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La periodontitis podría ser un signo precoz de una diabetes no diagnosticada

En los últimos años se han desarrollado numerosos estudios en los que se ha constatado la relación existente entre la diabetes tipo 2 y la periodontitis, esto es, la consabida ‘enfermedad de las encías’ –comúnmente conocida como ‘piorrea’–. De hecho, la periodontitis puede iniciar o acelerar el desarrollo de resistencia a la insulina y, por ende, colaborar en el desarrollo de la diabetes. Y por su parte, los pacientes con esta enfermedad metabólica presentan un riesgo mucho mayor de padecer periodontitis. Entonces, ¿es posible que tener esta enfermedad de las encías pueda ayudar a diagnosticar la diabetes tipo 2? Pues sí. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos) confirma que, efectivamente, la periodontitis grave puede ser un signo precoz de la diabetes tipo 2, por lo que su detección en la consulta por el dentista debe hacerle sospechar de la probable presencia de una diabetes no diagnosticada.

Como explica Wijnand J. Teeuw, director de esta investigación publicada en la revista «BMJ Open Diabetes Research & Care», «el cribado de los pacientes que acuden a la consulta del dentista para el tratamiento de una periodontitis grave es una medida factible y valiosa para tratar de evitar las complicaciones a largo plazo de la diabetes».

Detectar la enfermedad

En el estudio, los autores contaron con la participación de 313 adultos atendidos en la clínica dental de la Universidad, de los que 109 no padecían periodontitis, 126 tenían una periodontitis de carácter leve-moderado, y 78 sufrían una periodontitis grave –con afectación de la masa ósea que sustenta las piezas dentales.

La cifra de participantes con diabetes tipo 2 ya diagnosticada antes de su paso por la consulta fue de menos de un 3% en caso de no tener la enfermedad de las encías, del 4% para los participantes con periodontitis leve-moderada, y de casi un 8% para aquellos con la enfermedad grave.

Los autores midieron los niveles de hemoglobina glicosilada –HbA1C, parámetro que muestra el nivel de azúcar en sangre– de los participantes a lo largo de 2-3 meses, observando un nivel promedio superior en el grupo de pacientes con periodontitis grave (45 mmol/l) que en los de participantes con periodontitis leve-moderada (43 mmol/l) y sin enfermedad de las encías (cercano a 39 mmol/l). En este contexto, debe tenerse en cuenta que una HbA1C con un valor de 39-47 mmol/l revela la presencia de pre-diabetes –y que todo valor igual o superior a 48 mmol/l es indicativo de diabetes.

Pero, ¿qué pasó cuando los autores buscaron los casos aún no diagnosticados de diabetes tipo 2? Pues que si bien hubo caso en los tres grupos, el porcentaje fue significativamente mayor en el de los pacientes con periodontitis grave. Concretamente, y mientras que las tasas de participantes con la enfermedad metabólica no diagnosticada fueron de un 8,5% en el grupo sin enfermedad de las encías y del 10% en el de periodontitis leve-moderada, en el grupo de periodontitis grave se elevó hasta un 18%. O lo que es lo mismo, casi uno de cada cinco pacientes con ‘piorrea’ grave era diabético pero no lo sabía.

Como indican los autores, «nuestro trabajo es un estudio observacional, por lo que no se pueden extraer conclusiones firmes del tipo ‘causa y efecto’. Pero nuestros resultados confirman la asunción de que la periodontitis grave podría ser un signo temprano de una diabetes no diagnosticada».

Evitar la pérdida de dientes

Pero, esta mayor prevalencia de prediabetes y de diabetes en los participantes con periodontitis grave, ¿no podría explicarse por la presencia de otros factores de riesgo? Pues no. Y es que si bien es cierto que el promedio del índice de masa corporal (IMC) fue mayor en los pacientes con la forma grave de la enfermedad, el resto de factores de riesgo –entre otros, unas cifras de colesterol total y una presión sanguínea elevadas– fueron similares para los tres grupos.

En definitiva, el estudio confirma, una vez más, la estrecha asociación entre la periodontitis y la diabetes. Y asimismo, refuerza las evidencias que sugieren que la consulta del dentista podría ser un lugar ideal para el diagnóstico precoz de la diabetes.

Como concluye Wijnand Teeuw, «la detección e intervención temprana de la prediabetes previene las complicaciones micro y macrovasculares comunes en la enfermedad y es coste-efectiva. Además, el diagnóstico y tratamiento de la diabetes también podría ayudar a prevenir el riesgo de pérdida de piezas dentales asociado a largo plazo con la periodontitis grave no tratada».

