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La evolución de los dientes y del cerebro no fueron de la mano

Tradicionalmente los estudios antropológicos establecían la existencia de una relación entre la evolución del tamaño y forma del cerebro y de los dientes en los homininos. Las teorías clásicas explicaban este vínculo como la consecuencia de que la mayor capacidad craneal de los los antepasados más lejanos del Homo sapiens les permitió crear herramientas de piedra. El uso de esas herramientas redujo la necesidad de unos dientes más preparados para masticar en los homininos.

Sin embargo, estas teorías han sido refutadas por varios estudios que muestran cómo los homininos ya creaban herramientas cuando el tamaño de su cerebro era más pequeño o que el tamaño de sus dientes se redujo después del crecimiento de su cerebro.

Ahora, un estudio de la Universidad George Washington (EE UU), liderado por la española Aida Gómez-Robles, desafía este dogma y muestra que no existe ningún vínculo entre la evolución del tamaño del cerebro y el de los dientes en los homininos.

Los resultados del trabajo, publicado en la revista PNAS, revelan que, mientras el tamaño y la forma del cerebro evolucionó a diferente velocidad en el género Homo, la evolución de los dientes sí que se hizo a un ritmo similar. 

Gómez-Robles comenta a Sinc que “este resultado no es sorprendente si pensamos en la enorme complejidad funcional del cerebro frente a la relativa sencillez de los dientes. La evolución dental en las especies más modernas del género Homo implica una gran reducción que se manifiesta de distintas formas“.

Complejidad cerebral

Según la experta, “en el cerebro el aumento de tamaño está asociado con unos patrones complejísimos de cambio alométrico –aumento relativo de ciertas áreas y reducción relativa de otras– que a su vez tienen consecuencias funcionales más complejas todavía”, destaca. 

El equipo de Gómez-Robles interpreta que esa evolución dental y endocraneal no fue de la mano en la especie hominina y que los cambios se produjeron debido a otros factores ecológicos o relacionados con el comportamiento. 

Aunque el trabajo no ha entrado a estudiar los motivos que puedan explicar esos cambios, la científica se remite a otros estudios para especular sobre esas causas y apunta la hipótesis de que el aumento del tamaño cerebral esté relacionado con cambios en el desarrollo que afectaron de forma muy fuerte a la estructura social y el comportamiento de los homininos. 

“Por ejemplo, los cambios en la longitud de la gestación hacen que los bebés humanos sean extremadamente dependientes del cuidado parental al nacer y que tengan un cerebro muy poco desarrollado al inicio de su vida. Esto se traduce en una organización social en la que los padres invierten fuertemente en el cuidado de los hijos. La interacción de todos estos cambios biológicos, sociales y culturales puede estar asociada con el incremento del tamaño cerebral muy rápido que observamos antes de la divergencia de Homo erectus, neandertales y Homo sapiens”, señala la investigadora.

“En cualquier caso, estas son solo hipótesis que no abordamos en nuestro estudio y que requerirían de otros trabajos para ser probadas”, aclara.

Respecto a la evolución dental más uniforme, el estudio observa que comienza antes del género Homo y continúa hasta nuestra especie. Y sobre una supuesta relación entre esta evolución y los cambios en la dieta de los homininos, Gómez-Robles indica que “aunque siempre es tentador hablar de una relación entre la evolución dental y la dieta, lo cierto es que el ritmo de reducción dental es muy constante y no muestra picos asociados con los cambios dietarios más relevantes”.

Ocho especies analizadas 

La investigación del grupo de Gómez-Robles se basa en el estudio de las tasas evolutivas de ocho especies de homininos, analizando las diferencias entre ellos. Los científicos han medido y comparado los momentos en los que tanto el cerebro como los dientes evolucionaron en las diferentes ramas del árbol de la evolución humana. 

Para realizar el estudio, se han centrado en especies en las que las relaciones evolutivas existentes están claras y son aceptadas por la mayoría de la comunidad científica. Según la autora, se ha dejado fuera a aquellas especies “cuyas relaciones evolutivas son demasiado inciertas y solo permitirían calcular tasas evolutivas que no son suficientemente fiables“. 

FUENTE: http://www.agenciasinc.es/Noticias/La-evolucion-de-los-dientes-y-del-cerebro-no-fueron-de-la-mano

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Sustancias coadyuvantes en el manejo de la mucositis oral

(Foto: Cortesía del Dr. Odel Chediak).

Las estadísticas de pacientes con cáncer aumentan considerablemente en el mundo y la cirugía, radioterapia (RT) y quimioterapia (QT) siguen siendo las terapéuticas más utilizadas para su tratamiento.

Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello tratados con RT y QT padecen diferentes efectos colaterales, siendo la orofaringe la zona más afectada1. La mucositis oral (MO) es la complicación más común en la cavidad oral, u una entidad causada principalmente por la disminución de la respuesta inmunológica y la alteración del proceso de cicatrización2.

La MO generalmente se presenta en toda la mucosa oral, manifestándose por eritema, edema, descamación, sangrado, úlceras, exudación y dolor3; compromete las áreas labial, lingual, piso de boca, paladar blando, duro y se extiende a la orofaringe.

Adicionalmente, la xerostomía causada principalmente por la radioterapia de cabeza y cuello, agrava el cuadro, presentándose infecciones bacterianas, fúngicas y virales4 que afectan la ingesta de alimentos y la calidad de vida del paciente5 debido principalmente al dolor.

La OMS clasifica 5 grados de severidad de la mucositis oral.

0. No hay síntomas de mucositis oral
1. Enrojecimiento, eritema, dolor
2. Eritema y ulceración, el paciente puede tragar alimentos sólidos
3. Ulceración y eritema, el paciente no puede tragar alimentos sólidos
4. Ulceración y formación de pseudomembrana, la alimentación no es posible.

En el manejo de la MO son varios los esquemas y productos que se utilizan, siendo la mayoría paliativos; sin embargo, el enfoque es multifactorial, abarcando el control del dolor para permitir al paciente alimentarse adecuadamente y, lo más importante, controlar las infecciones colaterales que pueden agravar el cuadro y producir septicemia.

