanto no afecta la superficie dentaria, tiene un efecto de balance redox en la pieza dentaria por su penetración a través de la microanatomía del esmalte y en los tejidos blandos adyacentes a la pieza dentaria y ejerce acción antimicrobiana y antiinflamatoria que mejora la salud de los mismos. Puede ser utilizado sucesivamente en varias sesiones hasta llegar la pieza dentaria a una meseta en el balance de óxido reducción, y no se ve afectada la adhesión inmediata post tratamiento; además, si la cubeta sigue manteniendo su sellado, puede ser reutilizada cuantas veces se necesite. Las tecnologías actuales hacen de la ozonoterapia una técnica segura y eficaz. Por último, el costo del oxígeno medicinal que se utiliza para el tratamiento es ínfimo (dependiendo de la zona aproximadamente US$ 0,20 el minuto, teniendo en cuenta que una sesión promedio dura aproximadamente 30 minutos).

Desventajas
El ozono, administrado en concentraciones no médicas y sin las precauciones correspondientes para su utilización, es tóxico para las vías respiratorias. Debe ser utilizado con cubetas de silicona, que deben generar sellado sobre los tejidos blandos. El equipamiento debe utilizar oxígeno medicinal, lo más puro posible, además de poseer bomba de vacío y destructor calórico de ozono. Estas características encarecen el costo del equipamiento. Está descrita en la literatura la posible alergia al ozono. Requiere un entrenamiento previo para la utilización del equipamiento. Es una tecnología joven en pleno desarrollo.

Conclusiones
El tratamiento de las coloraciones extrínsecas con ozono ha resultado ser un tratamiento complementario, natural y eficaz, para el aclaramiento de coloraciones leves y moderadas de las piezas dentarias. Además, ha demostrado ser un tratamiento seguro, que garantiza no solamente resultados en el cambio de coloración, sino que posee también efectos beneficiosos adicionales para las piezas dentarias y los tejidos blandos circundantes.

NOTA: Los interesados en esta terapia deben visitar la página web de la compañía GO3 Advance (www.go3advance.cl), que ofrece cursos de capacitación en ozonoterapia y fabrica sofisticados dispositivos de ozono a precios razonables.

* Profesor Adjunto de la Cátedra de Técnica de Operatoria Dental, investigador y dictante de la Carrera de Especialización en Operatoria y Estética Dental en la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Dictante de cursos de posgrado en Latinoamérica sobre ozonoterapia en odontología. Contacto: jeronimotessier@gmail.com.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/17480_el_aclaramiento_dental_biologico.html

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Palillos de dientes con whiskey

(Foto: Licker Pickers).

El instrumento de limpieza dental más antiguo del mundo ha evolucionado: una camarera norteamericana ha introducido los “Licker Pickers”, palillos de dientes imbuidos con licores como whiskey, vodka, ginebra y otros tragos populares.

Si bien desde hace tiempo hay palillos de dientes de diferentes sabores, los nuevos Licker Pickers (palillos para chupar) son una idea original de Jessie L. Dorsey, una barman profesional desde hace más de diez años.

La idea de los palillos de dientes con licor se le ocurrió cuando un cliente que a menudo bebía Jägermeister le pidió un palillo de dientes. “Se me ocurrió en ese momento: ¿por qué no hacer un palillo con sabor a Jägermeister”, dijo Dorsey a Dental Tribune Online. “La idea de los Licker Pickers en sí me vino mientras leía sobre los 10 nuevos negocios, donde se mencionaba a los palillos de dientes”.

Después de algunas investigaciones, Dorsey comenzó la producción en su garaje. Los Licker Pickers son palillos de dientes de abedul blanco que se conservan y saben a bebidas de alta calidad. No tienen ningún producto químico.

“En la actualidad, hay Licker Pickers de 12 sabores que reflejan bebidas y tragos populares basadas en mi experiencia de muchos años como barman. Como cada persona tiene un cóctel favorito, ahora pueden tener también un palillo de dientes de ese sabor”, manifestó.

Según Dorsey, una ventaja importante de los Licker Pickers es que ayudan a reducir el tabaquismo.

Desde el lanzamiento de la línea de productos en octubre del año pasado, Dorsey ha recibido una gran cantidad de comentarios positivos. La camarera está buscando fondos para invertir en equipos y ampliar la producción.