FUENTE: http://www.abc.es/salud/sepa/abci-periodontitis-podria-signo-precoz-diabetes-no-diagnosticada-201702230306_noticia.html

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Una terapia hormonal previene la pérdida de dientes

El tratamiento con melanocortina controla la inflamación de las encías

Una investigación desarrollada en la Universidad Federal de Minas Gerais en Belo Horizonte (Brasil) ha demostrado cómo el tratamiento con la hormona melanocortina controla la inflamación de las encías en la periodontitis y, como consecuencia, previene la pérdida de dientes.

El tratamiento con la hormona melanocortina controla la inflamación de las encías en la periodontitis y, como consecuencia de ello, previene la pérdida de las piezas dentales. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais en Belo Horizonte (Brasil).

Para Mila F. Madeira, directora de dicha investigación que ha sido publicada en la revista «The FASEB Journal», órgano oficial de la Federación de Sociedades Americanas para la Biología Experimental (FASEB), el control de la inflamación durante la enfermedad de las encías es un aspecto clave para evitar la resorción del hueso alveolar, prevenir la pérdida del diente y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida de los pacientes, de ahí la importancia del estudio.

Prevención de la pérdida de hueso

Para llevar a cabo esta investigación, los autores utilizaron un modelo animal, concretamente ratones, infectado con la bacteria «Aggregatibacter actinomycetemcomitans», responsable de la aparición de una de las formas más agresivas de periodontitis.

Los animales del estudio se incluyeron en cuatro grupos de tratamiento: un primer grupo en el que fueron tratados diariamente con un agonista de la melanocortina denominado DTrp8-γMSH; un segundo en el que los animales recibieron placebo; un tercero en el que los ratones, aun infectados, no fueron sometidos a ningún tipo de terapia; y un último grupo de animales sanos, el «grupo control», en el que no había infección por «A. actinomycetemcomitans» y, por tanto, no se desarrolló periodontitis.

Concluidos los 30 días de estudio, los resultados mostraron que la administración del agonista de la melanocortina reduce la infiltración de neutrófilos y los niveles de TNF-α, IFN-γ e IL-17a en el periodonto, lo que conlleva una menor inflamación de las encías y la prevención de la pérdida de hueso alveolar, es decir, del hueso que rodea la raíz del diente. Según los investigadores, el tratamiento con agonistas de la melanocortina podría representar una forma innovadora de controlar la inflamación en la periodontitis y, al mismo tiempo, de preservar la fisiología ósea.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2017/01/una-terapia-hormonal-previene-la-perdida-de-dientes-63268/

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La evolución de los dientes y del cerebro no fueron de la mano

Tradicionalmente los estudios antropológicos establecían la existencia de una relación entre la evolución del tamaño y forma del cerebro y de los dientes en los homininos. Las teorías clásicas explicaban este vínculo como la consecuencia de que la mayor capacidad craneal de los los antepasados más lejanos del Homo sapiens les permitió crear herramientas de piedra. El uso de esas herramientas redujo la necesidad de unos dientes más preparados para masticar en los homininos.

Sin embargo, estas teorías han sido refutadas por varios estudios que muestran cómo los homininos ya creaban herramientas cuando el tamaño de su cerebro era más pequeño o que el tamaño de sus dientes se redujo después del crecimiento de su cerebro.

Ahora, un estudio de la Universidad George Washington (EE UU), liderado por la española Aida Gómez-Robles, desafía este dogma y muestra que no existe ningún vínculo entre la evolución del tamaño del cerebro y el de los dientes en los homininos.

Los resultados del trabajo, publicado en la revista PNAS, revelan que, mientras el tamaño y la forma del cerebro evolucionó a diferente velocidad en el género Homo, la evolución de los dientes sí que se hizo a un ritmo similar. 

Gómez-Robles comenta a Sinc que “este resultado no es sorprendente si pensamos en la enorme complejidad funcional del cerebro frente a la relativa sencillez de los dientes. La evolución dental en las especies más modernas del género Homo implica una gran reducción que se manifiesta de distintas formas“.

Complejidad cerebral

Según la experta, “en el cerebro el aumento de tamaño está asociado con unos patrones complejísimos de cambio alométrico –aumento relativo de ciertas áreas y reducción relativa de otras– que a su vez tienen consecuencias funcionales más complejas todavía”, destaca. 

El equipo de Gómez-Robles interpreta que esa evolución dental y endocraneal no fue de la mano en la especie hominina y que los cambios se produjeron debido a otros factores ecológicos o relacionados con el comportamiento. 

Aunque el trabajo no ha entrado a estudiar los motivos que puedan explicar esos cambios, la científica se remite a otros estudios para especular sobre esas causas y apunta la hipótesis de que el aumento del tamaño cerebral esté relacionado con cambios en el desarrollo que afectaron de forma muy fuerte a la estructura social y el comportamiento de los homininos. 