Entre las diversas moléculas o sustancias que se utilizan para paliar sus efectos están la bencidamida6, L-glutamina7, xilocaína, difenhidramina8, sucralfato9, nistatina, vitamina E10 y la clorhexidina.

La clorhexidina es recomendada por la Multinational Association of Supportive Care in Cancer (MASCC) y la International Society of Oral Oncology (ISOO). Es el agente más utilizado y estudiado en el manejo de la MO en concentraciones al 0.2% y 0.12 %11. Debido a sus propiedades antisépticas que reducen la carga bacteriana oral, previene las complicaciones causadas por infecciones moderadas y severas12.

Varias investigaciones han estudiado también el uso de aloe vera y la caléndula en el manejo de la MO.

El aloe vera contiene componentes como emolina, emodina y barbolina, que tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Los estudios indican que tiene una acción inhibidora en la ruta del ácido araquidónico a través de la ciclooxigenasa12; estimula el factor de crecimiento queratinocítico y endotelial vascular y la producción de colágeno tipo 113. Su efecto cicatrizante es resultado del contenido de fosfato de manosa y carricina, que activa el crecimiento celular14.

Se han reportado efectos benéficos en la cicatrización, protección de las mucosas, propiedades antiinflamatorias, antifúngicas, incremento en la formación de colágeno y prevención de la MO inducida por RT, siendo una alternativa para estos pacientes15.

Un estudio triple ciego reportó una eficacia comparativa de un enjuague de aloe vera con bencidamida en MO en pacientes con cáncer de cabeza y cuello, concluyendo que puede recomendarse en estos casos16.

En oncología pediátrica, se ha utilizado gel de aloe vera con resultados favorables en la prevención y manejo de la MO17.

Por su parte, a la caléndula se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antifúngicas, antivirales, antibacterianas, antioxidantes18 y antitumorales19 (inhibición de crecimiento de células tumorales in vitro). Adicionalmente, estudios fitoterapéuticos le confieren actividad citogenotóxica20. Sus beneficios reportados se deben a sus metabolitos:

• Triterpenos y flavonoides: propiedades antiinflamatorias
• Saponinas y caratenoides: acción antimicrobiana y cicatrizante21
• Quercetina: acción sobre el fibroblasto gingival que inhibe la degradación del colágeno por acción de la matriz de las metaloproteinasas22.

Estudios clínicos reportan que la caléndula ha sido efectiva en la prevención de radiodermatitis en pacientes con cáncer sometidos a radioterapia23. Sus polifenoles disminuyen la formación de radicales libres de oxígeno y de nitrógeno, así como de ácido nítrico24.

Un estudio de Babaee y cols. para determinar la efectividad del extracto de flores de caléndula en gel en MO causada por RT en pacientes con cáncer de cabeza y cuello concluyó que esta preparación puede ser una alternativa en el manejo de esta entidad, atribuyendo su eficacia a las capacidades antioxidantes de la caléndula25.

* El Dr. Herrera, periodoncista que ejerce en Barranquilla (Colombia), es Magister en Farmacovigilancia, Especialista en Dermocosmética y autor de numerosos artículos.

NOTA: Pulse aquí para ver el número especial sobre Cáncer Oral de Dental Tribune..

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/30462_sustancias_coadyuvantes_en_el_manejo_de_la_mucositis_oral.html

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El consumo a largo plazo de cannabis perjudica a la salud bucodental

Según investigadores de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe (EE.UU.)

Tal y como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe (EE.UU.), el consumo a largo plazo de cannabis se asocia con un riesgo mucho mayor de periodontitis.

El consumo a largo plazo de cannabis se asocia, entre otros efectos nocivos, con un riesgo mucho mayor de periodontitis, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe (EE.UU.).

Madeline H. Meier, directora de esta investigación publicada en la revista «JAMA Psychiatry», asegura que «entre otras implicaciones, nuestro estudio muestra que el consumo de cannabis durante 20 años no se asocia con una serie de problemas específicos de salud en la mediana edad. De hecho, la única excepción es que este consumo de cannabis se asocia con la periodontitis».

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los historiales médicos, hasta que alcanzaron la edad de 38 años, de 1.073 adultos nacidos en Nueva Zelanda en los años 1972 y en 1973. Hasta 675 de los participantes habían reconocido fumar cannabis durante algún tiempo tras cumplir los 18 años, mientras que 478 se declararon fumadores diarios de tabaco.

Concretamente, el objetivo del estudio fue evaluar los posibles problemas de salud física a los 38 años que pudieran derivarse del consumo de cannabis entre los 18 y los 38 años de edad. Y para ello, los autores, que contaban con los historiales tanto clínicos como dentales de todos los participantes, centraron su búsqueda en la salud periodontal, la función pulmonar, la presencia de inflamación sistémica y la salud metabólica.

Los resultados mostraron que el consumo a largo plazo, más o menos continuo, de cannabis se asocia con una mala salud periodontal una vez cumplidos los 38 años. Una relación que, según han sugerido otras investigaciones, podría explicarse por una mayor adicción al alcohol y un menor uso del cepillado y el hilo dental por los fumadores de cannabis.

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2016/07/el-consumo-a-largo-plazo-de-cannabis-perjudica-a-la-salud-bucodental-60491/

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Asocian un mala mordida con un peor control de la postura y el equilibrio

Un nuevo estudio realizado por investigadores españoles concluye que la oclusión dental se relaciona también con el control de la postura y el equilibrio.

SINC. A pesar del tecnicismo, el término oclusión dental está cada vez más en la cabeza de muchos pacientes tras una simple visita al dentista. En las consultas se diagnostican problemas relacionados con una mala mordida, tales como desviaciones de la línea media, diastemas, apiñamiento, mordida cruzada y dientes ausentes.

La oclusión dental no es ni más ni menos que el contacto que se establece entre los dientes superiores e inferiores al cerrar la boca. Pueden encontrarse perfectamente alineados o presentar alteraciones a distintos niveles.

Dos nuevas investigaciones, llevadas a cabo en colaboración entre el departamento de Fisiología de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Innsbruck (Austria), confirman una relación menos obvia entre una mordida imperfecta y el control de la postura.

Otro dato a destacar es que aunque esta relación pueda resultar estadísticamente baja, está aumentada cuando existen condiciones de fatiga en la persona, o cuando se dan condiciones de inestabilidad.