Los palillos de dientes vienen en un llavero-frasco de 60 mililitros (2 onzas) y se pueden adquirir en su página web y en Amazon.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/27992_palillos_de_dientes_con_whiskey.html

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De dónde viene la muela del juicio: así fue el desarrollo evolutivo de los dientes

Un mismo patrón embrionario regula el tamaño de los dientes de los homínidos, según revela un estudio realizado por un equipo internacional, que se detalla en un artículo publicado en la revista Nature. Gracias a herramientas de embriología, anatomía comparada y biología computacional, los autores vieron que una sutil alteración en la expresión de esa regla explica la variación de patrones en el tamaño de los dientes que se encuentran a lo largo de toda la historia de la evolución humana.

“Uno de los hallazgos más interesantes de este nuevo estudio es que el tamaño de los dientes, incluyendo los molares, en los humanos modernos y los homínidos fósiles, se ajusta a las predicciones de una sola regla de desarrollo simple y elegante llamada ‘cascada inhibitoria'”, resume el coautor Gary Schwartz, paleoantropólogo del Instituto de Orígenes Humanos y la Escuela de la Evolución Humana y Cambio Social (SHESC, por sus siglas en inglés) de la Universidad Estatal de Arizona (ASU, por sus siglas en inglés).

El tamaño reducido de los dientes posteriores, o molares, es uno de los atributos que definen la separación de los humanos modernos de los homínidos (nuestros parientes extintos). Los primeros homínidos, conocidos colectivamente como australopitecinos (el mejor ejemplo de ellos es ‘Lucy’, un miembro de la especie ‘Australopithecus afarensis’), tenían dientes más grandes en general y sus molares más grandes se sitúan más cerca de la parte posterior de la boca.

Especies fósiles dentro de nuestro propio género, ‘Homo,’ no sólo tenían dientes más pequeños, sino que sus molares más grandes estaban situados cerca de la mitad de su mandíbula. Esta tendencia a la reducción en el tamaño molar continúa en los humanos modernos, con algunas personas que nunca pueden desarrollar el molar de más atrás, la llamada muela del juicio.

Aunque estas diferencias se han vinculado tradicionalmente a las variaciones en la función y la dieta, restricciones durante el desarrollo dental juegan un papel importante en cómo y por qué los dientes crecen para tener un cierto tamaño. “Bajo esta simple regla, descubierta en investigaciones anteriores en ratones, el tamaño de un molar regula el desarrollo de sus vecinos, lo que limita el tamaño de los dientes en desarrollo ulterior”, añade Susanne Daly, coautora y estudiante de doctorado en Antropología Evolutiva en ASU.

Mientras que el interés en esta regla paleoantropológica se centra principalmente en el desarrollo dental de los dientes permanentes, los investigadores tuvieron el presentimiento de que esto era sólo una parte de la historia. “La mayoría de los mamíferos, incluyendo todos los seres humanos y todos los ancestros humanos extintos, tienen dos juegos de dientes: un conjunto de leche o dientes ‘bebé’, y un conjunto de adultos”, resalta Kierstin Catlett, coautora y candidata doctoral en Antropología Evolutiva en ASU.

La influencia de los dientes de leche

“Los molares de leche y los molares adultos son elementos críticos para descomponer los alimentos a la hora de alimentar el cuerpo en desarrollo de un individuo y el cerebro –continúa Catlett–. A medida que los dientes de leche y los dientes permanentes se desarrollan junto con las caras en crecimiento, no es sorprendente pensar que un grupo tiene una poderosa influencia sobre cómo se desarrolla el otro juego”, agrega Schwartz.

Los investigadores encontraron fuerte evidencia de que el modelo de cascada inhibitoria para los molares adultos era un resultado directo de lo grande que sus molares de leche eran. “Sorprendentemente, el tamaño de los molares de leche, cuyo desarrollo se inicia antes del nacimiento, tiene un poderoso efecto en cascada sobre el tamaño de los molares adultos”, dice Catlett.

Este resultado animó al equipo a examinar los dientes de homínidos fósiles de los últimos 5 millones de años, centrándose ahora en los molares de leche y los molares adultos juntos, como un conjunto de desarrollo vinculado. Así, hallaron que los australopitecinos tendían a seguir un patrón, mientras que en algún momento hace unos 2,8 millones de años, un nuevo patrón surgió en los miembros de nuestro propio género ‘Homo’.

Esto sugiere que las presiones selectivas que conducen a este cambio en el patrón eran una adaptación clave en el linaje que condujo a los humanos modernos. “Una implicación importante de este trabajo es el poder predictivo del modelo, que ahora permite a los paleoantropólogos predecir el tamaño de los dientes perdidos de los fósiles”, apunta Kathleen Paul, estudiante de doctorado y coautora desde el Centro de Investigación Bioarqueológica de SHESC.