“Por ejemplo, los cambios en la longitud de la gestación hacen que los bebés humanos sean extremadamente dependientes del cuidado parental al nacer y que tengan un cerebro muy poco desarrollado al inicio de su vida. Esto se traduce en una organización social en la que los padres invierten fuertemente en el cuidado de los hijos. La interacción de todos estos cambios biológicos, sociales y culturales puede estar asociada con el incremento del tamaño cerebral muy rápido que observamos antes de la divergencia de Homo erectus, neandertales y Homo sapiens”, señala la investigadora.

“En cualquier caso, estas son solo hipótesis que no abordamos en nuestro estudio y que requerirían de otros trabajos para ser probadas”, aclara.

Respecto a la evolución dental más uniforme, el estudio observa que comienza antes del género Homo y continúa hasta nuestra especie. Y sobre una supuesta relación entre esta evolución y los cambios en la dieta de los homininos, Gómez-Robles indica que “aunque siempre es tentador hablar de una relación entre la evolución dental y la dieta, lo cierto es que el ritmo de reducción dental es muy constante y no muestra picos asociados con los cambios dietarios más relevantes”.

Ocho especies analizadas 

La investigación del grupo de Gómez-Robles se basa en el estudio de las tasas evolutivas de ocho especies de homininos, analizando las diferencias entre ellos. Los científicos han medido y comparado los momentos en los que tanto el cerebro como los dientes evolucionaron en las diferentes ramas del árbol de la evolución humana. 

Para realizar el estudio, se han centrado en especies en las que las relaciones evolutivas existentes están claras y son aceptadas por la mayoría de la comunidad científica. Según la autora, se ha dejado fuera a aquellas especies “cuyas relaciones evolutivas son demasiado inciertas y solo permitirían calcular tasas evolutivas que no son suficientemente fiables“. 

FUENTE: http://www.agenciasinc.es/Noticias/La-evolucion-de-los-dientes-y-del-cerebro-no-fueron-de-la-mano

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El espejo bucal

El investigador y docente peruano Dr. Gilberto Henostroza, comienza esta serie de artículos sobre “tips” dentales” titulados “Ahí está el detalle” con una nota sobre las diferencias que existen entre los espejos bucales.

Sin duda alguna, es el instrumento más indispensable y emblemático de la odontología. Salvo los de superficie metálica (idealmente anodizada por una capa de rodio), generalmente el espejo consiste de un lámina transparente de vidrio o de polímeros, capaz de reflejar las imágenes gracias a una capa de aluminio u otro metal, que recubre bien sea el anverso o el reverso de la lámina.

Esto último es de crucial importancia para la profesión, por cuanto la imagen obtenida con espejos recubiertos en el anverso es mucho más precisa que aquellos que ostentan el recubrimiento en el reverso, característica particularmente importante cuando se reflejan objetos pequeños (un diente, la punta de una sonda). En los primeros, la imagen se refleja en la superficie frontal, mientras que en los segundos debe atravesar todo el espesor de la lámina.

Aunque el espesor de la lámina transparente solo es de alrededor de 1 mm, las diminutas dimensiones a las que trabaja el odontólogo determinan distorsión de la imagen y con ello incrementan el potencial de fallas en los procedimientos.

El modo práctico de diferenciar entre ambos tipos es apoyar la punta de una sonda en la superficie del espejo y observar si “hace contacto” con su reflejo, circunstancia que lo identificará como de reflejo frontal. A menudo este tipo es conocido como de reflejo frontal o también con el anglicismo front surface mirror.

Mi opinión: Vale la pena invertir en espejos de reflejo frontal a pesar de ser algo más costosos, ya que brindan mayor precisión.

* El Dr. Henostroza, experto en adhesión y estética dental, es uno de los principales investigadores del Latinoamérica.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/31560_el_espejo_bucal.html

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Sustancias coadyuvantes en el manejo de la mucositis oral

(Foto: Cortesía del Dr. Odel Chediak).

Las estadísticas de pacientes con cáncer aumentan considerablemente en el mundo y la cirugía, radioterapia (RT) y quimioterapia (QT) siguen siendo las terapéuticas más utilizadas para su tratamiento.

Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello tratados con RT y QT padecen diferentes efectos colaterales, siendo la orofaringe la zona más afectada1. La mucositis oral (MO) es la complicación más común en la cavidad oral, u una entidad causada principalmente por la disminución de la respuesta inmunológica y la alteración del proceso de cicatrización2.

La MO generalmente se presenta en toda la mucosa oral, manifestándose por eritema, edema, descamación, sangrado, úlceras, exudación y dolor3; compromete las áreas labial, lingual, piso de boca, paladar blando, duro y se extiende a la orofaringe.