“Cuando existe una mala oclusión, esta se clasifica por criterios establecidos científicamente. Lo relevante en el estudio es que se ha relacionado además con diferentes alteraciones motoras y fisiológicas”, explica a Sinc Sonia Julià-Sánchez, autora principal de los trabajos e investigadora en la institución catalana.

Ambos estudios, cuyos resultados han sido publicados en Motor Control y Neuroscience Letters, aportan datos concluyentes de que con la corrección de diferentes maloclusiones, llevando la posición mandibular a un punto neutro, se mejora el control postural tanto en equilibrio estático como en dinámico.

En el día a día esta relación no se aprecia tan directamente en condiciones estáticas, aunque pueden existir condiciones asociadas a patologías, como la obesidad, que agraven la inestabilidad corporal empeorando el control de la postura e incrementando el riesgo de caídas.

En deportistas, esta relación puede ser determinante tanto en el rendimiento final como en la prevención de lesiones como torceduras, distensiones y fracturas, por desequilibrios inesperados a medida que la fatiga es mayor y la capacidad de respuesta motora disminuye.

“Por ello, sería útil que tanto la población general como los deportistas valoren la posibilidad de corregir la oclusión dental para mejorar el control de la postura, evitando así posibles caídas o desequilibrios debido a una falta de reacción del sistema motor”, añade Julià-Sánchez.

Influencia recíproca

“El control de la postura es el resultado de un complejo sistema que incluye diferentes componentes sensores y motores que provienen de la información visual, somatosensorial y vestibular”, explica la experta.

En los últimos años ha crecido el interés científico por la relación entre el sistema estomatognático (el conjunto de órganos y tejidos que permiten comer, hablar, masticar, deglutir y sonreír) y el control de la postura.

El vínculo puede tener una explicación neurofisiológica. Existe una influencia recíproca entre el nervio trigémino y el núcleo vestibular (responsables de la función masticatoria y el control del equilibrio respectivamente), y también entre los músculos masticatorios y cervicales.

Esta influencia explicaría que las maloclusiones dentales perjudiquen el control de la postura. Pero hasta ahora las investigaciones no habían conseguido ser concluyentes.

“El problema principal deriva de que la mayoría de estos estudios habían valorado el equilibrio de manera estática y en condiciones de total estabilidad, lo que en la práctica tiene poca aplicación real sobre el control de la postura en acción”, apunta Julià-Sánchez.

En un primer estudio se tuvo en cuenta el tipo de oclusión dental y si había existido un tratamiento de ortodoncia previo. Los resultados mostraron que las alteraciones en la alineación de los dientes se relacionaban con un peor control del equilibrio estático.

El segundo trabajo valoró el tipo de oclusión dental, el control de la postura y la fatiga física para analizar la posible relación entre estos factores. El análisis mostró que el equilibrio mejoraba cuando las maloclusiones se corregían, y que estas influían más en el control de la postura en condiciones de fatiga que en reposo.

“Cuando los sujetos estaban cansados equilibraban peor tanto en condiciones estables como inestables. En condiciones estáticas, el factor que influyó más en el desequilibrio fue la fatiga. Por el contrario, en condiciones de máxima inestabilidad, se apreció una relación significativa entre agotamiento y oclusión dental”, concluye Julià-Sánchez.

FUENTE: http://clustersalud.americaeconomia.com/asocian-mala-mordida-peor-control-la-postura-equilibrio/

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¿Cómo se distribuyen las bacterias de la placa dental?

GACETA DENTAL

Investigadores localizan exactamente su colocación

Al igual que en el resto del organismo, nuestras piezas dentales también están pobladas de bacterias. Ahora, gracias a un nuevo estudio dirigido por investigadores del Instituto Forsyth en Cambridge (EE.UU.), los científicos podrán ver dónde se localiza cada una de ellas en la placa dental y cómo interactúan con el resto de bacterias.

¿Qué son en realidad las bacterias bucales? Son microorganismos que, junto con diferentes proteínas, dan forma a la placa dental, capa endurecida en la base de dientes y muelas que favorece la aparición de la caries.

Gracias a un nuevo estudio dirigido por investigadores del Instituto Forsyth en Cambridge (EE.UU.), los científicos podrán ahora ver dónde se localiza exactamente cada bacteria en esta placa y cómo se relaccionan con el resto de los microorganismos presentes en la boca.

Tal y como explica el director de esta investigación publicada en la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences», Gary Borisy «la secuenciación del ADN ha hecho un gran trabajo a la hora de mostrarnos qué bacterias habitan en la cavidad oral. Sin embargo, también ha dejado un gran vacío en nuestro conocimiento del microbioma. Y es que si no sabemos qué bacterias se encuentran próximas, es decir, cuál está junto a cuál y dónde se localizan, ¿cómo podemos conocer la forma en que interactúan?».
Novedosa técnica

Existe una gran variedad de bacterias que afectan a la placa dental y cada tipo tiene un color y función distinta. Para llevar a cabo este estudio, los investigadores utilizaron una novedosa técnica de microscopía de fluorescencia y secuenciación del ADN que posibilitó la elaboración de un mapa en alta resolución de las bacterias de la placa dental. Por medio de dicho mapa, los científicos pueden, a partir de ahora, observar dónde se localiza cada bacteria y, por tanto, el modo en el que interactúa con sus vecinas.

Como asegura Gary Borisy, «hasta ahora contábamos con un índice con el nombre de los lugares, pero sin un mapa. Nuestro estudio nos proporciona dicho mapa, lo que nos permitirá responder a importantes cuestiones sobre la relación entre la bacteria y el organismo. Y en último término, también nos ayudará a conocer el efecto que tienen estas bacterias sobre nuestra salud general».

Además, la nueva técnica de imagen empleada también puede ser utilizada para el estudio de la microbiota de otras partes del organismo, como el intestino o la piel.
Como concluyen los autores, «en nuestro estudio hemos observado que las bacterias en la boca forman estructuras que hemos bautizado con el nombre de ‘erizos’ y cuya organización sugiere las funciones que desempeñan estas bacterias en su ‘comunidad’».