Parece que hay un baile coordinado en el desarrollo de los dientes de leche y adultos, de tal manera que pequeñas desviaciones pueden producir cambios profundos en cascada. “Lo que es realmente interesante es que nuestros resultados se ajustan a una imagen emergente de que sólo una muy pequeña cantidad de cambios durante el desarrollo, no una reorganización general, es suficiente para generar toda una gama de diferentes anatomías, incluyendo la gran diversidad de tamaños de los dientes de nuestros antepasados”, concluye Schwartz.

FUENTE.: http://ecodiario.eleconomista.es/ciencia/noticias/7375895/02/16/De-donde-viene-la-muela-del-juicio-desglosan-el-desarrollo-dental-de-los-hominidos.html

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Los dentistas y la teleodontología

La teleodontología ha demostrado ser una valiosa adición a los servicios dentales en programas piloto en áreas remotas y mal atendidas, pero muchos odontólogos tienen dudas sobre la implementación de un sistema teledental eficiente en la práctica diaria, según un estudio australiano.

Los programas teledentales ofrecen la promesa de proporcionar a los pacientes desatendidos y de bajos ingresos un cuidado dental asequible, reduciendo los costos económicos mediante atención preventiva. El concepto establece que higienistas y auxiliares especialmente formados consulten por Internet con los dentistas que los supervisan, e incluso podrían llevar a cabo tratamientos básicos que normalmente no son competencia de su profesión.

Investigadores de la Universidad de Australia Occidental encuestaron a 135 dentistas australianos mediante un cuestionario en línea para explorar la percepción de los odontólogos sobre la utilidad de la teleodontología en la mejora de la práctica dental y en los resultados clínicos de los pacientes.

Las percepciones de los odontólogos en materia de servicios teledentales fueron agrupadas en cuatro categorías, a saber, la utilidad de teleodontología para los pacientes, su utilidad para la práctica dental, su capacidad para mejorar la práctica y la preocupación percibida por su uso.

Más del 80% de los participantes afirmaron que la teleodontología mejoraría la práctica dental mediante una mejora de la comunicación con sus colegas, orientación y derivación de nuevos pacientes. La mayoría consideró también que la teleodontología sería útil para mejorar el manejo y del paciente y su satisfacción.

Sin embargo, una proporción sustancial de los encuestados expresó sus reservas hacia la telemedicina en la práctica regular, en aspectos como la incertidumbre con respecto a su fiabilidad técnica, cuestiones de privacidad, los gastos para la práctica, así como problemas clínicos, tales como el tiempo de cirugía y la precisión diagnóstica.

Si bien en general los odontólogos manifestaron optimismo y respaldaron el concepto y su integración en las prácticas dentales actuales, se necesita más información sobre los beneficios de la teleodontología en relación con cuestiones prácticas específicas con el fin de que los dentistas se animen a utilizar la telemedicina en la práctica regular, concluyeron los investigadores.

El estudio, titulado “Perceptions of Australian dental practitioners about using telemedicine in dental practice”, fue publicado en línea enero en el British Dental Journal.

En los últimos años, varios proyectos han probado el potencial de los servicios teledentales en Australia. En 2015, un estudio realizado por investigadores y expertos en tecnología de la Universidad de Melbourne halló que más de la mitad de los participantes que sometidos a un examen visual por Internet evitaron tener que hacer un viaje y ver a un odontólogo.

Actualmente, existen otros dos proyectos de teleodontología en Victoria, uno para pacientes pediátricos que viven en zonas rurales remotas, y otro para determinar si los exámenes administrados por enfermeras mediante teleodontología son aceptables para los pacientes que viven en residencias de ancianos.

En EE UU, la Asociación Dental Americana emitió una declaración general sobre la teleodontología en noviembre de 2015. La resolución establece que los planes de beneficios dentales deben cubrir los servicios prestados mediante teleodontología al mismo nivel que los prestados en una cita en persona.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/27588_los_dentistas_y_la_teleodontologa_.html

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Posible causa de la metástasis en el cáncer oral

(Foto: Dr. Marco Magalhaes, Universidad de Toronto)

Una respuesta inmune anormal o “lazo de retroalimentación” podría ser la causa subyacente de la metástasis del cáncer oral, de acuerdo con el Dr. Marco Magalhaes, profesor asistente en la Facultad de Odontología de la Universidad de Toronto e investigador principal de un estudio publicado en la revista Cancer Immunology Research.