Adicionalmente, la xerostomía causada principalmente por la radioterapia de cabeza y cuello, agrava el cuadro, presentándose infecciones bacterianas, fúngicas y virales4 que afectan la ingesta de alimentos y la calidad de vida del paciente5 debido principalmente al dolor.

La OMS clasifica 5 grados de severidad de la mucositis oral.

0. No hay síntomas de mucositis oral
1. Enrojecimiento, eritema, dolor
2. Eritema y ulceración, el paciente puede tragar alimentos sólidos
3. Ulceración y eritema, el paciente no puede tragar alimentos sólidos
4. Ulceración y formación de pseudomembrana, la alimentación no es posible.

En el manejo de la MO son varios los esquemas y productos que se utilizan, siendo la mayoría paliativos; sin embargo, el enfoque es multifactorial, abarcando el control del dolor para permitir al paciente alimentarse adecuadamente y, lo más importante, controlar las infecciones colaterales que pueden agravar el cuadro y producir septicemia.

Entre las diversas moléculas o sustancias que se utilizan para paliar sus efectos están la bencidamida6, L-glutamina7, xilocaína, difenhidramina8, sucralfato9, nistatina, vitamina E10 y la clorhexidina.

La clorhexidina es recomendada por la Multinational Association of Supportive Care in Cancer (MASCC) y la International Society of Oral Oncology (ISOO). Es el agente más utilizado y estudiado en el manejo de la MO en concentraciones al 0.2% y 0.12 %11. Debido a sus propiedades antisépticas que reducen la carga bacteriana oral, previene las complicaciones causadas por infecciones moderadas y severas12.

Varias investigaciones han estudiado también el uso de aloe vera y la caléndula en el manejo de la MO.

El aloe vera contiene componentes como emolina, emodina y barbolina, que tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Los estudios indican que tiene una acción inhibidora en la ruta del ácido araquidónico a través de la ciclooxigenasa12; estimula el factor de crecimiento queratinocítico y endotelial vascular y la producción de colágeno tipo 113. Su efecto cicatrizante es resultado del contenido de fosfato de manosa y carricina, que activa el crecimiento celular14.

Se han reportado efectos benéficos en la cicatrización, protección de las mucosas, propiedades antiinflamatorias, antifúngicas, incremento en la formación de colágeno y prevención de la MO inducida por RT, siendo una alternativa para estos pacientes15.

Un estudio triple ciego reportó una eficacia comparativa de un enjuague de aloe vera con bencidamida en MO en pacientes con cáncer de cabeza y cuello, concluyendo que puede recomendarse en estos casos16.

En oncología pediátrica, se ha utilizado gel de aloe vera con resultados favorables en la prevención y manejo de la MO17.

Por su parte, a la caléndula se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antifúngicas, antivirales, antibacterianas, antioxidantes18 y antitumorales19 (inhibición de crecimiento de células tumorales in vitro). Adicionalmente, estudios fitoterapéuticos le confieren actividad citogenotóxica20. Sus beneficios reportados se deben a sus metabolitos:

• Triterpenos y flavonoides: propiedades antiinflamatorias
• Saponinas y caratenoides: acción antimicrobiana y cicatrizante21
• Quercetina: acción sobre el fibroblasto gingival que inhibe la degradación del colágeno por acción de la matriz de las metaloproteinasas22.

Estudios clínicos reportan que la caléndula ha sido efectiva en la prevención de radiodermatitis en pacientes con cáncer sometidos a radioterapia23. Sus polifenoles disminuyen la formación de radicales libres de oxígeno y de nitrógeno, así como de ácido nítrico24.

Un estudio de Babaee y cols. para determinar la efectividad del extracto de flores de caléndula en gel en MO causada por RT en pacientes con cáncer de cabeza y cuello concluyó que esta preparación puede ser una alternativa en el manejo de esta entidad, atribuyendo su eficacia a las capacidades antioxidantes de la caléndula25.

* El Dr. Herrera, periodoncista que ejerce en Barranquilla (Colombia), es Magister en Farmacovigilancia, Especialista en Dermocosmética y autor de numerosos artículos.

NOTA: Pulse aquí para ver el número especial sobre Cáncer Oral de Dental Tribune..

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/30462_sustancias_coadyuvantes_en_el_manejo_de_la_mucositis_oral.html

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El consumo a largo plazo de cannabis perjudica a la salud bucodental

Según investigadores de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe (EE.UU.)

Tal y como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe (EE.UU.), el consumo a largo plazo de cannabis se asocia con un riesgo mucho mayor de periodontitis.

El consumo a largo plazo de cannabis se asocia, entre otros efectos nocivos, con un riesgo mucho mayor de periodontitis, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe (EE.UU.).