FUENTE: http://www.gacetadental.com/2016/04/como-se-distribuyen-las-bacterias-de-la-placa-dental-59054/

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Buena salud dental previene neumonía

Una de las consecuencias de la enfermedad de Parkinson en etapas avanzadas, es tener neumonía; sin embargo, un estudio señala que mantener una buena salud dental, puede reducir el riesgo de padecerla.

Investigadores del Hospital Municipal Ta-Tung de Kaohsiung, Taiwán, explican que tras analizar durante seis años a 2,001 pacientes diagnosticados recientemente con Parkinson, se encontró que aquellos que habían recibido tratamiento para las caries u otro problema bucal, tenían un menor riesgo de neumonía.

Del total de los participantes, el 44% padecía periodontitis, el 48% caries y sólo un 19% requirió hospitalización por neumonía, quienes en su mayoría tenían problemas dentales pero no se habían atendido.

“El mantenimiento de una buena higiene bucodental y el control de la formación del biofilm oral disminuyen el número de patógenos respiratorios, reduciendo de esta manera el riesgo de neumonía, muy especialmente entre las personas mayores”, explicó Yang-Pei Chang, director de la investigación.

Asimismo, señaló que las personas con mayor probabilidad de ser internadas en el hospital por neumonía, eran las que sobrepasaban los 80 años además de que predominaban los hombres y los que tenían menores ingresos económicos.

“La neumonía es la principal causa de mortalidad entre los pacientes con Parkinson. Y en este contexto, el tratamiento de las caries dentales es un factor protector frente a esta enfermedad de los pulmones”, indicó.

(Con información de ABC)

FUENTE: http://sumedico.com/buena-salud-dental-previene-neumonia/

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Los efectos en dientes tratados con endodoncia

DENTAL TRIBUNE

Este es el tercer artículo de un número especial de Dental Tribune Latinoamérica sobre “Aclaramiento dental“, que ha sido coordinado por el Dr. Enrique Jadad, uno de los mayores expertos latinoamericanos sobre este tópico.

El autor explica la acción de los agentes químicos para el aclaramiento dental y la diferencia entre blanqueamiento y aclaramiento. En los dientes tratados con endodoncia recomienda utilizar barreras de protección para sellar los túbulos dentinarios y evitar así que los subproductos del peróxido de hidrógeno en la cámara pulpar lleguen al periodonto cervical lateral.

El mecanismo de acción de los agentes químicos de aclaramiento en los pigmentos endógenos responsables de la coloración dental no ha sido aclarado completamente. Sin embargo, la hipótesis más aceptada es que las moléculas de peróxido de hidrógeno, debido a su bajo peso molecular, se extienden por la estructura del diente.

La mineralización de las estructuras dentales en el aclaramiento se produce mediante una reacción de reducción-oxidación en la que los compuestos con anillos de carbono altamente pigmentados se abren y transforman en cadenas de carbono más simples, más pequeñas y por tanto de color más claro, creando como subproductos dióxido de carbono y agua1.

Así, un breve contacto con el oxígeno liberado por los agentes de blanqueamiento hace que los pigmentos oscuros que provocan cambios en los pigmentos de color del diente se decoloren debido a la interrupción de sus cadenas moleculares.

Es importante destacar que existe una gran diferencia entre el aclaramiento y el blanqueamiento. Mientras que el aclaramiento dental se basa en una reacción de oxidación, el blanqueamiento está asociado con la deshidratación de la estructura dental. Para entender esta diferencia, primero es necesario entender el proceso en sí.

Proceso de aclaramiento
El proceso químico de los agentes aclaradores se basa principalmente en la capacidad de los peróxidos para generar radicales libres de oxígeno activos y disolventes, en particular agua. Así, el peróxido de hidrógeno se descompone en una solución acuosa y forma radicales de peridroxil altamente reactivos2.

Esta oxidación rompe los lazos de las proteínas —que son una cadena alifática macromolecular—, por lo que las manchas se transforman en moléculas más pequeñas. Estas moléculas son incapaces de absorber luz en una longitud de onda visible, convirtiéndose así en compuestos incoloros3.

Los radicales libres de oxígeno son inestables y pueden formar subproductos como alcoholes y cetonas. Los átomos de oxígeno transferidos del H2O2 a los hidrocarburos saturan o eliminan el doble enlace de las moléculas cromatogénicas (minimizando la capacidad de absorción de la luz y la pérdida de color) y terminan formando componentes más solubles.

Este proceso requiere de un tiempo mínimo para que se produzca correctamente la ruptura de los enlaces moleculares, lo cual resulta en un aclaramiento de los dientes. Con objeto de catalizar esta reacción y acortar la acción del gel, se utilizan peróxidos en altas concentraciones asociados con una fuente de activación (luz de fotocurado, LED o láser). Esto es lo que denominamos blanqueamiento dental.

La fuente de activación se utiliza para disminuir el tiempo de exposición del gel de blanqueamiento dental. Sin embargo, la fuente de activación no produce ningún cambio en la pigmentación porque libera una alta concentración de oxígeno. Este oxígeno liberado no puede romperse en simples conexiones al entrar en contacto con las moléculas de pigmento debido a que su velocidad de paso se incrementa con el uso de la fuente de activación. Así, se produce una reacción química en las moléculas de agua de la estructura dental, lo cual se denomina deshidratación. Esta deshidratación es tan grave que el diente adquiere una apariencia blanquecina, dando una falsa sensación de aclaramiento. Sin embargo, esto no es un aclaramiento dental como el que se há descrito anteriormente. Además, durante los meses subsiguientes al tratamiento con una fuente de activación, la deshidratación desaparece y el diente vuelve a su coloración oscura inicial.

Los geles de alta concentración para uso en el consultorio están indicados como un “jump start”, es decir, para proporcionar una alta concentración inicial de oxígeno que se mantenga por un tiempo prolongado con el apoyo del uso de un gel blanqueador de baja concentración mediante cubetas diarias en el hogar. Este sistema nos permite ofrecer un tratamiento blanqueador eficaz y duradero.

Efectos en dientes endodonciados
La permeabilidad de las estructuras dentales ha sido investigada desde los años 50, cuando los investigadores llegaron a la conclusión de que la superficie del diente es permeable a sustancias de bajo peso molecular que permiten una mayor penetración de isótopos radiactivos en la dentina cercana a la unión cemento-esmalte y alrededor de las fisuras oclusales.

