Un láser (del acrónimo inglés que significa amplificación de luz por emisión estimulada de radiación) es un dispositivo que utiliza un efecto de la mecánica cuántica, la emisión inducida o estimulada, para generar un haz de luz coherente tanto espacial como temporalmente.
En 1915, Albert Einstein estableció los fundamentos para el desarrollo de los láseres. En 1928, Rudolf Ladenburg informó haber obtenido la primera evidencia del fenómeno de emisión estimulada de radiación. El primer láser fue uno de rubí y funcionó por primera vez el 16 de mayo de 1960. Fue construido por Theodore Maiman.
Si bien se conocen desde hace tiempo, la aplicación de láseres a la salud, es relativamente novedosa. Con ellos se ha incorporado la posibilidad de realizar tratamientos no quirúrgicos, los que ya han mostrado evidencia científica. Y una de las ramas en las que se lo utiliza es en la odontología.
Rosario3 consultó a Alicia Bussa, odontóloga quien dijo que esta tecnología se viene aplicando desde 1960, año en que comenzaron las primeras investigaciones y trabajos científicos publicados. “En el año 1996, la FDA (Food and Drug Administration) autorizó su uso en odontología, y de ahí en adelante, se fueron incorporando las distintas aplicaciones en odontología. La FDA es un referente internacional en materia de salud humana”, se explayó Bussa.
– ¿Se enseña láser en las facultades de odontología en Argentina?
– Recién a fines del año pasado se comenzaron a aprobar programas de enseñanza en diversas Facultades de Odontología de Buenos Aires.
– ¿En otras partes del mundo está más extendida su enseñanza?
– Sí. En otras partes del mundo y en Sudamérica todas las instituciones de enseñanza cuentan con láseres para posgrado; y en muchas Universidades, en la enseñanza de grado, lo dan como materia optativa.
– En nuestro medio, ¿qué hace un estudiante del último año o un odontólogo con pocos años de recibido si quiere tomar contacto con el uso del láser en odontología?
– En Rosario, yo doy un ciclo de conferencias para la introducción a la materia y en Buenos Aires pueden tomar un curso de posgrado en distintas Universidades como la Kennedy y la UAI. Además, la Universidad de Aachen de Alemania viene a dar un “Mastership en Láseres Odontológicos”. Yo pertenezco a la misma como docente y como egresada de la primera cohorte de graduados de esa Universidad. Soy docente habilitada para dar el uso del láser en odontología.
– ¿Para usar el láser en odontología el profesional debe, primero, ser odontólogo?
– Yo me convencí de la eficiencia y las bondades del láser en odontología, hace mucho tiempo. Y me encontré con la dificultad para acceder a una capacitación en el país. Hoy se acepta el láser en oftalmología, en dermatología, en tratamientos estéticos; pero en odontología, recién ahora estamos avanzando. Yo practico la odontología convencional, pero con la ayuda del láser. Y cuál es la diferencia, se preguntarán ustedes: el láser me ayuda a regenerar tejidos y, también, a cortar, cuando es necesario. El láser es una luz que nos permite ayudar en un proceso inflamatorio, ente un dolor; como así también, para generar una intervención estética. Todas las mañanas pongo a mi alcance todos los láseres, ya que como queda dicho, son varios.
– ¿Qué aporta de diferente el láser al paciente? ¿Cuál es el beneficio para el paciente?
– En primer lugar, confort. El paciente está tranquilo y relajado porque no tiene, ni siquiera, que escuchar un ruido que hace tiempo lo ponía en tensión. Tampoco existe una vibración. Yo hago muchos trabajos en los cuales no necesito recurrir a la anestesia; y otros en los que ya no hay sangrado.