Madeline H. Meier, directora de esta investigación publicada en la revista «JAMA Psychiatry», asegura que «entre otras implicaciones, nuestro estudio muestra que el consumo de cannabis durante 20 años no se asocia con una serie de problemas específicos de salud en la mediana edad. De hecho, la única excepción es que este consumo de cannabis se asocia con la periodontitis».

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los historiales médicos, hasta que alcanzaron la edad de 38 años, de 1.073 adultos nacidos en Nueva Zelanda en los años 1972 y en 1973. Hasta 675 de los participantes habían reconocido fumar cannabis durante algún tiempo tras cumplir los 18 años, mientras que 478 se declararon fumadores diarios de tabaco.

Concretamente, el objetivo del estudio fue evaluar los posibles problemas de salud física a los 38 años que pudieran derivarse del consumo de cannabis entre los 18 y los 38 años de edad. Y para ello, los autores, que contaban con los historiales tanto clínicos como dentales de todos los participantes, centraron su búsqueda en la salud periodontal, la función pulmonar, la presencia de inflamación sistémica y la salud metabólica.

Los resultados mostraron que el consumo a largo plazo, más o menos continuo, de cannabis se asocia con una mala salud periodontal una vez cumplidos los 38 años. Una relación que, según han sugerido otras investigaciones, podría explicarse por una mayor adicción al alcohol y un menor uso del cepillado y el hilo dental por los fumadores de cannabis.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2016/07/el-consumo-a-largo-plazo-de-cannabis-perjudica-a-la-salud-bucodental-60491/

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Asocian un mala mordida con un peor control de la postura y el equilibrio

Un nuevo estudio realizado por investigadores españoles concluye que la oclusión dental se relaciona también con el control de la postura y el equilibrio.

SINC. A pesar del tecnicismo, el término oclusión dental está cada vez más en la cabeza de muchos pacientes tras una simple visita al dentista. En las consultas se diagnostican problemas relacionados con una mala mordida, tales como desviaciones de la línea media, diastemas, apiñamiento, mordida cruzada y dientes ausentes.

La oclusión dental no es ni más ni menos que el contacto que se establece entre los dientes superiores e inferiores al cerrar la boca. Pueden encontrarse perfectamente alineados o presentar alteraciones a distintos niveles.

Dos nuevas investigaciones, llevadas a cabo en colaboración entre el departamento de Fisiología de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Innsbruck (Austria), confirman una relación menos obvia entre una mordida imperfecta y el control de la postura.

Otro dato a destacar es que aunque esta relación pueda resultar estadísticamente baja, está aumentada cuando existen condiciones de fatiga en la persona, o cuando se dan condiciones de inestabilidad.

“Cuando existe una mala oclusión, esta se clasifica por criterios establecidos científicamente. Lo relevante en el estudio es que se ha relacionado además con diferentes alteraciones motoras y fisiológicas”, explica a Sinc Sonia Julià-Sánchez, autora principal de los trabajos e investigadora en la institución catalana.

Ambos estudios, cuyos resultados han sido publicados en Motor Control y Neuroscience Letters, aportan datos concluyentes de que con la corrección de diferentes maloclusiones, llevando la posición mandibular a un punto neutro, se mejora el control postural tanto en equilibrio estático como en dinámico.

En el día a día esta relación no se aprecia tan directamente en condiciones estáticas, aunque pueden existir condiciones asociadas a patologías, como la obesidad, que agraven la inestabilidad corporal empeorando el control de la postura e incrementando el riesgo de caídas.

En deportistas, esta relación puede ser determinante tanto en el rendimiento final como en la prevención de lesiones como torceduras, distensiones y fracturas, por desequilibrios inesperados a medida que la fatiga es mayor y la capacidad de respuesta motora disminuye.

“Por ello, sería útil que tanto la población general como los deportistas valoren la posibilidad de corregir la oclusión dental para mejorar el control de la postura, evitando así posibles caídas o desequilibrios debido a una falta de reacción del sistema motor”, añade Julià-Sánchez.

Influencia recíproca

“El control de la postura es el resultado de un complejo sistema que incluye diferentes componentes sensores y motores que provienen de la información visual, somatosensorial y vestibular”, explica la experta.

En los últimos años ha crecido el interés científico por la relación entre el sistema estomatognático (el conjunto de órganos y tejidos que permiten comer, hablar, masticar, deglutir y sonreír) y el control de la postura.

El vínculo puede tener una explicación neurofisiológica. Existe una influencia recíproca entre el nervio trigémino y el núcleo vestibular (responsables de la función masticatoria y el control del equilibrio respectivamente), y también entre los músculos masticatorios y cervicales.

Esta influencia explicaría que las maloclusiones dentales perjudiquen el control de la postura. Pero hasta ahora las investigaciones no habían conseguido ser concluyentes.