El producto de blanqueamiento pasa a través de la estructura del diente y, después del procedimiento, se nota un aumento en la permeabilidad de la dentina5,6. Este incremento en la permeabilidad se debe probablemente al menor tamaño de las moléculas del agente de blanqueamiento, ya que las moléculas pequeñas se difunden normalmente más rápidamente que las grandes7,8.

Los efectos en la dentina del paso del peróxido de hidrógeno por la cámara pulpar son discutibles. Los autores refieren que el peróxido de hidrógeno al 30% y el perborato de sodio como agentes de blanqueamiento, usados comúnmente en la práctica dental, están estrechamente relacionados con el desarrollo de reabsorción cervical externa6. Esta relación se debe al hecho de que el peróxido de hidrógeno y otros radicales de libres de oxígeno pueden causar destrucción celular y tisular9,10, así como graves daños a los fibroblastos humanos5.

El paso del agente de aclaramiento por cervical (o unión cemento-esmalte) puede ocurrir con más facilidad debido a la exposición de los túbulos dentinarios en esta zona. El aumento del área de la superficie expuesta favorece la permeabilidad dentinal11. Por lo tanto, es probable que el peróxido tenga mayor penetración cervical, ya que tiene menor espesor que el cemento

Cuando el agente de aclaramiento se ha sellado efectivamente dentro de la cámara se produce presión pulpar dentro de la misma debido a la liberación de oxígeno, tanto por la descomposición del peróxido de hidrógeno como del perborato de sodio. Esta presión fuerza la salida de los agentes de aclaramiento por los túbulos dentinarios12.

Según Neuvald y Consolaro13, alrededor del 10% de la población presenta exposición de la dentina debido a “brechas” o fallas en la unión cemento-esmalte. Bajo estas condiciones, los iones de los agentes de aclaramiento pueden llegar al tejido vivo más fácilmente y en mayor cantidad y desencadenar un proceso inflamatorio. Rotstein et al informaron de los efectos en la penetración del cemento dental del peróxido de hidrógeno al 30% durante el proceso de aclaramiento. Los autores encontraron que la cantidad de peróxido de hidrógeno acumulada en los dientes externos que no tenían defectos de cementación era significativamente menor que en los grupos que presentaban defectos14.

Recuérdese que el peróxido de hidrógeno y otros radicales de oxígeno causan destrucción celular y tisular9,10 al entrar en contacto con los tejidos, y daños graves al fibroblasto humano5.

El estudio de los efectos deletéreos de los agentes de aclaramiento en los tejidos dentales, realizado por Bonfim et al, indica que la superficie del esmalte queda tan mineralizada que no muestra un cambio significativo después de la decoloración. Sin embargo, los autores hallaron cambios significativos en el esmalte de los dientes sometidos a tratamiento aclarador15.

El uso irresponsable e indiscriminado del peróxido de hidrógeno al 30% puede provocar cambios en la superficie del esmalte, que afectan a la matriz orgánica, y ponen en peligro no sólo la superficie externa, sino también la estructura interna del esmalte. Estos cambios son el resultado del bajo peso molecular de los agentes de aclaramiento, que le permite penetrar a través de las estructuras del diente. El efecto de los agentes de aclaramiento en la superficie de esmalte bovino se evaluó por microscopía electrónica de barrido y espectrofotómetro. Después de un día de inmersión en peróxido de hidrógeno al 30% se pudo apreciar un cambio de color, y un análisis microscópico mostró ligeros cambios y el desarrollo de diversos grados de porosidad en la superficie del esmalte bovino. Así, el peróxido de hidrógeno puede provocar cambios estructurales en la dentina y el esmalte que favorecen el paso de radicales oxidantes a la superficie externa de la raíz16.

Lea el ARTICULO completo en la edición digital de Dental Tribune Latinoamérica No. 3.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/12529_los_efectos_en_dientes_tratados_con_endodoncia.html

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Manejo y prevención de infecciones odontogénicas

DENTAL TRIBUNE

Uno de los problemas más difíciles de manejar en odontología son las infecciones de origen odontogénico, que pueden ser de bajo grado y bien localizadas, las que requieren un tratamiento mínimo, hasta severas, las cuales ponen en peligro la vida del paciente.

La gran mayoría de infecciones odontogénicas son de fácil manejo por medio de procedimientos quirúrgicos mínimos y terapias médicas de soporte que incluyen antibioterapia, pero se debe tener siempre en cuenta que pueden tornarse severas en muy corto tiempo.

Las infecciones odontogénicas tienen dos orígenes principales: periapical, como resultado de una necrosis pulpar y subsecuente invasión bacteriana del tejido periapical; y periodontal, como resultado de una bolsa periodontal profunda que permite la inoculación de bacterias en los tejidos blandos subyacentes. Pero pueden existir etiologías postoperatorias, tumores o quistes sobreinfectados.

La infección odontogénica más común es el absceso vestibular. Ocasionalmente, los pacientes no buscan tratamiento y el proceso se interrumpe espontáneamente. La infección vuelve a generarse si el sitio del drenaje espontáneo se cierra. Algunas veces los abscesos establecen un tracto fistuloso que drena la cavidad oral. Mientras el tracto fistuloso continúe drenando, el paciente no experimenta dolor, lo cual se conoce como absceso dentoalveolar crónico. La administración de antibióticos normalmente ocasiona el cese del drenaje, pero cuando se suspenden, el drenaje continúa. El tratamiento definitivo de un tracto fistuloso sucesivo crónico requiere tratar el problema original: la pulpa necrótica tratada mediante terapia endodóntica o por extracción del diente.

Principios de la terapia
A continuación se explican los principios básicos para el manejo de pacientes con infecciones odontogénicas.

1. Determinar la severidad de la infección
La mayoría de las infecciones odontogénicas son leves y sólo requieren una terapia menor. Cuando el paciente acude para tratamiento, la meta inicial es saber cuán severa es la infección. Esta determinación se basa en una historia clínica completa sobre la evolución del proceso infeccioso y un examen físico. Una historia clínica completa es de vital importancia para determinar la causa de la infección, seguido de la determinación de la duración de la misma. Durante el examen físico se deben tomar los signos vitales del paciente, lo que incluye temperatura, presión arterial, pulso y frecuencia respiratoria.