Magalhaes ha desenterrado una conexión significativa entre la respuesta inflamatoria de una forma muy específica de las células inmunes, los neutrófilos, y la propagación de esta enfermedad mortal.

“El cáncer oral produce una respuesta inflamatoria única”, explica Magalhaes, citando el creciente cuerpo de evidencia entre inflamación celular y cáncer, “debido a que la cavidad oral es bastante única en el cuerpo. Un gran número de cosas suceden al mismo tiempo”.

Magalhaes centró su atención en los neutrófilos, células inmunes que se encuentran comúnmente en la saliva y la cavidad oral pero no han sido ampliamente investigadas en relación con el cáncer oral. Al igual que otras células inmunes, los neutrófilos segregan un grupo de moléculas, como la TNFa, que regula la forma en que el cuerpo responde a la inflamación.

El estudio observó que las células de cáncer oral secretan IL8, otro mediador inflamatorio, que activa a los neutrófilos, estableciendo efectivamente una masiva respuesta inmune o “lazo de retroalimentación”.

Los investigadores encontraron que el lazo de la respuesta inmune produjo en un aumento de las estructuras invasoras conocidas como “invadapodia”, utilizadas por las células cancerosas par invadir y metastatizar.

“Si entendemos cómo interactúa el sistema inmunológico con el cáncer, podemos modular una respuesta anti-cáncer en lugar de una respuesta pro-tumor”, afirma Magalhaes.

El estudio esboza la posibilidad de que un día se creen inmunoterapias personalizadas para pacientes con cáncer oral que eviten una respuesta inmune anormal, y el equipo está ampliando su investigación sobre la inflamación y el cáncer oral.

En Canadá se diagnostican aproximadamente 3.600 casos de cáncer oral cada año, pero las tasas de supervivencia —de 50 a 60% a cinco años— siguen iguales desde hace décadas, mientras que las tasas de supervivencia a otros tipos de cáncer han mejorado dramáticamente.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/27589_posible_causa_de_la_metastasis_en_el_cancer_oral.html

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La respiración por la boca durante el sueño aumenta el riesgo de caries

(Foto: baranq/Shutterstock).

Las personas que respiran por la boca en vez de por la nariz durante el sueño podrían tener un mayor riesgo de caries dental, según hallazgos de la Universidad de Otago de Nueva Zelanda.

El estudio relacionó respiración por la boca durante el sueño con un ambiente oral más ácido, considerado un factor que promociona la erosión del esmalte dental y la caries.

Con el fin de medir si la respiración por la boca afecta los niveles intraorales de pH, los investigadores del Instituto Sir John Walsh Research Institute estudiaron a un grupo de diez voluntarios sanos que alternó entre dormir con y sin una pinza en la nariz, lo cual les obligó a respirar por la boca. Durante un período de cuatro días, se midió el pH y temperatura de la cara palatina de los incisivos centrales superiores.

Los investigadores hallaron una diferencia notable en el patrón de variación del pH y la temperatura entre el día y la noche. “El pH intraoral disminuyó lentamente durante las horas de sueño en todos los participantes, pero más y durante un período de tiempo más largo cuando los participantes tuvieron que respirar por la boca”, declaró Joanne Choi, autor principal del estudio y estudiante y de doctorado en la universidad.

El pH promedio durante el sueño con la respiración forzada por la boca fue de 6,6, ligeramente ácido, en comparación con 7 neutral por la nariz. Choi subrayó que los niveles de pH cayeron a veces hasta 3,6 durante la respiración forzada por boca durante el sueño. “Nuestros hallazgos apoyan la idea de que la respiración bucal puede de hecho ser un factor causal de las enfermedades dentales, tales como la erosión del esmalte y la caries”, concluyó.

De acuerdo con Choi, este es el primer estudio que monitoriza continuamente los cambios de pH intraorales en individuos sanos durante varios días. Un nivel de pH menor de 5,5 en la boca se considera insaturado y puede inducir caries dental. Las condiciones ácidas en la boca generalmente promueven el crecimiento de bacterias acidófilas y, en consecuencia, la formación de biofilms dañinos en la boca.

El estudio, titulado “Intraoral pH and temperature during sleep with and without mouth breathing”, fue publicado en la revista Journal of Oral Rehabilitation.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/27736_la_respiracion_por_la_boca_durante_el_sueno_aumenta_el_riesgo_de_caries.html