“El problema principal deriva de que la mayoría de estos estudios habían valorado el equilibrio de manera estática y en condiciones de total estabilidad, lo que en la práctica tiene poca aplicación real sobre el control de la postura en acción”, apunta Julià-Sánchez.

En un primer estudio se tuvo en cuenta el tipo de oclusión dental y si había existido un tratamiento de ortodoncia previo. Los resultados mostraron que las alteraciones en la alineación de los dientes se relacionaban con un peor control del equilibrio estático.

El segundo trabajo valoró el tipo de oclusión dental, el control de la postura y la fatiga física para analizar la posible relación entre estos factores. El análisis mostró que el equilibrio mejoraba cuando las maloclusiones se corregían, y que estas influían más en el control de la postura en condiciones de fatiga que en reposo.

“Cuando los sujetos estaban cansados equilibraban peor tanto en condiciones estables como inestables. En condiciones estáticas, el factor que influyó más en el desequilibrio fue la fatiga. Por el contrario, en condiciones de máxima inestabilidad, se apreció una relación significativa entre agotamiento y oclusión dental”, concluye Julià-Sánchez.

FUENTE: http://clustersalud.americaeconomia.com/asocian-mala-mordida-peor-control-la-postura-equilibrio/

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¿Cómo se distribuyen las bacterias de la placa dental?

GACETA DENTAL

Investigadores localizan exactamente su colocación

Al igual que en el resto del organismo, nuestras piezas dentales también están pobladas de bacterias. Ahora, gracias a un nuevo estudio dirigido por investigadores del Instituto Forsyth en Cambridge (EE.UU.), los científicos podrán ver dónde se localiza cada una de ellas en la placa dental y cómo interactúan con el resto de bacterias.

¿Qué son en realidad las bacterias bucales? Son microorganismos que, junto con diferentes proteínas, dan forma a la placa dental, capa endurecida en la base de dientes y muelas que favorece la aparición de la caries.

Gracias a un nuevo estudio dirigido por investigadores del Instituto Forsyth en Cambridge (EE.UU.), los científicos podrán ahora ver dónde se localiza exactamente cada bacteria en esta placa y cómo se relaccionan con el resto de los microorganismos presentes en la boca.

Tal y como explica el director de esta investigación publicada en la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences», Gary Borisy «la secuenciación del ADN ha hecho un gran trabajo a la hora de mostrarnos qué bacterias habitan en la cavidad oral. Sin embargo, también ha dejado un gran vacío en nuestro conocimiento del microbioma. Y es que si no sabemos qué bacterias se encuentran próximas, es decir, cuál está junto a cuál y dónde se localizan, ¿cómo podemos conocer la forma en que interactúan?».
Novedosa técnica

Existe una gran variedad de bacterias que afectan a la placa dental y cada tipo tiene un color y función distinta. Para llevar a cabo este estudio, los investigadores utilizaron una novedosa técnica de microscopía de fluorescencia y secuenciación del ADN que posibilitó la elaboración de un mapa en alta resolución de las bacterias de la placa dental. Por medio de dicho mapa, los científicos pueden, a partir de ahora, observar dónde se localiza cada bacteria y, por tanto, el modo en el que interactúa con sus vecinas.

Como asegura Gary Borisy, «hasta ahora contábamos con un índice con el nombre de los lugares, pero sin un mapa. Nuestro estudio nos proporciona dicho mapa, lo que nos permitirá responder a importantes cuestiones sobre la relación entre la bacteria y el organismo. Y en último término, también nos ayudará a conocer el efecto que tienen estas bacterias sobre nuestra salud general».

Además, la nueva técnica de imagen empleada también puede ser utilizada para el estudio de la microbiota de otras partes del organismo, como el intestino o la piel.
Como concluyen los autores, «en nuestro estudio hemos observado que las bacterias en la boca forman estructuras que hemos bautizado con el nombre de ‘erizos’ y cuya organización sugiere las funciones que desempeñan estas bacterias en su ‘comunidad’».

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2016/04/como-se-distribuyen-las-bacterias-de-la-placa-dental-59054/

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Buena salud dental previene neumonía

Una de las consecuencias de la enfermedad de Parkinson en etapas avanzadas, es tener neumonía; sin embargo, un estudio señala que mantener una buena salud dental, puede reducir el riesgo de padecerla.

Investigadores del Hospital Municipal Ta-Tung de Kaohsiung, Taiwán, explican que tras analizar durante seis años a 2,001 pacientes diagnosticados recientemente con Parkinson, se encontró que aquellos que habían recibido tratamiento para las caries u otro problema bucal, tenían un menor riesgo de neumonía.