Los pacientes que tienen un compromiso importante por una infección ya generalizada presentan apariencia de fatiga y malestar denominada apariencia tóxica. Durante del examen físico, lo primero es la observación seguido de la palpación, y siempre en orden para no olvidar ninguna estructura anatómica. Debe comenzar siendo extraoral seguido de un examen intraoral exaustivo, teniendo especial cuidado en la zona afectada. Después se debe hacer un examen radiográfico complementario.

Los resultados del examen físico y radiográfico deben determinar si la infección es una celulitis o un absceso. Una celulitis (Foto 1) es una inflamación aguda (supurativa) de origen infeccioso que se disemina en el espacio extracelular. Puede ser suave o dura a la palpación y el pus se disemina sin acumularse y se puede extender rápidamente en procesos infecciosos serios. Un absceso (Foto 2) es una inflamación aguda (supurativa) de origen infeccioso que se acumula en un sitio donde se destruyó la matriz extracelular y demás componentes del tejido conectivo (con más tiempo de evolución y donde se ha acumulado pus). Es fluctuante a la palpación, ya que el tejido esteá lleno de pus.

2. Evaluar los mecanismos de defensa del huésped
Muchos estados de enfermedad y diferentes tipos de medicamentos pueden comprometer la capacidad del paciente para defenderse de las infecciones. Los pacientes comprometidos son más propensos a tener infecciones, que frecuentemente se vuelven severas en menor tiempo.

El organismo se defiende contra las infecciones bacterianas por medio de tres métodos principales: defensas locales, defensas humorales y defensas celulares. Los mecanismos de defensa locales tienen dos componentes, que son las barreras anatómicas (piel, mucosas intactas y esmalte dental) y la flora indígena. Las defensas humorales son las no celulares, están contenidas en el plasma y otras secreciones corporales. Los dos componentes principales son las inmunoglobulinas y el sistema complemento. Las inmunoglobulinas son los anticuerpos que atacan las bacterias invasoras. El complemento es un complejo grupo de proteínas séricas producidas en el hígado que deben ser activadas.

La porción celular de los mecanismos de defensa del huésped está principalmente compuesto por fagocitos y linfocitos. Los fagocitos más importantes en la fase temprana de la infección son los leucocitos polimorfos nucleares. El segundo componente de las defensas celulares es la población de linfocitos. Los linfocitos B y los linfocitos T.

Se debe tener en cuenta que algunas condiciones médicas comprometen las defensas del huesped y se deben detectar en la historia clínica, ya que pueden producir una baja de las defensas. Condiciones como alcoholismo, desnutrición, diabetes mellitus, leucemias, linfomas, inmunosupresión o SIDA entre otros, requieren mayor atención.

3. Tratamiento general o especializado
La mayoría de las infecciones odontogénicas pueden ser manejadas por el odontólogo y se resuelven de forma rápida. Cuando se tratan con procedimientos quirúrgicos menores y antibióticos comunes, casi siempre responden. Sin embargo, algunas son potencialmente peligrosas para la vida del paciente y requieren de tratamientos médicos y quirúrgicos agresivos. En estas situaciones es esencial el reconocimiento precoz de la severidad potencial, y estos pacientes deben ser remitidos a un especialista, como un cirujano oral y maxilofacial.

4. Tratamiento quirúrgico
El principio primario del manejo de estas infecciones odontogénicas es el drenaje quirúrgico y remoción de la causa de la infección. El tratamiento quirúrgico puede variar, desde un desbridamiento de la pulpa necrótica hasta incisiones amplias de los tejidos blandos. La meta quirúrgica principal en una infección es drenar el pus acumulado y los desechos necróticos. La secundaria es remover la causa de la infección.

5. Apoyar médicamente al paciente
Los pacientes con infecciones odontogénicas pueden tener los mecanismos de defensa deprimidos debido al dolor e hinchazón asociados con la infección. Debido a ello, los pacientes frecuentemente no ingieren suficientes fluidos y alimentos. Es de vital importancia hidratar y administrar alimentos al paciente puesto que la defensa del organismo y su recuperación requiere un gran gasto energético.

Inmediatamente después del drenaje, los pacientes deben ser motivados a ingerir grandes cantidades de agua o jugo y suplementos nutricionales altamente calóricos. Se debe administrar analgésicos fuertes para el control total del dolor. Se puede aplicar paños con agua tibia para aumentar el calor local y facilitar el drenaje.

6. Elegir y prescribir el antibiótico adecuado
La elección del antibiótico adecuado debe hacerse cuidadosamente. Cuando se han considerado todos los factores, el clínico puede decidir si es necesario o no su uso; en otras situaciones, puede ser necesario usar antibióticos de amplio espectro o la combinación de varias terapias antibióticas.

Los antibióticos deben ser usados cuando hay clara evidencia de que la invasión bacteriana en los tejidos subyacentes es mayor que lo que las defensas del huésped puede sobrellevar. El uso de terapia antibiotica empírica rutinariamente ha dado buenos resultados, pues las infecciones odontegénicas son causadas por un grupo de microorganismos muy predecibles.

Entre los antibióticos de administración oral que son efectivos contra las infecciones odontogénicas están las penicilinas y las cefalosporinas (betalactámicos), también la clindamicina y el metronidazol combinado con penicilinas cuando existen anaerobios. Es razonable la manipulación terapéutica empírica, lo cual significa asumir que sé está administrando el medicamento adecuado. El fármaco de elección es la penicilina, y para pacientes alérgicos a ésta y para aquellos con riesgo de resistencia bacteriana, la clindamicina.

Es importante realizar un gram y un cultivo y antibiograma del pus de la infección, los cuales son de mayor utilidad cuando es agresiva y de rápida progresión o no responde al tratamiento.

7. Administración correcta del antibiótico
Una vez elegido el antibiótico, se debe administrar en la dosis y en el intervalo correctos. La dosis correcta generalmente es recomendada por el fabricante. Es adecuado proveer niveles plasmáticos lo suficientemente altos para eliminar la bacteria sensible al antibiótico, pero no tan alta como para que cause toxicidad. El intervalo es comúnmente recomendado por el fabricante y se determina por la vida media del fármaco.

8. Evaluar frecuentemente al paciente
Una vez tratado quirúrgicamente y con terapia antibiótica, el paciente debe tener un seguimiento cuidadoso para observar su respuesta y posibles complicaciones. En la mayoría de los casos, debe volver a la consulta al día siguiente o en 2 a 3 días. Si la terapia es exitosa, se produce una dramática disminución de la hinchazón y el dolor.

El paciente debe ser evaluado si el tratamiento no ha sido efectivo. La causa más común de fracaso es un tratamiento quirúrgico inadecuado, seguido por n compromiso en los sistemas de defensa del huésped, presencia de un cuerpo extraño o la inadecuada elección o dosificación del antibiótico.

Existen casos en los que el compromiso del paciente es tal que requiere ser hospitalizado y es necesario un tratamiento más agresivo con medicamentos intravenosos.

Bibliografía
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Goodman & Gilman´s The Pharmacological Basis of Therapeutic. 11th Edition. 2006.
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Bochner E. et al. Manual de Farmacología Clínica. Salvat Editores. España. 1980.
Bowman. WC. Rand. MJ. Farmacología: Bases Bioquímicas y Patológicas. Aplicaciones clínicas. 1 ed. Interamericana. 1984.
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González MA. Lopera WD. Arango AI. Manual de terapéutica. Fundamentos de medicina. CIB. 2008.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/13382_manejo_y_prevencion_de_infecciones_odontogenicas.html

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¿Es la cirugía ortognática la respuesta a la maloclusión?

News Latin America

Los dentistas generales son quienes más pacientes refieren a lo especialistas para tratamientos de ortodoncia. Las opciones que se ofrecen a estos pacientes por lo general no implican una intervención temprana, tienden a ser tratamientos sintomáticos y, en casos graves, pueden implicar cirugía ortognática como “último recurso”.

A pesar de que es una opinión generalizada que la cirugía es la última respuesta para corregir una maloclusión esquelética, la investigación ha demostrado que es una modalidad de tratamiento definitivamente inestable.

El primer procedimiento ortognático fue realizado en 1849 por el odontólogo y cirujano Simon Hullihen de West Virginia (EE UU). Sus cuadernos revelan que realizó la cirugía “para hacer procedimientos de avance mandibular cerca de 10 veces”. Al igual que en 1849, el avance mandibular que Hullihem denominaba “underjaw”, sigue siendo el procedimiento ortognático más frecuente en la actualidad.

La ortodoncia moderna ha hecho un esfuerzo concertado por convertirse en una ciencia basada en la evidencia. Sin embargo, existen todavía grandes puntos ciegos. Uno de ellos es la cirugía ortognática.

El Profesor William Bell, conocido como el “padrino” de la cirugía ortognática, ganador del Premio de Investigación William J. Gies de la AAOMS y de importantes contribuciones a la cirugía oral y maxilofacial, que ha publicado 150 artículos y editado dos libros de texto en tres volúmenes sobre el tema, la describió como “demasiado complicada, demasiada invasiva, demasiada larga, demasiado cara y demasiado impredecible”.

A pesar de ello, parece existir una falta de atención entre los profesionales sobre los “sorprendentemente altos” tipos de inestabilidad y las “muchas complicaciones posibles” de estos procedimientos.

Estabilidad de la cirugía ortognática
Una revisión de Proffit realizada en 2007 estudió más de 100 trabajos de investigacion y contó con aproximadamente 50 contribuciones y capítulos de libros, lo que reveló los resultados de 2.264 pacientes sometidos a cirugía ortognática.

Sólo los casos de avance mandibular con un resalte inferior a 10 mm y reposicionamiento superior del maxilar durante el primer año se consideran “muy estable”. Sin embargo, después de este primer año, el 20% de los pacientes con avance mandibular experimentan una disminución de la longitud de la mandíbula, mientras que después del reposicionamiento superior del maxilar superior, el 33% de los pacientes experimentan un “cambio significativo”. En una revisión sistemática, Joss et al. determinaron en 2010 que el 60% puede sufrir una recidiva a largo plazo, cifra que otros estudios elevan hasta 100%.

El retroceso mandibular, el movimiento descendente del maxilar superior y el ensanchamiento del maxilar superior en el primer año postcirugía solo puede describirse como “problemático”, con retroceso mandibular y movimiento hacia abajo del maxilar sin fijación rígida en el que un 67% sufre una recaída moderada y un 20% tiene un “cambio altamente significativo”. Mientras tanto, la ampliación de los maxilares resulta en un cambio significativo o muy significativo en un 30%. El tratamiento de Mobarak de 61 casos consecutivos de avance mandibular produjo una “considerable” tasa de recaída del 46%.

Proffit afirma que un “número sorprendentemente alto de los pacientes experimentan cambios de uno a cinco años después de la cirugía”. En cuanto a las causas, atribuye la recaída de la cirugía de retroceso mandibular a que la musculatura devuelve la rama mandibular a su orientación original. Chang et al. (2006) también consideran que las fuerzas musculares son el factor principal en la recidiva del retroceso mandibular. En su revisión del tratamiento de la mordida abierta, Shapiro (2002) sugiere que la alta tasa de inestabilidad, con o sin cirugía, se debe más probablemente a la “no-adaptación de la lengua”.

Graber, en su seminal artículo de 1963 sobre la influencia de los músculos en la maloclusión, escribió que “cuando hay una pugna entre el músculo y el hueso, el hueso cede”. A pesar de ser algo que en ese momento parecía contradecir lo que se sabía, es el concepto ha sido aceptado en la literatura.

Complicaciones de la cirugía ortognática
Sousa y Turrini (2012) han acumulado el cuerpo más autorizado de datos en una revisión integral, con una población total de estudio que abarca 8.390 pacientes.

Los autores indicaron que la cirugía ortognática tiene “muchas complicaciones posibles”: un asombroso 27% sufre complicaciones que van desde daño en los nervios a ceguera. Tal vez lo más preocupante es el hecho de que esta revisión no implica complicaciones relacionadas con la planificación de la cirugía, lo que aumentaría la cifra aún más.