Del total de los participantes, el 44% padecía periodontitis, el 48% caries y sólo un 19% requirió hospitalización por neumonía, quienes en su mayoría tenían problemas dentales pero no se habían atendido.

“El mantenimiento de una buena higiene bucodental y el control de la formación del biofilm oral disminuyen el número de patógenos respiratorios, reduciendo de esta manera el riesgo de neumonía, muy especialmente entre las personas mayores”, explicó Yang-Pei Chang, director de la investigación.

Asimismo, señaló que las personas con mayor probabilidad de ser internadas en el hospital por neumonía, eran las que sobrepasaban los 80 años además de que predominaban los hombres y los que tenían menores ingresos económicos.

“La neumonía es la principal causa de mortalidad entre los pacientes con Parkinson. Y en este contexto, el tratamiento de las caries dentales es un factor protector frente a esta enfermedad de los pulmones”, indicó.

(Con información de ABC)

FUENTE: http://sumedico.com/buena-salud-dental-previene-neumonia/

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Los efectos en dientes tratados con endodoncia

DENTAL TRIBUNE

Este es el tercer artículo de un número especial de Dental Tribune Latinoamérica sobre “Aclaramiento dental“, que ha sido coordinado por el Dr. Enrique Jadad, uno de los mayores expertos latinoamericanos sobre este tópico.

El autor explica la acción de los agentes químicos para el aclaramiento dental y la diferencia entre blanqueamiento y aclaramiento. En los dientes tratados con endodoncia recomienda utilizar barreras de protección para sellar los túbulos dentinarios y evitar así que los subproductos del peróxido de hidrógeno en la cámara pulpar lleguen al periodonto cervical lateral.

El mecanismo de acción de los agentes químicos de aclaramiento en los pigmentos endógenos responsables de la coloración dental no ha sido aclarado completamente. Sin embargo, la hipótesis más aceptada es que las moléculas de peróxido de hidrógeno, debido a su bajo peso molecular, se extienden por la estructura del diente.

La mineralización de las estructuras dentales en el aclaramiento se produce mediante una reacción de reducción-oxidación en la que los compuestos con anillos de carbono altamente pigmentados se abren y transforman en cadenas de carbono más simples, más pequeñas y por tanto de color más claro, creando como subproductos dióxido de carbono y agua1.

Así, un breve contacto con el oxígeno liberado por los agentes de blanqueamiento hace que los pigmentos oscuros que provocan cambios en los pigmentos de color del diente se decoloren debido a la interrupción de sus cadenas moleculares.

Es importante destacar que existe una gran diferencia entre el aclaramiento y el blanqueamiento. Mientras que el aclaramiento dental se basa en una reacción de oxidación, el blanqueamiento está asociado con la deshidratación de la estructura dental. Para entender esta diferencia, primero es necesario entender el proceso en sí.

Proceso de aclaramiento
El proceso químico de los agentes aclaradores se basa principalmente en la capacidad de los peróxidos para generar radicales libres de oxígeno activos y disolventes, en particular agua. Así, el peróxido de hidrógeno se descompone en una solución acuosa y forma radicales de peridroxil altamente reactivos2.

Esta oxidación rompe los lazos de las proteínas —que son una cadena alifática macromolecular—, por lo que las manchas se transforman en moléculas más pequeñas. Estas moléculas son incapaces de absorber luz en una longitud de onda visible, convirtiéndose así en compuestos incoloros3.

Los radicales libres de oxígeno son inestables y pueden formar subproductos como alcoholes y cetonas. Los átomos de oxígeno transferidos del H2O2 a los hidrocarburos saturan o eliminan el doble enlace de las moléculas cromatogénicas (minimizando la capacidad de absorción de la luz y la pérdida de color) y terminan formando componentes más solubles.

Este proceso requiere de un tiempo mínimo para que se produzca correctamente la ruptura de los enlaces moleculares, lo cual resulta en un aclaramiento de los dientes. Con objeto de catalizar esta reacción y acortar la acción del gel, se utilizan peróxidos en altas concentraciones asociados con una fuente de activación (luz de fotocurado, LED o láser). Esto es lo que denominamos blanqueamiento dental.

La fuente de activación se utiliza para disminuir el tiempo de exposición del gel de blanqueamiento dental. Sin embargo, la fuente de activación no produce ningún cambio en la pigmentación porque libera una alta concentración de oxígeno. Este oxígeno liberado no puede romperse en simples conexiones al entrar en contacto con las moléculas de pigmento debido a que su velocidad de paso se incrementa con el uso de la fuente de activación. Así, se produce una reacción química en las moléculas de agua de la estructura dental, lo cual se denomina deshidratación. Esta deshidratación es tan grave que el diente adquiere una apariencia blanquecina, dando una falsa sensación de aclaramiento. Sin embargo, esto no es un aclaramiento dental como el que se há descrito anteriormente. Además, durante los meses subsiguientes al tratamiento con una fuente de activación, la deshidratación desaparece y el diente vuelve a su coloración oscura inicial.