El daño a los nervios es la complicación más común post-cirugía; un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte indica que el 98% de los pacientes sufrió “sensibilidad alterada de la barbilla” 1 mes después de la cirugía bilateral de osteotomía sagital en la rama mandibular, sin que se viera mejoría en el 81% de los pacientes a los 6 meses.

Las infecciones posteriores a la cirugía ortognática pueden afectar al 10% de los pacientes, a pesar del uso de antibióticos profilácticos. Estas infecciones pueden conducir a la obstrucción de las vías respiratorias, la pérdida de hueso o dientes, osteomielitis, trombosis del seno cavernoso y/o meningitis.

Las complicaciones quirúrgicas pueden incluir fracturas innecesarias, como la desviación del tabique nasal después de Lefort I, perforación del conducto endotraqueal causando hipoxia después de la osteotomía segmentaria maxilar y fracturas del cóndilo y la apófisis coronoides durante la osteotomía sagital de la rama mandibular bilateral.

Sólo en Corea del Sur, un estudio encontró 20 muertes reportadas después de la cirugía ortognática causadas por obstrucción de la vía aérea por edema, sangrado e hipotensión. El personal de un hospital de dicho país fue investigado por homicidio accidental, cuando una mujer murió en julio de 2013 después de que cayera en coma durante la cirugía.

Inquietante también es la literatura sobre la información que recibe el paciente sobre las posibles complicaciones. Puesto que los profesionales proponen las operaciones, es un imperativo moral y legal revelar todos los riesgos asociados. Un estudio encontró que a del 20-45% de los pacientes no se les informó adecuadamente incluso de consideraciones básicas, tales como la necesidad de anestesia general, la dieta post-operatoria y la complicación más frecuente, la pérdida de sensibilidad.

Otro estudio sustancial encontró que un 42% no fueron debidamente informados de las complicaciones postoperatorias y un 60% reportó un adormecimiento peor de lo que habían previsto.

Varios estudios realizados en pacientes de cirugía ortognática (en su mayoría insatisfechos con su apariencia facial) indican que los síntomas de trastornos psicológicos son comunes. Las condiciones psicológicas preexistentes deben ser evaluadas cuidadosamente, especialmente a la luz de un reciente intento de suicidio debido al “dolor mandibular constante y grave” después de una cirugía ortognática.

Hacia una mejor respuesta
El potencial de recaídas y complicaciones en cirugía ortognática conspira para que sea la modalidad de tratamiento menos deseable. A pesar de ello, sigue siendo la única opción de tratamiento disponible una vez que las maloclusiones alcanzan cierta gravedad en pacientes de edad avanzada.

Si la cirugía es absolutamente necesaria, la evidencia sugiere que el papel de los músculos en la recaída no es algo que deba ser relativizado.

La Sociedad Australiana de Ortodoncistas (ASO) lo explica así: “El tratamiento temprano puede prevenir el desarrollo de problemas más serios o que el tratamiento en una etapa posterior sea más corto y menos complicado. El tratamiento temprano puede lograr resultados que no son posibles una vez que el rostro y la mandíbula han dejado de crecer”.

El tratamiento de ortodoncia precoz tiene baja prioridad en la mayoría de las prácticas de ortodoncia porque, supuestamente, es menos eficiente que los métodos tradicionales de tratamiento. Sin embargo, como la cirugía ortognática y la ortodoncia fija tradicional están limitadas a recaídas prácticamente seguras, los padres están cambiando las cosas y repaldando los tratamientos de pre-ortodoncia.

El tratamiento miofuncional centrado en los músculos previo a la ortodoncia ofrece a pacientes que de otra manera requerirían cirugía, perspectivas excepcionales para un desarrollo facial sano y correcto que puede evitar la necesidad tratamiento más extremos. Además, incluso si la ortodoncia tradicional es inevitable, el tratamiento suele ser menos complejo y más estable si se incorpora la ortodoncia miofuncional.

La ciencia es clara: el centro de gravedad en nuestra práctica clínica debe desplazarse a intervenciones preventivas más tempranas para tratar de evitar la posibilidad de cirugía.

Parece que algunos profesionales no quieren ver esta verdad, porque si lo reconocen, el imperativo legal y moral de una reforma clínica radical es ineludible.

Ese momento ya ha llegado.

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/18609_es_la_ciruga_ortognatica_la_respuesta_a_la_maloclusion.html

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El café podría detener la caries dental

(Foto: Claudia Duschek, DTI).

Una nueva investigación realizada en Brasil indica que el consumo de Coffea canephora, conocido comúnmente como café robusta, podría beneficiar a la salud oral.

En experimentos de laboratorio, los científicos observaron que el café inició la mineralización del esmalte dental. Por lo tanto, sugirieron que podría ayudar a detener la destrucción del tejido del esmalte causada por la caries dental.

Con el fin de determinar los cambios en la concentración de calcio, el equipo expuso fragmentos de diente a un extracto de Coffea canephora. Según el estudio, la concentración de calcio aumentó después de sólo cuatro días de tratamiento. Los investigadores sugieren que el incremento se debió probablemente al efecto antibacteriano del extracto de café, lo que provocó la lisis en los cultivos del biofilm de los fragmentos de diente.

“La placa dental es un complejo biofilm clásico y el principal culpable de la caries dental y la enfermedades de las encías Siempre estamos buscando compuestos naturales —incluyendo alimentos y bebidas— que puedan tener un impacto positivo en la salud dental”, dijo el investigador principal, Dr. Andréa Antonio, profesor asociado en la Universidad Federal de Río de Janeiro.

El estudio reveló que el café robusta tiene un efecto inhibidor sobre el biofilm dental. “Por lo tanto, un extracto acuoso de Coffea canephora ligeramente tostado puede considerarse como una potencial sustancia anticaries”, concluyeron los investigadores.

El estudio, titulado “Efecto antibacteriano del café: La concentración de calcio en un cultivo que contiene dientes/biofilm expuestos a extracto acuoso de Coffea canephora”, fue publicado en línea en junio en “Letters in Applied Microbiology” (Cartas de Microbiología Aplicada).

FUENTE: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/18744_el_cafe_podra_detener_la_caries_dental.html