Los geles de alta concentración para uso en el consultorio están indicados como un “jump start”, es decir, para proporcionar una alta concentración inicial de oxígeno que se mantenga por un tiempo prolongado con el apoyo del uso de un gel blanqueador de baja concentración mediante cubetas diarias en el hogar. Este sistema nos permite ofrecer un tratamiento blanqueador eficaz y duradero.

Efectos en dientes endodonciados
La permeabilidad de las estructuras dentales ha sido investigada desde los años 50, cuando los investigadores llegaron a la conclusión de que la superficie del diente es permeable a sustancias de bajo peso molecular que permiten una mayor penetración de isótopos radiactivos en la dentina cercana a la unión cemento-esmalte y alrededor de las fisuras oclusales.

El producto de blanqueamiento pasa a través de la estructura del diente y, después del procedimiento, se nota un aumento en la permeabilidad de la dentina5,6. Este incremento en la permeabilidad se debe probablemente al menor tamaño de las moléculas del agente de blanqueamiento, ya que las moléculas pequeñas se difunden normalmente más rápidamente que las grandes7,8.

Los efectos en la dentina del paso del peróxido de hidrógeno por la cámara pulpar son discutibles. Los autores refieren que el peróxido de hidrógeno al 30% y el perborato de sodio como agentes de blanqueamiento, usados comúnmente en la práctica dental, están estrechamente relacionados con el desarrollo de reabsorción cervical externa6. Esta relación se debe al hecho de que el peróxido de hidrógeno y otros radicales de libres de oxígeno pueden causar destrucción celular y tisular9,10, así como graves daños a los fibroblastos humanos5.

El paso del agente de aclaramiento por cervical (o unión cemento-esmalte) puede ocurrir con más facilidad debido a la exposición de los túbulos dentinarios en esta zona. El aumento del área de la superficie expuesta favorece la permeabilidad dentinal11. Por lo tanto, es probable que el peróxido tenga mayor penetración cervical, ya que tiene menor espesor que el cemento

Cuando el agente de aclaramiento se ha sellado efectivamente dentro de la cámara se produce presión pulpar dentro de la misma debido a la liberación de oxígeno, tanto por la descomposición del peróxido de hidrógeno como del perborato de sodio. Esta presión fuerza la salida de los agentes de aclaramiento por los túbulos dentinarios12.

Según Neuvald y Consolaro13, alrededor del 10% de la población presenta exposición de la dentina debido a “brechas” o fallas en la unión cemento-esmalte. Bajo estas condiciones, los iones de los agentes de aclaramiento pueden llegar al tejido vivo más fácilmente y en mayor cantidad y desencadenar un proceso inflamatorio. Rotstein et al informaron de los efectos en la penetración del cemento dental del peróxido de hidrógeno al 30% durante el proceso de aclaramiento. Los autores encontraron que la cantidad de peróxido de hidrógeno acumulada en los dientes externos que no tenían defectos de cementación era significativamente menor que en los grupos que presentaban defectos14.

Recuérdese que el peróxido de hidrógeno y otros radicales de oxígeno causan destrucción celular y tisular9,10 al entrar en contacto con los tejidos, y daños graves al fibroblasto humano5.

El estudio de los efectos deletéreos de los agentes de aclaramiento en los tejidos dentales, realizado por Bonfim et al, indica que la superficie del esmalte queda tan mineralizada que no muestra un cambio significativo después de la decoloración. Sin embargo, los autores hallaron cambios significativos en el esmalte de los dientes sometidos a tratamiento aclarador15.

El uso irresponsable e indiscriminado del peróxido de hidrógeno al 30% puede provocar cambios en la superficie del esmalte, que afectan a la matriz orgánica, y ponen en peligro no sólo la superficie externa, sino también la estructura interna del esmalte. Estos cambios son el resultado del bajo peso molecular de los agentes de aclaramiento, que le permite penetrar a través de las estructuras del diente. El efecto de los agentes de aclaramiento en la superficie de esmalte bovino se evaluó por microscopía electrónica de barrido y espectrofotómetro. Después de un día de inmersión en peróxido de hidrógeno al 30% se pudo apreciar un cambio de color, y un análisis microscópico mostró ligeros cambios y el desarrollo de diversos grados de porosidad en la superficie del esmalte bovino. Así, el peróxido de hidrógeno puede provocar cambios estructurales en la dentina y el esmalte que favorecen el paso de radicales oxidantes a la superficie externa de la raíz16.

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FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/12529_los_efectos_en_dientes_tratados_con_endodoncia.html